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Yolanda Díaz pacta con Junts retrasar el voto sobre la reducción de jornada a después del verano
El Gobierno considera que "no es el momento adecuado" para sacar adelante la reducción de la jornada y la votación se irá a otoño
La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz. Jesús Hellín / Europa Press
El Ministerio de Trabajo que dirige Yolanda Díaz y Junts per Catalunya han pactado darse más tiempo para negociar la ley de la reducción de la jornada laboral y no se debatirán las enmiendas de la totalidad al proyecto en el último Pleno del Congreso antes del verano, como pretendía inicialmente el Ejecutivo, sino que se abordará en el próximo periodo de sesiones que comienza en septiembre.
En un comunicado, Trabajo apunta a que los equipos negociadores de ambas partes se han reunido este martes en el marco de las negociaciones para sacar adelante esta ley y el partido que dirige Carles Puigdemont «ha recordado su interés en proteger a las pymes, autónomos y trabajadores de Catalunya que se enfrentan a diario con impedimentos que dificultan su actividad y crecimiento».
Junts apunta que el recorte legal de la jornada semanal de 40 horas a 37,5 «no es posible sin consenso» y que debe ser «una oportunidad para las pymes», lo que requiere «tiempo y seguir trabajando».
«Por ello, y dado que se trata de una medida importante para el Gobierno español, el Ministerio de Trabajo y Economía Social ha decidido dar más tiempo a estos trabajos para que se pueda superar la fase de totalidad en el próximo periodo de sesiones«, dice la nota consensuada con los de Puigdemont, según el Ejecutivo.
Si bien Yolanda Díaz manifestó su intención de debatir las enmiendas a la totalidad al proyecto de ley antes de terminar el curso político, el devenir de los acontecimientos (con el estallido del ‘caso Cerdán’ de por medio) y la petición por parte de Junts de más tiempo ha provocado el cambio de postura.
Preguntada por la posibilidad de retrasar la votación durante la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, la vicepresidenta Díaz dejó todas las puertas abiertas: «Seguimos trabajando para mejorar la vida de 12,5 millones de trabajadores y trabajadoras en nuestro país. Creemos que este debate debe de darse en las condiciones más favorables posibles en nuestro país«.
Fuentes del Ejecutivo ya mostraban sus dudas con que fuera el momento más adecuado, después de superar el Pleno del pasado miércoles sobre la corrupción, para enfrentarse a una derrota segura en uno de los proyectos estrella de la legislatura: el recorte del tiempo de trabajo.
El próximo 22 de julio tendrá lugar un Pleno extraordinario en el Congreso donde se votarán la convalidación de algunos Reales Decretos-Ley y otras normas procedentes del Senado, además de otros proyectos que tiene el Ejecutivo en cartera y a los que quiere dar impulso antes del verano.
El orden del día, sin embargo, aún no está cerrado, y en el seno del Gobierno se debatían entre incluir la reducción de jornada, aun a riesgo de perder esta votación, o dejarlo para septiembre. A favor: una derrota parlamentaria en verano quedaría opacada por las vacaciones. En contra: aguaría el ánimo recobrado en La Moncloa tras el arreón de los socios.
Según insisten fuentes del departamento que lidera Díaz, «el debate de la jornada tiene que estar centrado en la jornada y no en otros intereses mediáticos», lo que desaconsejaba llevarlo a votación el día 22. Además, apuntan que si los de Puigdemont han pedido seguir negociando, sería «insensato no dar ese tiempo ante un proyecto tan importante».