Aragonès culpa a la «baja calidad democrática» de España de los disturbios por Pablo Hasél

El vicepresidente de la Generalitat condena la violencia "sin paliativos" pero relativiza las causas de los disturbios y los ataques a la policía

Pere Aragonès en una sesión de la Diputación Permanente del Parlament, en febrero de 2021 | Parlament de Catalunya/Archivo

Pere Aragonès en una sesión de la Diputación Permanente del Parlament, en febrero de 2021 | Parlament de Catalunya/Archivo

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Después de condenar «sin paliativos» la violencia observada en las protestas contra el encarcelamiento de Pablo Hasél en las últimas semanas, Pere Aragonès ha pedido a la Diputación Permanente del Parlament no quedarse solo en los hechos recientes y abordar las razones de fondo que a su entender han provocado esta oleada de «malestar social».

El vicepresidente en funciones de president de la Generalitat ha comparecido este miércoles en la Cámara catalana para hablar sobre los disturbios de los últimos días. Señalando que las agresiones a cuerpos policiales, los daños al mobiliario urbano y los saqueos a comercios corresponden a una «minoría», Aragonès ha intentado relativizar el asunto.

El dirigente de Esquerra Republicana ha asegurado que la «calidad democrática baja» de España, que «condena a artistas por lo que escriben o dicen», es «el detonante» de los altercados. «Parece que se nos ha olvidado. Recordad esta cuestión porque si no estaríamos haciendo un abordaje incompleto», ha subrayado.

Aragonès ha instado a no dar por buena la actual democracia, sino a «trabajarla».

«España no es la mejor democracia del mundo»

«Una sociedad democrática y madura no es el país europeo con más artistas condenados. El Estado español no es la mejor democracia del mundo ni mucho menos«, ha afirmado, criticando que, tras casi tres años en el Gobierno, Pedro Sánchez aún no haya derogado la «ley mordaza» ni «todos los delitos contrarios a la libertad de expresión» del Código Penal.

Aragonès ha asegurado que el Govern «condena todo tipo de violencia» y entiende que «la violencia no puede ser aceptada en una sociedad avanzada como la catalana». Pero también ha hecho un llamamiento para «no quedarnos solo en los hechos sucedidos en los últimos días» porque «si nos quedásemos aquí no haríamos nuestro trabajo».

«Quiero recordar que el origen de las protestas es el encarcelamiento de Pablo Hasél y eso es absolutamente difícil de entender», ha dicho, vituperando artículos del Código Penal «claramente superados». Asimismo, ha destacado «otros malestares» de la sociedad catalana en general y de la juventud en concreto, que también explicarían los disturbios.

«Todos entenderán, que no quiere decir justificar sino comprender, una parte del malestar», ha añadido, animando a buscar «soluciones de carácter estructural» a problemas como la vivienda, el paro y la precariedad. «Nos hemos de emplazar a trabajar conjuntamente […] a hacer frente a las causas de fondo que han motivado las protestas de estos días«.

Críticas de la oposición

La oposición ha cuestionado las palabras de Aragonès y ha censurado su funambulismo intelectual para tanto condenar la violencia y manifestar su apoyo a los Mossos d’Esquadra como justificar las convulsas manifestaciones de las últimas semanas.

El líder de Ciudadanos, Carlos Carrizosa, ha asegurado que «estamos sufriendo una estrategia perversa de partidos separatistas incapaces de dar otro golpe en nuestras instituciones y que ahora quieren que otros tomen el relevo». «Es una forma de golpismo que no precisa romper el Estatut o la Constitución, sino atemorizar a los catalanes», ha dicho.

Por su parte, Eva Granados, representante del PSC, ha animado a Aragonès a responder si la Generalitat se presentará como acusación contra los vándalos o si ofrecerá defensa a los Mossos. Lo ha exhortado en un momento en el que ERC negocia el futuro Govern con JxCat y la CUP, formación que exige un boicot a la policía autonómica para apoyarle.

Jéssica Albiach, portavoz de los comuns en el Parlament, se ha mostrado de acuerdo con Aragonès con que «es necesario hablar de la violencia del sistema, la violencia estructural». También ha dicho que en la próxima legislatura debe crearse una comisión sobre el orden público para abordar las balas de foam y la participación de la Brimo en los desahucios.

La CUP ha defendido que la juventud no es violenta sino «violentada» y el PP ha cargado contra el discurso «moralmente» incorrecto de Aragonès y ha manifestado su apoyo a los sindicatos de los Mossos que han denunciado la falta de apoyo político para afrontar las manifestaciones.

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