Democracia Ourensana da la sorpresa; Sumar y Podemos se entierran por separado

El partido de Gonzalo Pérez Jácome entra en el Parlamento gallego gracias a los 10.000 votos que consigue en la ciudad de Ourense, pero no tendrá la llave de la Xunta; el partido de Yolanda Díaz fracasa y se queda incluso por debajo de Vox

Gonzalo Pérez Jácome y Armando Ojea celebran la consecución de un diputado en las elecciones autonómicas

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El localismo llega al Parlamento gallego, aunque no con la importancia que hubiera querido. Democracia Ourensana, el partido que gobierna la ciudad de Ourense, obtiene un escaño en estas elecciones autonómicas y consigue llegar por primera vez al Pazo do Hórreo. Era el objetivo que se había marcado Gonzalo Pérez Jácome con la esperanza de que ese diputado fuera la llave para la Xunta en unas elecciones que se preveían muy ajustadas. La mayoría absoluta del Partido Popular convierte en anecdótico el desembarco que, en realidad, tiene tintes históricos, como aseveró el alcalde de Ourense en su valoración de los resultados.

«Llevábamos 40 años con la misma foto y sus vasos comunicantes. Es la primera vez que se va a romper eso. No entra Vox, ni Sumar, tampoco entró Ciudadanos cuando estaba en lo alto. Estamos ante algo histórico y tremendamente meritorio», argumentó en un céntrico hotel  de la ciudad de As Burgas, rodeado de los integrantes de la candidatura de Democracia Ourensana.

Su formación, con un marcado carácter personalista, arraigó con fuerza en la ciudad como alternativa a PP y PSOE durante la fuerte crisis que atravesó el bipartidismo en la pasada década. Allí prendió con más fuerza que las mareas y un acuerdo con Manuel Baltar encumbró a Jácome a la alcaldía a pesar de ser la tercera fuerza en votos de la ciudad. Eso sucedió en 2019. Cuatro años después, Democracia Ourensana fue la primera fuerza en la ciudad y logró mantener el Ayuntamiento merced a otro pacto con el PP.

Con estos precedentes, la aspiración de Gonzalo Pérez Jácome era ser la llave de la gobernabilidad en San Caetano para negociar inversiones en Ourense y, de paso, asegurarse la estabilidad en los tres años que le quedan de mandato. El regidor reconoció que la expectativa era «condicionar» los presupuestos de la Xunta para «salvar» la provincia, pero se mostró satisfecho porque «poner una pica en Flandes lo cambia todo».

Jácome promete espectáculo en el Parlamento

Ahora, Jácome quiere conseguir una progresión similar a la que tuve en el Concello de Ourense, donde Democracia Ourensana entró con dos diputados y acabó convirtiéndose en la fuerza más votada. «Cuando los demás vean lo que podemos hacer, en las próximas autonómicas llegaremos a 4 o 5 diputados», pronosticó porque, según sus palabras, al igual que consiguieron que los plenos de Ourense «sean los más vistos de España teniendo en cuenta la ratio de habitantes», ahora se proponen «darle audiencia al Parlamento».

«Esto lo cambia todo, no mañana pero Ourense ha dejado de ser la Cenicienta en este cuento, vamos a ponernos en una lucha que es David contra Goliat, ya no esperamos el zapatito. Vamos a una lucha», proclamó. Así, dijo estar «tremendamente optimista» porque, «como entusiasta de las encuestas», su partido se quedó «a medio camino del segundo diputado».

Adiós al rupturismo

Democracia Ourensana logra entrar en el Parlamento de Galicia mientras que Sumar y Podemos, que se presentaron en dos listas separadas en estas elecciones tras su lucha abierta a nivel estatal, se hunden. La noche electoral se tradujo en un duro golpe para los de Yolanda Díaz en su primer test en unas autonómicas (y en Galicia, donde se inició y consolidó la carrera política de la ministra de Trabajo).

Con una de sus mujeres de confianza, Marta Lois, como candidata, el partido de Díaz no fue capaz de lograr entrar en el Parlamento gallego, a pesar de que los sondeos le daban oportunidades en la provincia de Pontevedra y en A Coruña. Acabaron la noche con algo más de 28.000 votos, un 1,9%, por debajo de Vox, que sumó 32.000 papeletas. Un batacazo para un espacio que en 2016 logró ser segunda fuerza tras el PP en el Parlamento gallego y que se hundió en medio de luchas internas sonoramente públicas hasta ser desalojado del hemiciclo en 2020.

Si el golpe de Sumar fue contundente, el de Podemos fue implacable. Los morados siguen con su desplome electoral que viene arrastrando desde 2019 y se sitúan en la irrelevancia en esta comunidad al obtener 0,25% del sufragio (3.469 votos), superados incluso por el PACMA.

Poco tiempo

Desde las filas de Sumar ya apuntaban que los comicios en Galicia llegaban en un momento complicado, dado que están en plena fase de asentar el proyecto en su fase organizativa y sin tener consolidada una estructura territorial. Sumar tuvo que acelerar y, tras constituirse como partido, emprendió una complicada negociación con Podemos e IU, que llegó a suscitar un preacuerdo de coalición que quedó frustrado después de que las bases del partido morado lo rechazaran.

Sin contar con un referente claro en Galicia, tuvo que apostar por Marta Lois como candidata, lo que conllevó a dejar el Congreso y su puesto de portavoz en la cámara, donde era uno de los baluartes de Díaz en el grupo parlamentario

La candidata de Sumar calificó este domingo de “malos, sin paliativos” los resultados obtenidos por la formación que “no fue capaz en este poco tiempo”, desde su constitución a finales del año pasado, a “lograr los objetivos” que se habían marcado.

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