La CUP exige como condición para apoyar a ERC la expropiación de pisos

Las negociaciones para formar el nuevo Govern independentista tras el 14-F cuentan con un nuevo condicionante: la CUP ha exigido a ERC la expropiación de viviendas a entidades financieras y grandes tenedores para incorporarlas al parque público de vivienda. Esta medida, recién impuesta por el Ejecutivo balear, lleva años en mente de los antisistema y se incluye ahora en su plan de rescate social que han propuesto para, a cambio, apoyar la investidura de Pere Aragonès.

La formación de izquierda radical propone “expropiar de manera inmediata y por razones de interés general todo el parque de viviendas vacías” y, además, a diferencia de la norma balear, reivindica que se produzca sin ningún tipo de compensación económica a los afectados, según ha adelantado este viernes El Mundo.

Esta opción no es descabellada para el partido presidido por Oriol Junqueras. Su programa electoral prometía el desarrollo de un “plan de movilización de vivienda ya existente para usos sociales a través de fórmulas diversas”. Y entre esas fórmulas mencionaban “la adquisición, la cesión, los incentivos fiscales o la expropiación”.

Según ha recordado el citado diario, no es la primera vez tampoco que los republicanos se muestran cercanos a las expropiaciones. En las elecciones municipales de 2029, su candidato a la Alcaldía de Barcelona, Ernest Maragall, se mostró a favor de estas incautaciones “si fuesen necesarias”.

La CUP aprovecha su protagonismo en las negociaciones

Así, la CUP se aprovecha del protagonismo que ha adquirido para formar gobierno. Y es que ERC y JxCat dependen de los nueve diputados que aportarían los anticapitalistas. Tanto es así que incluso ha convencido a los de Pere Aragonès para estudiar la disminución de poder al cuerpo de los Mossos d’Esquadra.

Entre las condiciones de los cupaires también se encuentra la revisión de los dispositivos de seguridad, especialmente en las manifestaciones. De hecho, la líder de la CUP, Dolors Sabater ya anunció un “primer acuerdo” con ERC para que la brigada móvil de los Mossos (Brimo) no se apersone en los desahucios en Cataluña y para que los agentes policiales desistan del uso de las balas de foam en las movilizaciones.

Además, según Sabater, el acuerdo contempla que la Generalitat se retire de las acusaciones contra activistas o protestantes implicados en episodios de violencia.

Los anticapitalistas desplazan a JxCat

Las negociaciones avanzan lentamente por los escollos que se van encontrando en el camino. La CUP no solo ha exigido la expropiación de vivienda o disminuir el poder de la Brimo, sino que también ha mostrado aspiraciones institucionales en su deseo de presidir el Parlament. Incluso ERC le animó a ello, “Está bien que, en el caso de que tengan otras aspiraciones en el ámbito parlamentario, las pongan sobre la mesa”, señaló el presidente de ERC en el Parlament, Sergi Sabrià.

Paralelamente, JxCat reconoció una cierta preocupación al respecto. Esto implica que no solo perderán la presidencia de la Generalitat, en el tanto ERC le gana en escaños, sino que el cambio de cromos del Govern y la Cámara catalana le dejaría sin el cargo que actualmente ostenta el republicano Roger Torrent.