El Gobierno desautoriza a Garzón pese a que el debate de la carne está en su agenda 2030

La parte socialista del Gobierno critica la propuesta de Garzón tras reconocer que la medida se incluye en la Agenda 2050 de Pedro Sánchez, pero "ahora no toca"

El ministro de Consumo, Alberto Garzón. EFE/ Raúl Caro./Archivo

El ministro de Consumo, Alberto Garzón. EFE/ Raúl Caro./Archivo

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Las tensiones en el Gobierno de coalición afloran de Moncloa. El desaparecido ministro de Consumo, Alberto Garzón, destapó este jueves la caja de los truenos con un tuit donde animaba a comer «menos carne» para tener «más vida». Enseguida, la parte socialista del Ejecutivo no tuvo piedad con su compañero lanzando varias críticas a su propuesta.

Fuentes gubernamentales reconocen a Economía Digital que el debate de la carne está en la agenda del Gobierno, «pero ahora no toca».

No toca por muchos asuntos, entre otros, «porque es una propuesta de largo alcance», es decir, que al cambiar un hábito arraigado en la sociedad, la tendencia debe de revertirse poco a poco y con pequeñas medidas que pasen desapercibidas y también para dar tiempo a los mayores productores para que modifiquen sus negocios conforme a los acuerdos internacionales, explican dese Moncloa.

El ‘factor electoral’ también se encuentra en estos momentos entre las críticas de Moncloa. «Un mensaje tan directo espanta a cualquiera», señalan y explican que la cifra total de negocio del sector representa al 2,4% del total del PIB español.

El ministro de Consumo consiguió enfadar este jueves a varios ministros con su mensaje a través de las redes sociales. Incluso, el presidente del Gobierno desde Lituania desacreditó a Garzón centrando el debate de la carne poco menos que a la par del paro o de la crisis económica.

Pero lo cierto es que el ministro solo cumple con los compromisos de España: la Agenda 2030 y la ya olvidada Agenda 2050 de Pedro Sánchez.

En ambas se refleja la propuesta con fragmentos que destacan lo «necesario» que es «reducir el consumo de ciertas materias primas y productos. Esto significa que, en las próximas décadas, la población española tendrá que reducir su ingesta de alimentos de origen animal, la cantidad de prendas de ropa que compra, o el número de dispositivos digitales y electrodomésticos nuevos que adquiere al año».

 «Numerosos estudios señalan que el consumo de carne de la población española es entre dos y cinco veces superior al recomendable«, señala la Agenda 2050 que presentó Sánchez hace menos de dos meses.

Lluvia de críticas

El sector ganadero ha sido el primero en responder al ministro de Consumo y pedir su dimisión si no rectifica. La Asociación Agraria Jóvenes Agricultores (Asaja) de Valladolid emitió un comunicado en el que solicita el cese inmediato de Garzón si no rectifica por citar datos «desmentidos por la FAO», la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura.

En la misiva tachan de inamisible «que un ministro promueva un mensaje en la sociedad falso y lleno de errores que van a perjudicar a un sector que es ejemplar en sostenibilidad». Según indican, «es radicalmente falso que ganadería produzca un 18% de los gases de efecto invernadero del todo el planeta como publicó la FAO erróneamente en un informe de 2006«.

Fuentes de Consumo señalan que el ministro basa su recomendación de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aesa), que indica como cantidad de consumo recomendada entre 200 y 500 gramos y en la alerta de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que señala que el consumo excesivo de carne roja puede ser perjudicial para la salud.

Sin embargo, el ministro tampoco se ha librado de las críticas de sus compañeros: los ministros del Gobierno que desvelan que el compromiso de España va encaminado hacia su propuesta. Así y tras las quejas de los ganaderos, el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, aseguró que «señalar con el dedo al sector cárnico no me parece justo».

«Mi opinión sobre el sector ganadero está siendo objeto de críticas profundamente injustas y merece un respeto por el trabajo honesto que hace por todos nosotros en la alimentación y en la economía», dijo Planas.

El rifi-rafe continuó cuando Planas aseguró que el ministro de Consumo no le detalló su campaña y, posteriormente, Garzón aseguró a los medios que sí lo ha hecho.

También el presidente Pedro Sánchez apostilló desde Lituania que «donde esté un buen chuletón al punto, eso es imbatible».

El presidente de Castilla-La Mancha y barón socialista, Emiliano García-Page, dijo directamente que «en Madrid se dicen muchas tontás por parte de la clase política, que no termina de enterarse de lo que pasa en este país», refiriéndose a la propuesta del ministro.

Desde Unidas Podemos defienden en voz baja al ministro recordando que «es una propuesta que figura entre los objetivos del Gobierno de coalición y en la agenda internacional». Pero solo el portavoz de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián, defendió públicamente al ministro con el siguiente tuit:

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