CiU arrebata la hegemonía municipal a los socialistas catalanes

Los conservadores avanzan en la Comunidad Valenciana y Madrid mientras Bildu irrumpe con fuerza

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Las elecciones municipales de 2011 suponen el principio de un cambio en la hegemonía política catalana. La pérdida por parte del PSC de su plaza más preciada: Barcelona, a manos de los nacionalistas de CiU es un ejemplo claro de la nueva era.

Pero los socialistas catalanes, un partido que siempre se ha preciado de su raigambre local, han perdido otras ciudades claves: Girona y Tarragona, y tiene en el alero localidades como Badalona. Además, queda por ver de qué lado pueda caer la Diputació de Barcelona, la joya de la corona.

Los socialistas catalanes se enfrentan ahora a una travesía del desierto que puede ser dolorosa después de haber ostentado casi todo el poder en Catalunya.

CiU ha conseguido irrumpir con fuerza en las grandes ciudades. Por primera vez la federación nacionalista consigue más votos locales que sus adversarios socialistas en el conjunto de Catalunya. CiU recupera plazas como Tarragona y aspira a conseguir muchas otras poblaciones una vez que se activen los mecanismos de la negociación. El sueño de gobernar en los dos palacios de la Plaça de Sant Jaume está a punto de convertirse en realidad. Queda pues lejos la imagen de CiU como una agrupación que sólo era capaz de gestionar pueblos pequeños.

El PP ha conseguido a su vez, uno de los mejores resultados en las municipales catalanas. Aumenta su influencia en grandes ciudades, a pesar de que su poca implantación en pequeños y medianos municipios le impide que esta subida se traduzca inmediatamente en alcaldes.

ICV-EUA ha mantenido posiciones en lugares claves a pesar de ceder casi 50.000 votos respecto a las anteriores elecciones locales. Retiene así, feudos como El Prat de Llobregat. En general sus votantes se han mantenido fieles a pesar de la crisis y de su paso por la Generalitat.

ERC es una de las grandes damnificadas en un proceso que ya dura dos votaciones consecutivas. En Barcelona ha pasado, por ejemplo, de 5 a dos concejales, pero en otras grandes poblaciones ha caído en picado o incluso ha sido substituida por la pujante CUP.

Camps gana contra viento y marea

En la Comunidad Valenciana el PP ha demostrado que, de la mano de Francisco Camps, no solo se mantiene en el poder sino que aumenta su hegemonía, que no ha sido afectada ni por los escándalos judiciales ni por campañas como las relacionadas con el cierre de TV3. Enfrente, el PSOE valenciano no ha conseguido traducir su oposición en votos. A cambio, los izquierdistas de EU y los nacionalistas de Compromís entran el el Parlament .

En Madrid, la hegemonía del PP que lidera Esperanza Aguirre ha quedado refrendada con un incremento de la representación. Allí el PSOE ha visto como los votantes le daban otra vez la espalda. IU y UpyD han sido las novedades en el Parlamento de la Comunidad Madrileña, en detrimento de los socialistas.

El PP recupera Balears

Lo que se antoja perdido es el gobierno del socialista Antich en las Islas Baleares, donde parece estar más cerca, 8 años después, una nueva mayoría absoluta del PP. En las islas, los ‘populares’ recuperan el poder que les fue arrebatado por la coalición de izquierdas encabezada por el PSOE.

En el País Vasco, Bildu aparece con fuerza después de su difícil proceso de legalización. En Guipúzcoa se convierte en el partido más votado y su papel será también clave en la formación de las otras diputaciones forales de las provincias de Vizcaya y Álava.

Por lo que se refiere al conjunto de España el PSOE ve como plazas claves como Castilla-La Mancha pasaba a manos del PP de Cospedal y como ciudades como Sevilla necesitarán de muchos pactos para no cambiar de manos.

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