El Tribunal Supremo rechaza la querella de Jordi Sánchez contra Casado por llamarle delincuente

La querella hacía referencia a unas afirmaciones que Pablo Casado realizó el pasado 19 de diciembre de 2021 en un acto en Zaragoza

El secretario general de Junts, Jordi Sànchez, en una rueda de prensa junto a Elisenda Paluzie / Julio Díaz (JxCat)

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El Tribunal Supremo ha inadmitido a trámite la querella de Jordi Sànchez, secretario general de Junts per Catalunya (JxCat), contra Pablo Casado, presidente del PP, por llamarle «delincuente» y afirmar que destrozó un coche de la Guardia Civil el 20 de septiembre de 2017 durante el procés. Concretamente, la querella hacía referencia a unas afirmaciones que Casado realizó el pasado 19 de diciembre de 2021 en un acto en Zaragoza: «Que un señor que ha sido condenado a 9 años de cárcel, que ha destrozado un coche de la Guardia Civil y se ha subido con un megáfono a instigar a la violencia contra las administraciones del Estado a mí (sic) no me va a dar lecciones de legalidad ni de democracia».

Y posteriormente en un tuit señaló: «El mundo al revés: un delincuente condenado a 9 años de prisión por dar un golpe al Estado y destrozar patrullas policiales denuncia a quien exige cumplir la ley y la convivencia». La defensa de Sànchez consideraba que afirmaciones como éstas podrían ser constitutivas de un delito de calumnias o, subsidiariamente, de injurias, de modo que pidió al Tribunal Supremo que investigara al líder del PP.

Sin embargo, la Sala destaca que las expresiones controvertidas «surgen en el curso de una discusión pública que versa sobre asuntos de interés público y que atañe a personas con relevancia pública lo que, de una parte, excluye, en principio, la afectación de la intimidad y, de otra, amplía los límites de la crítica permisible, tanto por la pauta que representa el modo normal en que tales polémicas discurren cuanto por el interés público subyacente». De modo que, continúa, «en estos casos, quedan amparadas por las libertades de expresión e información, no sólo críticas inofensivas o indiferentes «sino otras que puedan molestar, inquietar o disgustar»».

Para contextualizar toda esta situación hay que recordar que las palabras de Casado se produjeron después de que Sànchez anunciase una querella contra él por delitos de odio, calumnias e injurias, por unas declaraciones en las que el presidente del PP acusó al Ejecutivo central de tolerar «el señalamiento de un niño de cinco años en Canet, en Cataluña». Por otra parte, el secretario general de JxCat, Jordi Sànchez, volvió a ser el centro de la polémica hace una semana. Y es que tildó este martes pasado al portavoz de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián, de «miserable» y de «portavoz oficial de las cloacas del Estado» al haber dado credibilidad a las informaciones sobre los supuestos contactos entre el entorno de Carles Puigdemont y Rusia.

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