El juicio del ‘procés’ ya condiciona el pulso entre Valls y Colau

Manuel Valls remite una carta a las autoridades europeas para contrarrestar que les envió el viernes Colau, a la que acusa de cómplice del independentismo

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Pese a que aún no ha empezado y que aún quedan tres meses y medio para las elecciones, la influencia del juicio del 1-O ya se deja notar en la precampaña de las municipales del 26 de mayo mediante acciones concretas, como el pulso epistolar entre la alcaldesa, Ada Colau, y el alcaldable apoyado por Ciudadanoss, Manuel Valls, que en un intervalo de tres días han hecho llegar sendas cartas a las autoridades europeas transmitiéndoles visiones antitéticas de la causa judicial.

Valls envió este lunes sendas misivas al presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker; al presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, y al presidente del Parlamento Europeo, Antonio Tajani, para advertirles de «la campaña de propagada emprendida por el separatismo para desacreditar a la democracia española» a base de difundir «una versión sesgada y falsa de la situación política en Cataluña y en el España».

La carta del ex primer ministro francés es una réplica a la que Colau envió el viernes a Juncker, Tusk y Tajani, en la que la alcaldesa consideraba la celebración del juicio un «fracaso de la política, entendida como un espacio de diálogo y de negociación, y la delegación de la solución de un problema eminentemente político a instancias judiciales», y advertía que el proceso «reforzará la polarización», complicará la búsqueda de una salida negociada e la situación y servirá de «altavoz » a la extrema derecha «para difundir su ideario de odio y obtener réditos electorales».

Colau afirmaba también que la prisión provisional a la que están sometidos nueve de los 12 acusados constituye «una vulneración de los derechos de las personas encausadas a preparar una defensa efectiva», y que los delitos que se les imputan «son absolutamente desproporcionados», y acababa advirtiendo a los destinatarios de la carta de que las consecuencias del juicio son de interés para el conjunto de Europa.

Valls acusa a Colau de cómplice del independentismo

Valls, en su carta, acusa a Colau de basar su carta en «falsedades», y de hacerle el juego al independentismo para así «allanar y preparar sus pactos con los secesionistas para mantenerse en la alcaldía», convirtiendo Barcelona «en una palanca del anticonstitucionalismo y, por lo tanto, del antieuropeísmo».

El alcaldable hace una defensa cerrada de la democracia española y advierte a las autoridades europeas que «el proceso secesionista catalán» es «oligárquico, insolidario e identitario», así como «perfectamente asimilable a las tendencias políticas más nocivas que han fraguado en las últimas décadas en distintos países de Europa».

Valls, eso sí, coincide con Colau en un punto, uno solo: el de que «lo que se juzga a partir de este martes 12 de febrero tienes una trascendencia que supera las fronteras de Cataluña y de España». Pero, en su caso, porque a su juicio, lo sucedido en Cataluña en septiembre y octubre de 2017 «fue un golpe a un Estado democrático liberal de Derecho que es uno de los más leales sostenedores del proyecto de la Unión Europea». 

Guerra de relatos

Con su misiva, Valls se suma a la estrategia desplegada por el gobierno de Pedro Sánchez de tratar de desmontar el relato independentista de cara a la comunidad internacional.

El gobierno ha activado una campaña vehiculada a través de su marca España Global, y la semana pasada, Sánchez viajó a Estrasburgo y, en una alocución frente al Consejo de Europa, vindicó la calidad democrática y la independencia judicial en España y situó el discurso independentista en el saco de aquellos que se sustentan en las fake news, como los que contaminaron el referéndum del Brexit o las últimas elecciones presidenciales norteamericanas.

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