Albert Rivera, el saco de boxeo de liberales y socialdemócratas

El programa económico de Ciudadanos elaborado por Garicano recibe ataques de economistas por su "exceso de gasto público" y por su "deriva a la derecha"

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Si nos atacan, perfecto. Esa es la consideración de los dirigentes de Ciudadanos, cuando constatan que les llueven críticas desde todos los ángulos.

Hay alabanzas, pero ahora han arreciado las críticas. Tal vez porque el partido no deja de crecer en las encuestas, y comienza a ser un adversario real. Pero también porque se entiende que la oferta de Ciudadanos es deslabazada y que ya toca alzar la voz. Los economistas consultados, de distintas orientaciones ideológicas, así lo ven. En las redes sociales reaccionaron de inmediato cuando el pasado martes presentó el proyecto de reforma fiscal.

El título de la película de Ciudadanos

«Todavía no sé el nombre de la película que quiere ofrecer Ciudadanos, y no me conformo con una escena, quiero Lo que el viento se llevó, no la imagen de Escarlett O’Hara en su mejor momento», clama Lorenzo Bernaldo de Quirós, un economista aferrado al liberalismo clásico, cercano al PP, pero muy crítico con el Gobierno.

De Quirós quiere que Ciudadanos haga una apuesta. Pero el partido de Albert Rivera cree que está acertando. «Existe la nececsidad de etiquetarnos, y están todos en su derecho, pero nosotros vamos a seguir igual, presentando propuestas, y algunas se verán como más liberales y otras inclinadas hacia la socialdemocracia, pero no creo que tengamos que variar el rumbo», asegura el vicesecretario general del partido, José Manuel Villegas.

Pero el programa económico que ha elaborado Luis Garicano para Ciudadanos, con Manuel Conthe en un segundo plano, y ahora con la incorporación del inspector de Hacienda, Francisco de la Torre, ha causado perplejidad entre el elenco de economistas acostumbrados a protagonizar el debate público.

Bajar impuestos no garantiza más ingresos

El economista José Carlos Díez, que ha ido evolucionando hacia una socialdemocracia más clásica, apunta tres reproches: «Se plantea desde Ciudadanos una máxima que ha resultado que no es cierta. Asegura que la bajada de impuestos, acabará comportando más ingresos, y eso no es cierto. Si bajan los impuestos, bajan los ingresos, y si suben los impuestos, suben los ingresos, y eso se debería tener ya muy claro», señala en relación a la rebaja en el IRPF que se propone, con la reducción a tres tramos.

La otra idea es que Ciudadanos pretende llegar a un paro del 10%, que en estos momentos «se debería explicar con todo detalle en Bruselas, que no comprará ningún programa que no sea realista, y que no tenga todos los números contrastados». El tercer elemento para José Carlos Díez es la lucha contra el fraude fiscal. «Es fácil señalar que esa será la prioridad, pero ¿cómo?. Un inspector de Hacienda no se crea de la noche a la mañana, necesita experiencia, y el problema no se resuelve asegurando que se crearán más plazas».

Respecto al impuesto de Sociedades, Díez se muestra a favor, aunque duda de la gestión sobre los créditos fiscales. Pero la medida le gusta.


Bajar más Sociedades, ¿por qué no?

En cambio, y eso muestra la complejidad para elaborar un programa económico, Bernaldo de Quirós considera que es un error situar ese porcentaje en Sociedades. «España debe competir con los países de su entorno europeo, y si con el 30% actual, el impuesto efectivo puede situarse en el 18%, tras la eliminación de algunas deducciones, no entiendo que se quiera subir al 20%», asegura.

Ciudadanos propone ese 20% para grandes y medianas y pequeñas empresas, pero sin deducciones. Bernaldo de Quirós cree que ya puestos, «Garicano podría reducirlo al 18% o algo menos y ser competitivo en Europa».

Partido nuevo, recetas viejas

Ahora desde la izquierda, quien dispara a la diana de Ciudadanos es Gonzalo Bernardos, que admite que «desde la crisis económica», ha adoptado un perfil netamente de izquierdas. Según Bernardos, el programa de Ciudadanos se asemeja «demasiado» al del Consejo Empresarial para la Competitividad, que agrupa a las grandes empresas del Ibex.

Tanto en la reducción del IRPF, como en el impuesto de Sociedades, o en el particular sistema para impulsar la innovación y el desarrollo, Bernardos ve concomitancias con el Ibex, para hacer de Ciudadanos «un partido que sea un PP renovado». Bernardos, sin embargo, no oculta su simpatía por Rivera. «Es el político más preparado en España, por eso no entiendo que presente un programa económico de la vieja política».

El palo a los complementos públicos a los salarios

Juan Ramon Rallo, uno de los llamados representantes en España de la escuela austriaca, que defiende los principios liberales a ultranza, alaba y critica a la vez a Ciudadanos. «Bajar impuestos siempre está bien, y más frente a un PP que ha quedado desacreditado con la subida de impuestos, pero el problema es ver cómo pueden subir las rentas más bajas, no ofrecer complementos salariales públicos que no funcionan en los países donde se han impulsado», aseguró en La Sexta.

Uno de los mayores reproches de los economistas consultados es, precisamente, ese complemento salarial para las rentas más bajas, que, junto con la reforma fiscal, más un complemento para las pensiones más reducidas, costaría al Estado unos 12.592 millones.

El palo viene desde la izquierda y desde la derecha. José Carlos Díez y Bernardos señalan que el Estado acabaría financiando a las empresas, como ocurre en Estados Unidos y en el Reino Unido, donde se aplica la medida. Empresas como Walmart o McDonald’s asesoran a sus trabajadores sobre las ayudas públicas que pueden solicitar. «Los sueldos se reducirán más», clama Bernardos. Y desde la derecha, Bernaldo de Quirós se indigna: Es una barbaridad, porque ya hay una evidencia empírica de que eso no sirve, por dos motivos: desincentiva a las empresas a pagar mejores salarios, y desincentiva a los trabajadores a trabajar más».

Los errores del cálculo

Otra de las medidas, sobre el IVA, y la reducción a dos tipos, subiendo el superreducido del 4% al 7%, con lo que subirían artículos básicos, los que más pesan en las economías de las rentas más bajas, también provoca las críticas. Todo ello lleva a De Quirós a plantear que «las cuentas no cuadran, porque todo lleva a un exceso en el gasto público».

¿Es una chapuza lo que está planteando Ciudadanos, o es la forma de estar en el centro de la política española? Rivera respira. No deja de reclamar al resto de partidos que presenten sus contrapropuestas. La indicación va para el PP, pero también para Podemos, y para el PSOE. Y Villegas sentencia: «si hay errores se corregirán, pero estamos mostrando que queremos reactivar la economía con propuestas e ideas».

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