Rivera pasa del veto a Sánchez a pedir una reunión cada diez días

El líder de Ciudadanos urge de nuevo una reunión con el presidente del Gobierno en funciones para "defender juntos la Constitución en Cataluña"

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La estrategia de Albert Rivera ha dado un giro de 180º en el último mes. El líder de Ciudadanos ha pasado de negarse durante meses a acudir a Moncloa para reunirse con Pedro Sánchez a insistir en que ese encuentro se produzca, con Cataluña como eje central de las conversaciones.

En respuesta a unas declaraciones de Sánchez de este martes en las que le reprochaba que no atendiese a sus llamadas, Rivera le ha pedido una reunión  «para defender juntos la Constitución en Cataluña». La petición se produce apenas diez días después de haber solicitado un encuentro para abordar su oferta in extremis de gobierno.

«Señor Sánchez: hemos hablado este año en Moncloa, en el Congreso y por teléfono de la situación que vive España», asegura Rivera en un mensaje en su cuenta de Twitter.

«Y sí, ante su inacción le pedí y le pido una reunión para defender juntos la Constitución en Cataluña. Aquí los importantes no somos ni usted ni yo, son los españoles», concluye.

En dos ocasiones, en junio y julio pasados, Rivera rechazó reunirse con Sánchez. El líder de Cs no quiso aceptar un encuentro antes de la primera investidura fallida, cuando fue llamado por el presidente en funciones para hablar sobre cómo desbloquear el país. Argumentó que ya se había reunido otras dos veces con Sánchez, y tenía claro su no a investirlo. “No tengo nada más que hablar con él”, dijo entonces Rivera.

Las cartas de Rivera 

Rivera publicaba este mensaje poco después de que esta misma mañana Sánchez afirmase sobre el dirigente de Ciudadanos: «No se me pone al teléfono».

«Hay políticos catalanes (…) que prefieren relacionarse conmigo a través de cartas», dijo el jefe del Ejecutivo en alusión a la estrategia de Rivera de comunicarse a través de este medio. En septiembre Rivera volvía a acceder a establecer un encuentro con Sánchez. El líder de Cs solicitó un encuentro al presidente antes de que se convocaran las elecciones del 10-N, primero durante la celebración del último Pleno del Congreso y luego a través de una carta. 

Sobre el estrado y en la carta a Sánchez, el líder de Ciudadanos recalcaba que solo se sentaría a negociar con Pedro Sánchez si se pusiera sobre la mesa la aplicación del 155.

Además, el mismo día que el Rey decidió no proponer a un candidato a la investidura (17 de septiembre), el líder de Cs solicitó, a través de otra carta, una reunión «urgente» con el fin de que Sánchez firmase las condiciones que planteaba la formación naranja a cambio de abstenerse y permitir su investidura.

Y es el líder de Ciudadanos sorprendía al plantear un nuevo escenario de cara a la finalmente fallida investidura de Sánchez: la abstención conjunta con el PP, un volantazo de última hora que no salió adelante. 

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