La marea en Galicia es Pedro Sánchez

El naufragio del PP en Galicia, que pasa de duplicar en diputados al PSOE a estar uno por debajo, es todo un aviso para el futuro de Núñez Feijóo

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Las malas formas eclipsaron el fondo, la ofensa se impuso al discurso, la anécdota dejó en nada la categoría, la hipérbole aplastó a la realidad. Pero nada de eso bastó durante la campaña electoral para frenar esa nueva marea en que se ha convertido el PSOE de Pedro Sánchez. También en Galicia. Los resultados, que convierten a los socialistas en la formación más votada en la comunidad gallega, dan la vuelta al mapa político y dejan al PPdeG en una posición insólita: pasa de duplicar en diputados al PSOE, que fue el resultado que dejaron las elecciones generales de 2016, a estar ahora un escaño por debajo, con una caída en porcentaje de voto de casi quince puntos.

Con un líder en Galicia que lleva poco más de un año en la secretaría xeral del PSdG, y todavía no se sienta en O Hórreo, como es el caso de Gonzalo Caballero, el resultado de la noche del domingo solo se puede entender en clave nacional y ese empuje lo capitaliza en exclusiva Pedro Sánchez.  Los socialistas (diez diputados) han sacado a los populares (nueve escaños) casi 72.000 votos, cinco puntos en porcentaje de voto, con clara hegemonía en la Galicia urbana y atlántica.

Casado resta en Galicia

Sánchez ha sumado y Casado, restado en Galicia. También Ciudadanos ha arañado a los populares gallegos, al lograr dos escaños, polarizando a la derecha descontenta al duplicar en votos a Vox, que no logra representación. Ese 11% de porcentaje de voto que logra la formación de Albert Rivera tiene otra lectura para los populares con la vista puesta en las autonómicas del próximo año, al poder convertirse en eventual comodín de la derecha tradicional gallega para intentar retener la mayoría absoluta. Es el único consuelo de una noche difícil para el PP en Galicia.

Con la próxima parada en las municipales del 29 de mayo, son muchas las miradas que se elevan sobre esa cita electoral y otean directamente las autonómicas gallegas del próximo año. A pesar de que el discurso de Casado no es el de Feijóo, de nada ha servido en esta cita electoral de las generales. El perfil propio del líder popular tendrá que afinarse ahora, más bien centrarse todavía más, si no quiere verse arrastrado por esa fuerte resaca que está llevando al PP al hundimiento a escala nacional.

Feijóo y el eterno dilema

El PP de Casado se ha convertido en un valor inseguro para Núñez Feijóo, que aunque últimamente ha dejado la puerta abierta a presentarse a una tercera legislatura en Galicia, nunca lo ha dado por hecho, ni un sí ni un no, dejando siempre pendiente ese salto al ruedo ibérico. Casado no ha tirado la toalla en esta aciaga noche de domingo para el PP. Sin embargo, nada está escrito. Un batacazo del PP en las municipales y europeas dejaría despejado el camino para que el acoso que sufrirá Casado a partir de ahora se convierta en su derribo definitivo, lleve la firma de Núñez Feijóo o de una retornada Soraya Sáenz de Santamaría, por quien las redes sociales ya suspiraban en la noche del domingo.

Los casi 80.000 votos que ha logrado Vox en Galicia hubieran bastado a Feijóo para derrotar al PSOE. Ese ha sido el gran mensaje en la noche electoral del líder popular. Y tiene razón. Sin embargo, la clave a partir de ahora está en saber si ese voto perdido, como el que ha ido a Ciudadanos, volverá algún día al PP. Sea Núñez Feijóo el candidato en las autonómicas o no. 

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