Bruselas rechaza la vacuna Sputnik pese al clamor de varios países de la UE
Bruselas justifica su rechazo a la Sputnik en la desconfianza a la capacidad de producción de Rusia: mientras que la UE ha fabricado hasta ahora cerca de 190 millones de dosis, Rusia tan solo 20 de la Sputnik
Incluso después de la limitación de las vacunas de Astrazeneca por su «rara» relación con casos de trombosis, la Unión Europea derrocha un optimismo en su campaña de inmunización que le permite desoír el clamor de los países respecto a la vacuna rusa Sputnik V.
Thierry Breton, comisario europeo de Mercado Interior, está convencido de que la reducción del uso del fármaco de la farmacéutica británica no impedirá que los Veintisiete alcancen el objetivo de inmunización del 70% de la población para el final del verano. Confía en Pfizer, Moderna, Johnson & Johnson y, de momento, no se plantea incluir el antídoto ruso.
El motivo es muy simple: no se fía de la capacidad de producción de Rusia. Hasta la UE ha producido cerca de 190 millones de dosis, mientras que Rusia tan solo 20 millones de la Sputnik.
“Hemos asegurado un mínimo de 360 millones de dosis de vacunas, aunque será probablemente más, en el segundo trimestre, hasta mediados de junio, y un mínimo de 420 para mediados de julio”, explicó Breton en un encuentro virtual este jueves con varios medios europeos, entre ellos El País.
Los problemas con Astrazeneca no lastrarán la vacunación
En su opinión, los ciudadanos de los Estados miembros deberían estar orgullosos. Breton reconoció que, pese a haber subestimado la importancia de la industria durante los primeros meses de campaña de vacunación, finalmente la UE ha sido capaz de aumentar la producción con rapidez. “Según nuestros cálculos, incluso si restamos 70 millones de dosis, todavía podremos alcanzar ese objetivo”, ha señalado en referencia a las restricciones a Astrazeneca.
«Incluso si restamos 70 millones de dosis, todavía podremos alcanzar ese objetivo”
Además, para lograr marcar realmente una diferencia con respecto a la situación actual, la entrega de vacunas adicionales debería tener lugar en los próximos dos, tres o cuatro meses, algo que Breton no ve factible. Aunque la Agencia Europea del Medicamento (EMA) apruebe el antídoto ruso, “se necesitará tal vez cinco, siete, diez o doce meses antes de empezar a producir. Para nosotros la carrera es ahora”, ha indicado Breton. Y ha concluido: “Tenemos suficientes vacunas de todos modos”.
De hecho, espera superar los 130 millones de dosis mensuales en el segundo semestre del año. “Vivimos en una sociedad consumista, en la que creemos que uno puede ir a Amazon y tener todo al día siguiente. No es el caso de las vacunas”, concluyó.
¿Por qué tanto optimismo?
El comisario europeo de Mercado Interior basa su optimismo en el contacto permanente que mantiene con las farmacéuticas y las visitas a las plantas de producción. “Tengo una visibilidad mucho mayor de las 53 fábricas que trabajan en Europa”, apuntó.
“Estoy mucho más seguro de lo que se entregará en el segundo trimestre, porque para fabricar las vacunas se necesitan entre 70 y 90 días en las líneas. Sabemos muy bien lo que ocurre en cada una de las fábricas de nuestro continente, incluso en términos de existencias”, concluyó.