Duro Felguera quiere evitar el concurso de acreedores: busca pactar su reestructuración antes del 31 de julio
La compañía, que acaba de anunciar la aplicación de un ERE, no pasa por su mejor momento
El 31 de julio será una fecha clave para el futuro de Duro Felguera. La compañía tiene de plazo hasta ese día para evitar el concurso de acreedores y alcanzar un plan de reestructuración con los acreedores, después de que el Juzgado de lo Mercantil número 3 de Gijón haya fijado la última jornada del mes como fecha límite.
La situación de la empresa no es nada fácil. Tras solicitar el preconcurso de acreedores al juzgado asturiano a finales del año pasado, hace unas semanas tramitó la petición para extenderlo de forma extraordinaria. De esta manera, el plazo para lograr un plan de reestructuración, del que solicitará la homologación judicial, se ha ampliado desde el 12 de junio al 31 de julio.
Choque entre Espinosa y los accionistas minoritarios
Al afectar a la situación patrimonial de la compañía, ha reconocido que el plan de reestructuración implica riesgos para los accionistas, si bien no ha concretado el impacto que podría tener sobre otros actores como los acreedores. Por el momento, Duro Felguera ha asegurado que las negociaciones están avanzando y que se están definiendo cuestiones vinculadas al impacto patrimonial de la firma.
Por su parte, la Sindicatura de Accionistas Minoritarios (SAM) de la empresa no solo ha rechazado el relato en la junta de accionistas del presidente ejecutivo de Duro Felguera, Eduardo Espinosa, sino que también ha dejado bien claro que reclamará responsabilidades si se perjudican sus ahorros.
Espinosa avanzó algunas de las líneas maestras del plan de reestructuración. En relación con el ámbito financiero, señaló que se priorizará el control de la tesorería y mencionó algunas de las actuaciones impulsadas como la aplicación de un sistema de seguimiento puntual de pagos, la renegociación de plazos con proveedores y el refuerzo de la interlocución con clientes y entidades financieras para la reestructuración de la deuda.
También apuntó que ha analizado de forma exhaustiva la cartera de contratos para salir de aquellos que resultan «insostenibles» y comprometen la continuidad de la firma. A la vez, concretó que se habían renegociado los susceptibles de continuar y se había cancelado el proyecto en Sines y el proyecto fotovoltaico Covatillas, con una pérdida estimada de 15 millones de euros y 9,7 millones de euros, respectivamente.
Los accionistas minoritarios, que han votado en contra de la gestión, las cuentas y el resto de acuerdos, mostraron su descontento por que el presidente de Duro Felguera tratara de convencerles de que tras una auditoria externa «creyesen que tenía una necesidad puntual de liquidez y no una situación muy grave«.
Acuerdo con la SEPI
En el delicado contexto en el que se encuentra la compañía asturiana, ha alcanzado un acuerdo con Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) para la reestructuración financiera de la deuda, en el que se contempla la rebaja de tipos de interés, pero también el alargamiento de plazos.
El pacto motivó al socio mayoritario de Duro Felguera, Mota-Engil Mexico a aportar más capital una vez esté firmado el trato con el ‘holding’ público empresarial que depende del Ministerio de Hacienda encabezado por María Jesús Montero.
ERE en Duro Felguera
La empresa ha anunciado que acometerá un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) en varias de las empresas del grupo, si bien no ha especificado el porcentaje exacto de trabajadores que se verán afectados, puesto que la cifra se deberá definir durante las negociaciones. No obstante, fuentes cercanas a las conversaciones barajan que la cantidad de empleados afectados por el expediente pueda rozar los 700 empleados.
La compañía ha asegurado ante la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) que existen «causas objetivas» de carácter económico, productivo y organizativo para poner en marcha el procedimiento. A la vez, espera que se produzca un «diálogo productivo» entre las partes implicadas para adaptar la empresa a «sus necesidades presentes y a los desafíos de su plan de futuro».
Entre los centros de trabajo que se verán afectados también figuran los de Asturias, Huelva y Madrid de DF Energy Storage, así como los queDF Intelligent Systems y DF Green Tech tiene desplegados en Asturias. Con todo, la compañía ha optado por no incluir dentro del expediente DF Mompresa y DF Calderería Pesada.