Compromiso verbal entre Gobierno y Generalitat sobre los lazos amarillos

Grande-Marlaska anuncia un acuerdo con el Govern para "garantizar un espacio público neutral", pero no concreta cómo se aplicará

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El Gobierno de Pedro Sánchez apuesta por la neutralidad en el espacio público ante las problemáticas surgidas por la puesta y la retirada de los lazos amarillos en Cataluña. El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska ha anunciado un acuerdo con el conseller de Interior, Miquel Buch para preservar la neutralidad de los espacios públicos tras la reunión de la Junta de Seguridad celebrada este jueves, pero no ha concretado cómo se aplicará. Al final, de lo que se trata, es de enviar mensajes para atemperar los ánimos y rebajar la tensión.

«Hay un compromiso evidente de que el espacio público es el espacio de todos los ciudadanos y de todas las ideologías; es un espacio neutral, de acuerdo, de encuentro con uno mismo y con los demás, y hay que garantizarlo», ha manifestado Marlaska en rueda de prensa. «Los espacios no tienen que estar monopolizados por nadie», ha agregado.

Así las cosas, el representante de Interior cree que la solución debe ser «establecer la garantía de un espacio en el que todos los ciudadanos puedan ejercitar sus derechos y libertades», sin especificar cuáles son los alcances reales de esa propuesta.

«Nos hemos comprometido a prestar nuestra ayuda y cooperación», agregó el ministro, que llamó a formular un «acuerdo para garantizar el espacio público», porque «hay una percepción social de que no existe un adecuado espacio público en determinadas circunstancias y zonas donde todos puedan desarrollar sus derechos y libertades».

El Gobierno propone un espacio público neutral (pero no explica cómo conseguirlo)

La reunión de la Junta de Seguridad ha contado con la participación del presidente de la Generalitat, Quim Torra, y el director de los Mossos d’Esquadra, Andreu Joan Martínez, entre otros cargos relacionados con temas de seguridad en la comunidad autónoma y en el resto del país.

El asunto de los lazos amarillos ha entrado en el orden del día después de la presión de Marlaska para debatir con el Govern sobre el problema, ante la negativa del president de la Generalitat de priorizar la polémica surgida después de las agresiones acontecidas en la comunidad autónoma por la presencia de estos símbolos en favor de los políticos catalanes presos.

En la rueda de prensa, Marlaska ha repetido en varias ocasiones que considera que lo apropiado es que el espacio público «no quede monopolizado por una sola ideología», refiriéndose de forma indirecta a los miles de lazos amarillos que decoran las calles catalanas desde las acciones judiciales contra los responsables del 1-O.

Por su parte, Buch pidió que «no caigamos en provocaciones» y opinó que no cree que haya un «problema de convivencia», recordando que «los lazos reinvindican la libertad de los presos» y su presencia ha aumentado «a partir del encarcelamiento» de los líderes independentistas.

Ni Grande-Marlaska ni Buch han ofrecido detalles de cómo se aplicará el compromiso por la neutralidad en el espacio público, si bien el ministro apuntó que los mossos «tienen parámetros» para garantizarlo y se ha mostrado convencido de que así será.

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