ERC y JxCat hacen acrobacias para no quemar puentes ni con los Mossos ni con la CUP

Pere Aragonès y Junts salen en defensa de los Mossos por los disturbios pero apoyan el debate del modelo de seguridad que pide la CUP

El vicepresidente en funciones de la Generalitat, Pere Aragonès, durante una comparecencia el 22 de febrero de 2021 en Barcelona | EFE/EF

El vicepresidente en funciones de la Generalitat, Pere Aragonès, durante una comparecencia el 22 de febrero de 2021 en Barcelona | EFE/EF

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Apoyan sin tintas medias a los Mossos d’Esquadra, pero ven obsoleto el modelo de seguridad ciudadana. Defienden el derecho de manifestación y la libertad de expresión, pero no los saqueos. Están en contra de la violencia, pero también de que se criminalicen las protestas. Estas son las cavilaciones y acrobacias de ERC y JxCat para no perder el apoyo de la CUP.

Si bien hace apenas tres días los socios del actual Govern en funciones de la Generalitat se reunieron para estudiar una reedición del Ejecutivo catalán independentista y señalaron los lunares de los Mossos —a raíz de la actuación policial en los disturbios de la última semana—, ahora hacen complejas operaciones discursivas para apagar, literalmente, incendios.

Y es que desde la policía autonómica ya reconocieron sentirse abandonados por los políticos, que metieron los disturbios por el encarcelamiento del rapero Pablo Hasél en su particular campaña postelectoral, dado que el Govern independentista solo puede reactivarse con el concurso de la CUP, que defiende la revuelta y exige a ERC y JxCat modificar la política policial.

Así, los partidos que representaron en las recientes elecciones Pere Aragonès y Laura Borràs ahora buscan la forma de contentar a los Mossos y a la CUP, una misión que se antoja complicadísima. La reunión este fin de semana entre el consejero de Interior, Miquel Sàmper, y los agentes ha supuesto la primera secuencia de esta escenificación.

Sàmper es el ejemplo perfecto de la fina y contradictoria línea en la que se mueve ahora mismo el independentismo, que no esperaba esta rebelión en plenas negociaciones para formar Govern. La CUP ha pedido la dimisión del consejero y los Mossos no han ocultado su enfado por dejarles a la intemperie, mientras su propio partido (JxCat) ha criticado al cuerpo.

Aragonès pide dilatar el debate sobre el modelo policial

La segunda secuencia ha llegado este lunes con una comparecencia de Aragonès, ahora no como presidenciable de Esquerra sino como vicepresident del Govern en funciones. El Govern sí que apoya a los Mossos, ha dicho, a la vez que ha pedido a estos «no criminalizar las protestas» y a JxCat y la CUP no convertir los disturbios «en un pim pam pum político».

Es decir, Aragonès ha pedido una de cada. Que nadie cuestione su liderazgo como vicepresidente en funciones de president, máxime ahora que el PSC ha pedido su comparecencia para que se pronuncie sobre los alborotos; que los Mossos no se pasen de la raya con las porras; y que los partidos con los que quiere pactar no le den tanta importancia a esto ahora.

El republicano sí ha censurado los saqueos, los daños al mobiliario urbano y los ataques de los manifestantes a los Mossos, pero también ha hallado la ocasión para lanzar teorías de por qué está sucediendo esto. La desigualdad, la pandemia, el «momento muy difícil» que vive Cataluña y el «contexto de represión desde hace tiempo» pueden explicar la violencia, dijo.

En todo caso, y viendo que los demás partidos le exigen hablar de los dispositivos policiales durante las manifestaciones en las reuniones que hacen para estudiar el próximo Govern, Aragonès ha pedido dejar ese debate para el Parlament, donde puede deliberarse en un formato «sereno y no en caliente» y con «una cierta distancia» de los sucesos actuales.

Y ha advertido a los demás partidos que «si desean utilizar esta situación complicada para hacer juego político, se estarán equivocando».

Manifestantes tratan de romper un escaparate de una tienda en el centro de Barcelona, el 20 de febrero de 2021, durante las protestas por el encarcelamiento del rapero Pablo Hasél | EFE/QG/Archivo
Manifestantes tratan de romper un escaparate de una tienda en el centro de Barcelona, el 20 de febrero de 2021, durante las protestas por el encarcelamiento del rapero Pablo Hasél | EFE/QG/Archivo

JxCat apoya a los Mossos tras las críticas a Sàmper

El guion de JxCat también se ha alterado este lunes, después de las críticas a Sàmper. La portavoz, Elsa Artadi, ha trasladado su apoyo a los Mossos y ha condenado el vandalismo por parte de «grupos absolutamente minoritarios» que «deslegitiman» la protesta, así como el saqueo de negocios «que llevan mucho tiempo sufriendo por el Covid».

Sin querer confirmar si Sàmper seguirá dentro del Govern en caso de lograrse un nuevo acuerdo entre independentistas, Artadi ha añadido que, pese a su apoyo a los Mossos, ha habido algunas «situaciones inaceptables» que deben revisarse, como por ejemplo la pérdida de un ojo de una joven. Eso no debería ocurrir «en la Cataluña de 2021», ha asegurado.

«Hemos visto estos días por parte de las unidades de orden público algunas imágenes y consecuencias de algunas actuaciones que han resultado en situaciones que entendemos que son inaceptables», ha afirmado Artadi, recordando que JxCat ha propuesto llevar a debate en el Parlament el modelo de orden público en Cataluña.

La también vicepresidenta de Junts ha criticado al Gobierno por el encarcelamiento del rapero, alegando que se trata de pura «cobardía política» y «dejadez de funciones». Y ha denunciado la falta de financiación de los Mossos d’Esquadra por parte del Estado, lo que a su juicio ha provocado una pérdida de agentes y de material.

La CUP presiona con la reforma de los Mossos

«En el origen [de los disturbios] siempre hay una actuación policial desproporcionada». Así se ha manifestado este lunes el diputado electo de la CUP, Carles Riera, explicando que el cambio de modelo policial es uno de los ejes que su formación plantea en las negociaciones con ERC y JxCat de cara a una aún hipotética investidura de Aragonès.

Riera ha insistido en que «puede haber pistas» de que los altercados se inician gracias a la «infiltración policial» entre los manifestantes y ha recalcado que «no se puede comparar ninguna violencia con el hecho de que una persona pierda un ojo». Todo ello, después de que el partido dijese el viernes que la actuación de los Mossos complicaba las negociaciones.

Tras estas declaraciones, y antes de la comparecencia de Aragonès como vicepresident, ERC se mostró dispuesta a «hablar» con la CUP del cambio de modelo policial. La portavoz republicana, Marta Vilalta, insistió en que el mejor lugar para debatir el asunto es el Parlament, «en el marco de una comisión o en un lugar donde sea posible debatirlo».

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