El PDeCAT fracasa con la venta de su sede central

El partido de Puigdemont vuelve a pagar las nóminas a los empleados con retraso

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No se ha presentado ninguna oferta formal para la compra de la sede central del PDeCAT, el partido de Artur Mas y de Carles Puigdemont. Confiaban en tener apalabrada la venta antes de fin de año. Fuentes de esta formación señalan que no se trasladarán a unas nuevas oficinas hasta que vendan el edificio de la calle Provenza de Barcelona.

En el consejo nacional del PDeCAT del pasado julio se anunció que ponían a la venta su sede central, a la que se mudaron en verano de 2016, hace tan sólo un año y medio. En realidad, el inmueble es propiedad de Convergència aunque lo disfrutan sus herederos del PDeCAT. Se trata de un edificio de siete plantas con una superficie total de 2.128 metros cuadrados. Nunca ha trascendido el precio que pagaron.

Convergència funciona en la actualidad como una empresa patrimonial. Es propietaria de decenas de locales repartidos por toda Cataluña. A causa de su situación legal –están pendientes de la sentencia del caso Palau– y de las dificultades económicas de sus herederos del PDeCAT, decidieron poner a la venta diversas propiedades. Hasta el momento no han tenido éxito.

Este lunes se hará pública la sentencia del caso Palau. La fiscalía pide a Convergència o a la formación “heredera” cerca de 6,6 millones de euros como responsable civil a título lucrativo del saqueo del Palau de la Música. El partido depositó en su momento las escrituras de quince locales como garantía de una fianza judicial de 3,2 millones de euros. Si les condenan, deberán echar mano de las joyas inmobiliarias del partido.

El mercado inmobiliario de oficinas en Barcelona se ha estancado coincidiendo con el proceso independentista, impulsado precisamente por el gobierno de Puigdemont. No es el mejor momento para vender.

La sentencia del caso Palau amenaza con empeorar la situación económica del PDeCAT

El PDeCAT sigue sin llegar a final de mes. Fuentes internas confirman que los empleados del partido –que en su inmensa mayoría están contratados por Convergència -cobraron la paga extra de Navidad pero todavía les adeudan la de diciembre. Desde la gerencia se les ha asegurado que la cobrarán antes de este 10 de enero, coincidiendo con los ingresos procedentes de las cuotas de los militantes.

Los resultados obtenidos este 21-D por Junts per Catalunya, la lista encabezada por Puigdemont, suponen un alivio económico. Aunque se presentaron como la “lista del presidente”, formalmente se trata de una coalición que garantiza a los neoconvergentes el cobro de subvenciones públicas por número de votos y diputados.

Los diputados electos que militan en el partido colaboran en su financiación. Sin embargo, estos ingresos serán mínimos. De los 34 diputados obtenidos por Junts per Catalunya, sólo 15 militan en el PDeCAT, según fuentes del partido. Curiosamente, Elsa Artadi, la principal colaboradora de Puigdemont, figura como independiente porque se dio de baja del PDeCAT hace unos meses.

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