«Colau puede representar de nuevo un cierto maragallismo»

Xavier Fina analiza los cien primeros días de la alcaldesa de Barcelona en Sense Treva con la convicción de que tiene "una trayectoria mucho más larga que su propio partido"

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Xavier Fina se ha acercado con microscopio en mano. Ha querido analizar un fenómeno que desata pasiones y crea una gran incertidumbre a partes iguales. Filósofo y analista de políticas culturales, Fina tiene claro que Ada Colau tiene por delante una carrera política de largo alcance. «Ha comenzado a asumir su responsabilidad, y ha visto la importancia de ser alcaldesa de Barcelona, capital de Cataluña, y la segunda ciudad de España, y se adapta a las nuevas circunstancias», asegura en una entrevista con Economía Digital, en el que se explaya sobre su libro Sense Treva (Pòrtic).

Fina afirma que los concejales de Barcelona en Comú, algunos de ellos, acaban las jornadas de trabajo exhaustos, y que, sinceramente, «no pensaban ganar las elecciones». El día a día supone para el equipo de Ada Colau, con Gerardo Pisarello como primer teniente de alcalde, un reto enorme.

Estabilidad, pendiente del Parlament

Todos tienen claro, según Xavier Firna, que deberían alcanzar algún acuerdo con otras fuerzas políticas para asegurar la estabilidad del consistorio. Pero eso no se ha podido alcanzar por las distintas convocatorias electorales que estaban en juego. Ahora, con unas nuevas elecciones en Cataluña, la situación en el Ayuntamiento podría depender, de nuevo, del equilibrio de fuerzas en el Parlament, con la posibilidad muy seria de que Colau pueda ser candidata con su propio partido, vinculado a Podemos.

«Colau puede representar de nuevo un cierto maragallismo, porque su ascendencia sobre determinados sectoriales sociales es muy grande, más allá de Barcelona en Comú, atrayendo desde electores de la CUP, hasta ex socialistas», asegura Fina.

Carga ideológica

En el libro, Fina se centra en el Ayuntamiento de Barcelona, con pequeños retratos sobre cada uno de los concejales. De Pisarello, Fina asegura que se trata de «un Alfonso Guerra», encargado de la «mirada estratégica». Asegura que «tiene características de dirigente de un partido tradicional de izquierdas, con una vocación de control, y una fuerte carga ideológica y un sentido del humor, como mínimo, poco expresivo».

De Jaume Asens, el tercer teniente de alcalde, Fina le llama «l’enfant terrible», con la «templanza de haberse educado en el upper Diagonal, una rebeldía de la buena, aquella que no tiene ni una pizca de resentimiento».

También se refiere Fina a Janet Sanz, la cuarta teniente de alcalde, de ICV, y responsable de urbanismo. Fina asegura que «el núcleo duro la aceptó porque no ha tenido responsabilidades de gobierno».

Liderazgo, más allá de Barcelona en Comú

Y de Gala Pin, «amiga personal de Colau», Fina sentencia que se trata de la «activista naïf», que «pertenece al selecto grupo de ‘me faltan pocos créditos’, también conocido como ‘estudios en». Sólo le faltan tres créditos para ser licencidada, una asignatura.

De todos ellos, Fina no sabe definir el futuro, pero insiste en que Ada Colau «ha demostrado un liderazgo que va más allá de Barcelona en Comú», y que podría proyectarla hacia la Generalitat.

En pocas semanas se podrá saber, después de los buenos resultados de Barcelona en Comú, junto a Podemos, en las elecciones generales del 20 de diciembre, y tras la decisión de la CUP de no investir a Artur Mas, forzando unas nuevas elecciones catalanas para el mes de marzo.

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