Calviño niega la recesión aunque el mundo teme algo peor: la depresión

Los economistas extranjeros se conformarían con una recesión económica, pero Nadia Calviño dice que es "demasiado pronto" para pensar en eso

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Mientras los economistas de muchas partes del mundo se preparan para lo peor —dígase, una depresión económica—, Nadia Calviño dice que todavía es pronto para tan siquiera pensar en una recesión en España. La ministra de Asuntos Económicos ha avanzado en una entrevista con Bloomberg, este jueves, que igual no está empleando «muchas energías» en hacer previsiones económicas sino que se enfoca en tratar de «minimizar» el potencial impacto estructural en la economía española.

«No solo nos estamos centrando en la demanda doméstica, sino también en la estabilidad de los mercados financieros», ha explicado la también vicepresidenta tercera del Gobierno de Pedro Sánchez, en alusión a su objetivo expreso de que la economía española vuelva, lo más rápido posible, a la senda de crecimiento. Calviño ha defendido que, antes de la crisis sanitaria, dijo que «necesitábamos ser extremadamente prudentes con las previsiones, porque no sabíamos la profundidad y la duración de la crisis». Y lo mantiene.

Para Calviño, solo se podrá hablar de «un tipo de crisis muy diferente» si la volatilidad vista estos días en los mercados de valores se transmite hacia otros mercados, como los de bonos. En ese sentido, ha aplaudido la decisión del Banco Central Europeo de lanzar un programa de compra de activos por importe de 750.000 millones de euros. La decisión «proporciona la necesaria calma y estabilidad a los mercados de deuda para que todos podamos lidiar con esto tan rápido como sea posible», ha asegurado.

¿Estamos ante una depresión?

La palabra «depresión», en el entorno económico, empezó a circular fuertemente esta semana. Este pasado martes, Reuters informó de que cada vez más economistas estadounidenses apuntaban a ese escenario, con inversores contemplan resultados mucho más graves que una recesión. Si no es una depresión, se habla de varios trimestres de actividad económica en declive o de una crisis crediticia. En Goldman Sachs y otros bancos proyectan una fuerte contracción económica en al menos el segundo trimestre por la caída del consumo.

La revista de información financiera Barron’s ha añadido este pasado miércoles que los economistas están «preocupados» por la situación en EEUU. Pese a que los datos históricos apuntan a que es más probable una recesión (ha habido 33 recesiones desde 1854, y solo una depresión, la Gran Depresión, entre 1929 y 1938), lo acontecido en las últimas semanas lleva a los inversores a pensar que las consecuencias de la pandemia serán más severas de lo esperado. Máxime con tanta incertidumbre en el ambiente.

«El año 2020 parece estar formando una tormenta perfecta de su propia especie. Una pandemia global, tasas de interés en cero, una guerra de precios del petróleo y las elecciones presidenciales de EEUU nunca han sucedido al mismo tiempo, después de todo. ¿Será esa la receta para una depresión? Por ahora, nadie lo sabe», concluye Barron’s, no sin antes dejar claro que para muchos analistas, economistas e inversores, ya no es «demasiado pronto» para pensar, cuando menos, en una recesión.

Una encuesta a analistas de Reuters, publicada este jueves, señala que EEUU tiene un 80% de probabilidades de entrar en recesión en los próximos 12 meses pese a que la Fed ha tocado el botón de pánico en varias ocasiones ya. La economista de Bank of America Merrill Lynch, Michelle Meyer, dijo: «Creemos que la economía de EEUU ha caído en recesión, uniéndose al resto del mundo, y es una caída profunda. Aunque el declive es severo, creemos que será de corta duración».

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