PP y Vox ponen fin al confinamiento de sus diputados

PSOE estalla contra los partidos de Casado y Abascal por poner fin al acuerdo para reducir la presencia de diputados en las sesiones plenarias

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«Vox toca el silbato y la derechita cobarde baila», ha reprochado la portavoz del PSOE en el Congreso, Adriana Lastra, respecto de la decisión de los partidos de Santiago Abascal y Pablo Casado de poner fin al acuerdo para reducir la presencia de los diputados en las sesiones plenarias.

PP y Vox han anunciado que algunos de sus parlamentarios se reincorporarán a las labores de la Cámara Baja en breve, después de que desde mediados de marzo la presidenta del Congreso, Merixtell Batet, aplicara el distanciamiento social también en las Cortes.

La comisión de Salud del Congreso emitió desde el 14 de marzo una serie de recomendaciones para la actividad parlamentaria durante el estado de alarma por el coronavirus, entre ellas el teletrabajo siempre que sea posible. La Mesa acordó generalizar el voto telemático y pedir a los grupos que limiten el número de representantes en los plenos, que por razones burocráticas han de ser presenciales. También se ha tenido en cuenta la reducción del personal de la Cámara para no condicionar la presencia de trabajadores en plena emergencia sanitaria. Previsiblemente, la decisión de PP y Vox obligaría a aumentar el personal.

Pero los partidos de la oposición se han quejado durante todas estas semanas de que el confinamiento no puede aplicarse también a la democracia y han afeado a la coalición de PSOE y Unidas Podemos que el estado de alarma les suponga credenciales de poderes extraordinarios sin que se sometan a ningún tipo de control parlamentario.

Los partidos del Gobierno defienden que el ministro de Sanidad, Salvador Illa, comparece todas las semanas ante la Cámara, mientras que formaciones como PP, Vox y —de forma más sosegada— Ciudadanos reprochan que no se pongan a examen las medidas unilaterales del Ejecutivo.

Tras unas semanas de relativa calma en la primera línea de la política, la tensión ha escalado en las últimas jornadas y la crispación se ha abierto paso a la vez que la crisis sanitaria da visos de amainar. El giro de los grupos parlamentarios de PP y Vox esta semana son reflejo de una tensión que solo se ha endurecido con la fachada de consenso que se ha construido sobre la urgencia de relajar la emergencia provocada por la pandemia en los hospitales y la población. 

PP y Vox rompen el pacto con Batet

Entendiendo que las medidas de distanciamiento social aplicadas también al Congreso comportan el peligro de neutralizar la labor de la oposición, especialmente el control al Gobierno, PP y Vox se han desmarcado de la decisión que apoyaron hace tres semanas. Precisamente, Batet impulsó la suspensión de la actividad parlamentaria después de que varios diputados del partido de Abascal dieran positivo por coronavirus. Este lunes, un grupo de diputados de Vox acudió al Congreso, aún en servicios mínimos. La formación también rompió totalmente con el Gobierno, anunciando que no apoyará la prórroga del estado de alarma.

Abascal, que ya se ha recuperado del virus, fue uno de los primeros en aparecer en su despacho, haciéndose incluso un vídeo desde allí para criticar la gestión de Pedro Sánchez. Vox ha asegurado que sus parlamentarios trabajan «manteniendo siempre las medidas de seguridad», pero también ha pedido que se habilite la sala de prensa para poder comparecer ante los medios, que tienen restringido su acceso a la Cámara. PP ha cogido el testigo este martes, al anunciar Cayetana Álvarez de Toledo que «cuantos diputados sean posibles desde el punto de vista sanitario» ocuparán sus escaños en el pleno de este jueves.

La portavoz popular ha explicado que hasta 45 parlamentarios asisitirán al pleno en el Congreso este jueves, siempre guardando un metro de distancia entre uno y otro. Álvarez de Toledo ha afirmado que el Grupo Popular aceptó el «pacto de caballeros» con Batet para limitar la actividad parlamentaria a la luz de la emergencia sanitaria en contra de su propia convicción, pero que ahora cree que es momento de que «sepan que los diputados» del partido trabajan en primera línea.

El PSOE estalla

Los comunicados de PP y Vox han despertado la irritación del PSOE, que en su cuenta de Twitter ha asegurado que «la derecha y la ultraderecha mienten», y les ha pedido unidad para afrontar la emergencia sanitaria actual. Niegan los socialistas que el Congreso esté cerrado, recordando que Sánchez compareció los días 18 y 25 de marzo en el hemiciclo y que lo volverá a hacer este jueves para pedir la prórroga del estado de alarma. El Gobierno señala que en marzo respondió más de 1.000 preguntas de los diputados, y ha criticado que la presidenta madrileña del PP, Isabel Díaz Ayuso, no comparece ante los medios hace semanas.

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