Josep Vilarasau: “Simplemente no veo la independencia”
El expresidente de La Caixa recuerda que fue “jubilado” por una ley elaborada para su propio caso
En un momento de gran efervescencia, y con una gran prudencia mostrada por los principales ejecutivos financieros catalanes, que no quieren pronunciarse sobre el movimiento independentista, ha surgido este martes una voz autorizada.
El expresidente de La Caixa, Josep Vilarasau, ha asegurado que no ve la independencia de Catalunya. Sin entrar en los motivos, y preguntado al respecto en Catalunya Ràdio, Vilarasau ha insistido en que “simplemente” no la ve, sin valorar si su negativa se basa en los aspectos económicos o sociales.
Vilarasau acaba de publicar sus memorias, El extraño camino a La Caixa (RBA), en las que explica su experiencia en el mundo financiero, que es, de hecho, el relato de la transformación del sector bancario catalán y español en las últimas décadas.
La Ley Financiera del PP y CiU
En la entrevista, Vilarasau ha recordado que una ley, prácticamente elaborada para su propio caso, le obligó a jubilarse y dejar su responsabilidad en La Caixa. Fue la Ley Financiera, aprobada por el PP con el apoyo de CiU en 2002, que limitaba la edad de los consejeros de las cajas a un máximo de 70 años.
Aquella ley obligó a Vilarasau, a su pesar, a dejar la presidencia de La Caixa, y poco tiempo después la misma legislación dejaba a otro presidente fuera de su responsabilidad, Antoni Serra Ramoneda, al frente de Caixa Catalunya. A los dos ejecutivos se les asociaba, en aquel momento, como próximos a la órbita socialista, o, en todo caso, distantes con los gobiernos de CiU.
Buena relación con Fainé
Vilarasau ha asegurado que tiene buena relación con el actual presidente de La Caixa, Isidro Fainé, y que éste le pide consejo de vez en cuando. “Pero yo no me meto, él lo hace muy bien”, ha afirmado.
Vilarasau ha recordado que él capitaneó la apertura de oficinas de La Caixa fuera de Catalunya y Baleares, con un argumento muy sólido. “No podía condenar a La Caixa a que tuviera sólo un 20% de la riqueza española”. Y aprovechó la legislación europea, de finales de los años ochenta para reclamar al gobierno español que permitiera la expansión de La Caixa en el conjunto de España.
El ministro de Economía, Carlos Solchaga, admitió, ante Vilarasau, que no era muy lógico que una entidad de Hamburgo, por ejemplo, pudiera abrir oficinas en La Coruña y no lo pudiera hacer la entidad catalana en el resto de España.
Ahora CaixaBank, el banco de La Caixa, tiene fuera de Catalunya el 70% del volumen de negocio.