El soberanismo contraprograma al Rey con una batería de actos por el 17-A

El independentismo renuncia a boicotear al monarca, pero a cambio multiplica los homenajes para diluir el acto al que Felipe VI asiste en Barcelona

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El independentismo institucionalizado, con el gobierno de Quim Torra a la cabeza, ha acabado por dar marcha atrás y renunciar a boicotear al Rey durante el acto conmemorativo del primer aniversario de los atentados de Barcelona y Cambrils previsto este viernes por la mañana en la capital catalana.

Ahora, el planteamiento que se impone respecto de la visita de Felipe VI a Barcelona es el de lo que en el mundo soberanista se ha popularizado como “hacer un Tortosa”, en referencia a la indiferencia con la que los independentistas reaccionaron a la visita de la líder de Ciudadanos en Cataluña, Inés Arrimadas, al municipio tarraconense el pasado mes de julio tras los abucheos con los que había sido recibida  unas semanas antes en Vic.

A cambio de no repetir el abucheo del año pasado en la manifestación contra el terrorismo celebrada unos días después de los atentados, la apuesta es ahora organizar muchos más actos al margen del convocado por el Ayuntamiento de Barcelona en la plaza Cataluña con presencia de todas las instituciones, una auténtica yincana de convocatorias con las que el Govern y/o los partidos y entidades independentistas pueden celebrar sus particulares conmemoraciones en sus propios términos.

Actos y más actos

El primero de esos actos que trascendió fue la convocatoria por parte de Òmnium Cultural y la Assemblea Nacional Catalana (ANC) de una concentración este mismo viernes por la tarde frente a la prisión de Lledoners de homenaje “a los servidores públicos” y, de paso, a los líderes independentistas presos, con el exconseller de Interior Quim Forn a la cabeza.

Òmnium y la ANC ya anunciaron que no participarían en el acto oficial por la mañana y se limitarán a acudir a Lledoners, a donde también asistirán los partidos soberanistas y una representación de la Generalitat encabezada por el propio Torra.

El gobierno de la Generalitat todavía participará en un último acto el sábado por la mañana en Cambrils

Por lo que respecta al gobierno catalán, empezó la ronda de actos este jueves en Ripoll, el municipio en el que residían los terroristas, al que acudieron Torra y las conselleras Elsa Artadi y Teresa Jordà, y Alcanar, donde dos días antes de los atentados estalló la casa donde preparaban explosivos para perpetrar numerosos ataques. En el municipio del Montsià, la comitiva institucional estaba encabezada por el vicepresident Pere Aragonès y los consellers Miquel Buch, Damià Calvet y Ester Capella.

El gobierno de la Generalitat, que este viernes celebrará una reunión antes de asistir a los actos en el centro de Barcelona, todavía participará, con Torra al frente, en un último acto el sábado por la mañana en Cambrils, donde se produjo el segundo atentado horas después del de la Rambla.

Marcha silenciosa de los CDR

Por su parte, los llamados Comités de Defensa de la República (CDR), los brazos activistas del independentismo, y que tampoco acudirán a la plaza Cataluña por la presencia del monarca, han contraprogramado el homenaje con un acto paralelo, una marcha silenciosa por la parte baja de la Rambla que arrancará media hora antes que el oficial y culminará en el mosaico de Miró, el punto en el que la furgoneta conducida por Younes Abouyaaqoub puso final a su sangriento recorrido hace un año. 

Está por ver cuál será este viernes la capacidad de convocatoria de los CDR, cuya actividad e incidencia se han reducido en los últimos meses, y que ha convocado una segunda marcha por la tarde en plaza Cataluña.

En cualquier caso, la CUP se ha sumado a la convocatoria, como también lo ha hecho el diputado de Junts per Catalunya (JpC) Francesc de Dalmases, que anunció vía Twitter que acudirá a la marcha y de paso criticó a la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, por “haber invitado al Borbón” al acto oficial, pese a que es público y notorio que el Ayuntamiento no ha cursado invitaciones a nadie y se ha limitado a decir que cualquier institución que quisiera acudir era bienvenida.

Viraje en la última semana

El viraje respecto del Govern y sus satélites soberanistas en línea con las peticiones de despolitizar el acto tanto del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, como de Colau, ha ido tomando forma esta última semana. A principios de agosto, el propio Torra todavía insistía sus reproches al monarca, y Junts per Catalunya (JpC), pese a no hacer llamamientos explícitos al boicot, reiteraba que entendería que la ciudadanía expresara sus críticas a Felipe VI.

El cambio de tercio se tradujo primero en un mutismo sobrevenido sobre el asunto tanto del gobierno catalán como de la formaciones que lo integran, JpC y ERC, siguió con los desmarcajes de Òmnium y la ANC y culminó este jueves con el propio ejecutivo de Torra pidiendo que se evite politizar un acto en el que existe el consenso de que el protagonismo tiene que ser para las víctimas de los atentados y sus familiares.

Trapero y Forn no quieren protagonismo

El propio exmayor Josep Lluís Trapero pidió que no se use su imagen en la conmemoración del aniversario de los ataques, y Forn se sumó y también rechazó cualquier protagonismo, y este jueves, fue el sucesor de Forn al frente de Interior, Miquel Buch, quien, en una entrevista en Catalunya Ràdio, pidió que “cualquier debate político quede al margen” del homenaje. Al menos, del que se celebrará en el centro de Barcelona.

Al fin y al cabo, la asistencia del Jefe de Estado, como la del resto de autoridades, es inevitable, y las imágenes del abucheo del año pasado al monarca desvirtuando el homenaje a las víctimas no contribuyeron precisamente a ganar simpatías para la causa independentista, siempre pendiente de las cuestiones que tienen que ver con el relato, es decir, con la imagen que el movimiento transmite al exterior.

Manifiesto leído por Nierga

El acto de plaza Cataluña, presentado por la periodista Gemma Nierga, no incluirá parlamentos porque el protagonismo, insistió este jueves Colau, no es para las autoridades, sino “para las víctimas y sus familiares”. La previsión es que asistan al acto unos 150 heridos y familiares de las víctimas mortales de los atentados. Se han acreditado unos 700 periodistas, según fuentes municipales.

Así las cosas, está por ver si, más allá de los llamamientos del resto de los partidos y ahora incluso del independentismo institucional, habrá o no igualmente silbidos al monarca en la plaza Cataluña. Pero, en todo caso, el llamamiento de los CDR contribuye también a reducir las posibilidades de una pitada al Rey relevante en términos de decibelios, porque empuja a los más indignados con la presencia de Felipe VI a no acudir a la plaza Cataluña sino a la marcha,  convocada apenas media hora antes que el acto oficial.

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