Nueva York convertirá EEUU en el epicentro del coronavirus

El estado de Nueva York acumula más de 30.000 contagios y miles de neoyorkinos están huyendo a otras ciudades

Un transeúnte camina por la desértica Times Square de Nueva York durante la crisis del coronavirus. EFE

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Después de varias semanas de negación por parte de Donald Trump, el Gobierno de Estados Unidos no tiene más remedio que tomarse realmente en serio la amenaza del coronavirus. El país está camino de convertirse en el próximo epicentro de la pandemia, con más de 55.000 contagios confirmados, de los que más de 30.000 han tenido lugar en el estado de Nueva York.

El gobernador de «La Gran Manzana», Andrew Cuomo, ha advertido al resto del país este miércoles que «somos vuestro futuro», al comprender lo fácil que es que la situación que él vive se replique en todo el territorio.

Las infecciones computadas en EEUU superaron las de España y están ahora mismo tan solo por debajo de las registradas en China e Italia. Cada estado está reaccionando por cuenta propia, lo que ha elevado la figura de Cuomo, que no ha escatimado en críticas y demandas a la Casa Blanca por una gestión que considera insuficiente para frenar el avance del Covid-19

Dirigentes del Gobierno federal finalmente han enfatizado este miércoles el duro golpe que está viviendo el estado de Nueva York, y principalmente la ciudad homónima, con un impacto cinco veces superior al del resto del país.

Una de las preocupaciones actuales es que, al parecer, muchos neoyorquinos están huyendo a otros estados o ciudades, por lo que la Casa Blanca ha solicitado a estas personas que entren en cuarentena durante dos semanas.

En materia sanitaria, Trump ha asegurado este miércoles que envió 4.000 respiradores a Nueva York, cumpliendo una de las exigencias de Cuomo. El presidente estadounidense también dijo que tuvo una constructiva conversación con el gobernador, en la que le comunicó que están avanzando más de lo proyectado en la construcción de cuatro hospitales de campaña.

La ciudad, que registra más de 200 muertes por el coronavirus, está confinada desde el lunes 23 de marzo. Pero las medidas se extremarán: Cuomo ha anunciado este miércoles que se empezarán a cerrar las calles y a bloquear el tráfico, además de prohibir los deportes de contacto como el baloncesto en los parques públicos. Y, pese a que Trump dijo que enviará 4.000 respiradores, el gobernador insiste en que se necesitan 30.000 para asegurarse de que todos los infectados graves que se proyectan tengan uno. Cuomo se comprometió a devolverlos personalmente cuando la pesadilla acabe.

La densidad atemoriza a Nueva York

Los casos del nuevo coronavirus en el estado de Nueva York representan un 7% del total mundial computado por la Organización Mundial de la Salud. La densidad demográfica de la ciudad del mismo nombre es el verdadero «enemigo» en esta crisis sanitaria, advirtió The New York Times el pasado lunes. Si la lucha contra el virus se centra en disipar todas las aglomeraciones, que Nueva York sea la ciudad más densamente poblada de EEUU (tiene 28.000 residentes por cada milla cuadrada, o 2,5 km cuadrados) ha ayudado a que el Covid-19 avance mucho más rápido.

Por ello, los contagios se triplican cada tres días. En la ciudad hay un 40% más de casos per cápita que en Italia. Pero Cuomo no se rinde y este miércoles ha afirmado que todo indica que las medidas de distanciamiento social están siendo efectivas, toda vez que la tasa de hospitalización está bajando. Lo ha dicho con ilusión realista: «Esto es demasiado bueno para ser verdad, pero la teoría es que, dada la densidad con la que trabajamos, el virus se propaga más rápidamente, pero si se reduce la densidad se puede reducir rápidamente la propagación».

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Alessandro Solís Lerici

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