¿Qué escenario político nos espera en 2022 ?

Al presunto votante progresista de menos de 35 años Yolanda Díaz le hace tilín, y eso a un Sánchez desprestigiado le puede afectar mucho electoralmente

Pedro Sánchez y Yolanda Díaz / Jorge Armestar / EP

Pedro Sánchez y Yolanda Díaz / Jorge Armestar / EP

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Pues complejo e indefinido. El PSOE cotiza a la baja aunque la UE nos rescate y riegue con miles de millones de euros. La opacidad del ejecutivo sobre los fondos europeos y sus contrapartidas, su dudosa gestión eficaz y un posible reparto para contentar a sus socios separatistas aventuran un nuevo Plan E, a imagen y semejanza del innombrable y de pésimo recuerdo ZP.

El problema del PSOE no son sus siglas, sino el personaje que las representa actualmente, un presidente narcisista y del que casi nadie se fía porque su credibilidad, a estas alturas de la película, es cero. Alrededor suyo, una cohorte de ministros y ministras que le obedecen -aunque no compartan sus decisiones o directrices- simplemente porque lo de ser ministro, con todos los privilegios que conlleva el cargo, es muy goloso y difícilmente renunciable. Y si no que se lo pregunten a Garzón, como máximo exponente de ello.

Y aquí empiezan las dudas. La primera de ellas es cuantificar qué porcentaje de voto socialista se le va ir al proyecto embrionario de Yolanda Díaz, la comunista de Ferrol reconvertida a política transversal glamurosa que filetea con los grandes poderes económicos y que ya nadie sabe de qué va. Bueno, supongo que Monedero y Pablo Iglesias algo sabrán de esta jugada política ,-si no se les va de las manos antes-. Solo así se entiende el silencio y sumisión de las ministras podemitas.

El caso es que, según parece, al presunto votante progresista de menos de 35 años Yolanda le hace tilín, y eso a un Sánchez desacreditado y desprestigiado en su faceta como gobernante le puede afectar electoralmente mucho, al generar su vicepresidenta una expectativa que el ya no es capaz de crear, ni siquiera con todos sus medios de comunicación afines arremetiendo contra Ayuso y Madrid a todas horas y todos los días.

Ayuso, no tardes en liderar tu partido o no encontrarás ni las siglas

De Unidas Podemos hay poco que decir. Su fin político como formación está a la vuelta de la esquina y depende en un 100% de lo que haga y decida Yolanda Díaz. Lo demás es irrelevante.

El PP, que debería arrasar en todos los sondeos habidos y por haber únicamente por la desastrosa gestión de Pedro Sánchez, sigue sin encontrase cómodo y en todas las encuestas pierde fuelle. Y pierde mucho, justo el que le había conseguido Ayuso en Madrid. Tengo muchas dudas de que, cuando llegue el gran momento electoral, la figura de Pablo Casado consiga un buen resultado en las urnas que le permita gobernar. Es más, me aventuro a decir que esa situación no se dará y será el punto final de su Teodoro y de él mismo, políticamente hablando. Y ahí es donde la gran esperanza liberal, una mujer joven, valiente, lista y con empatía comunicativa, comenzará su  andadura y la de la reconquista del gobierno para sus siglas.

De Ciudadanos solo decir que significará el punto y final de lo que pudo ser y la imagen de cómo han acabado de la mano de una Inés Arrimadas desdibujada y descompuesta políticamente.

Y por último, una de las grandes claves políticas que han aguantado el tirón contra viento y marea, y con multitud de ataques por cielo, mar y tierra. Me estoy refiriendo lógicamente a Vox. Todas las encuestas y sondeos los mantienen firmes en la cincuentena de escaños y con todas sus posibilidades intactas. Esa es la gran incógnita, la de un porcentaje de sus votantes que no lo manifiestan en los sondeos y que escapan de los graves errores de Casado que no consigue movilizar a sus votantes mientras se le van en masa a Vox. Ayuso, no tardes mucho en liderar tu partido, si no, no encontrarás ni las siglas.

El escenario gallego

¿Y en nuestra Galicia? Está claro que es cosa de tres. Por un lado, un BNG con posibilidades de seguir creciendo en votos y apoyos. Y lo haría aún más sin el lastre de la UPG y su discurso nacionalista radical, sin percatarse de que los gallegos no somos extremistas ni tampoco separatistas-nacionalistas. Son discursos de otra época y ese precisamente es su gran error político, el no introducirse de lleno en la transversalidad y abandonar el pensamiento único.

Valentín González Formoso, nuevo secretario xeral de los socialistas gallegas, al lado del secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán. Foto: Europa Press
Valentín González Formoso, nuevo secretario xeral de los socialistas gallegas, al lado del secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán. Foto: Europa Press

El PSdeG tiene una nueva oportunidad de recomponer su proyecto político con un nuevo secretario general con perfil municipalista y más conectado a la sociedad que su antecesor. De entrada, la hábil jugada  de nombrar presidenta del partido a la actual presidenta de la Diputación de Pontevedra deja fuera de juego totalmente a su anterior contrincante y anula cualquier hostilidad orgánica del alcalde de Vigo.

¿El PP? Mientras esté Feijoo, tranquilidad  total al tener todo amarrado, el problema es si no repite. En ese momento se abrirá la caja de Pandora y aparecerá seguramente más de un candidato, incluso tres, dos del sur y uno del norte. Lo iremos viendo. En definitiva, la sucesión,-si se llega producir-, no va ser sencilla y con un BNG al alza y un PSOE en proceso de reconstrucción, supondría una seria amenaza a una nueva mayoría absoluta del PP gallego y, por tanto, podría significar un nuevo bipartito en Galicia en el que la presidencia podría tener nombre de mujer. Aunque, en política, lo que hoy es blanco radiante al día siguiente puede cambiar a la tonalidad más oscura. Asi que dar por sentado algo sería una equivocación absoluta.

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