Podemos e IU se dan hasta febrero para ampliar su espacio político en Andalucía

Las dos formaciones elaboran un calendario para cerrar sus alianzas con otros partidos y elaborar una hoja de ruta de cara a un posible adelanto electoral

Alberto Garzón, ministro de Consumo en el Congreso. Foto: EFE

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Unidas Podemos e Izquierda Unida se ponen las pilas en Andalucía y marcan las líneas generales a seguir ante un posible adelanto electoral en primavera en Andalucía.

La coalición descarta esperar a Yolanda Díaz y se han dado hasta finales de febrero, el 18, para ampliar su espacio político con o sin la vicepresidenta. «Se trata de estar prevenidos ante un adelanto electoral», aseguran en exclusiva a Economía Digital.

Las dos formaciones son conscientes de que la fragmentación de la izquierda en Andalucía pasará una enorme factura en las urnas si no son capaces de sumar esfuerzos.

De ahí que se hayan puesto de plazo en torno al próximo 14 de abril para cerrar sus listas en cada circunscripción provincial mediante listas participativas y elegir así a sus próximos candidatos.

Según el último Barómetro Andaluz, que agrupa a Podemos e IU, atribuye un 11 por ciento de los votos y entre 12 y 14 escaños, mientras que a Adelante Andalucía, el partido de Teresa Rodríguez, le otorga el 2,9 por ciento de los votos y entre cero y un escaño. 

Cuando Podemos e Izquierda Unida concurrieron juntos en las últimas elecciones lograron 17 diputados. Esta coalición es la que más cae en el sondeo y ante ello intentan poner remedio estos días mediante reuniones que han dado sus frutos con un calendario de trabajo.

La complicada tarea de crear alianzas en Andalucía

Estos días todo gira en torno al espacio confederal a nivel nacional que pretende afianzar la vicepresidenta Yolanda Díaz a la izquierda del PSOE.

Pero en la izquierda andaluza no las tienen todas consigo y algunas fuentes de Podemos dan por hecho que Díaz ni lo intentará en su territorio porque, precisamente, será la derrota del sector en estas autonómicas lo que le podría dar la fuerza definitiva para impulsar su alianza nacional.

En Podemos son conscientes de que todavía no tienen candidato y su líder, Martina Velarde, es una desconocida para el 90% de encuestados en los diferentes sondeos avanzados. Tampoco parece sencillo tender puentes con Teresa Rodríguez, tras la abrupta ruptura con los morados.

La fotografía hasta el momento era que la izquierda concurrirá dividida en tres listas en buena parte de las circunscripciones. El líder de Más País, Iñigo Errejón renunció hace dos años a presentarse en las circunscripciones que repartieran menos de siete escaños, para no perjudicar al bloque de izquierdas.

Sin embargo, en otros territorios como Andalucía, el peligro es que finalmente coincidan cuatro listas pescando en el mismo caladero. Dicho y hecho. Precisamente, Errejón también se ha adelantado a la posible alianza de Díaz renunciando a presentarse con sus siglas y anunciando su unión a una plataforma de partidos andalucistas.

Según el último barómetro del CIS, la mayoría de quienes votaron a Errejón en 2019, prefiere a Yolanda Díaz como próxima presidenta del Gobierno, antes que al propio cabeza de lista por el que se decantaron.

Todo un golpe al liderazgo de Errejón y un arma negociadora para la vicepresidenta que puede amenazar a Más País con llevarse sus votos tanto si se suman como si no. Aunque ahora el de Más País sea el que ha cerrado una coalición que puede frenar las opciones en Andalucía a la vicepresidenta.

La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz. EFE

Yolanda Díaz ya conoce de primera mano lo que supone crear una nueva plataforma para concurrir a unas elecciones. Alternativa Gallega de Izquierda (AGE) fue el nombre con el que José Manuel Beiras y Díaz bautizaron en el 2012 a la coalición anticapitalista para las elecciones al parlamento gallego fruto de la unión entre Anova (escisión de BNG), Esquerda Unida, Equo Galicia y Espazo Ecosocialista Galego.

Se convirtieron en tercera fuerza, con nueve diputados y donde Pablo Iglesias participó en aquellos comicios como asesor de campaña. Entonces, el exlíder de Podemos ya tomó buena nota a la hora de poner en marcha años más tarde el partido morado.

Ahora la vicepresidenta ya sabe o que cuesta poner en marcha una plataforma política y que tenga éxito y, por eso, desde su entorno aseguran que lo lleva «discretamente» y «con calma».

Los defensores de la suma de las izquierdas advierten de que el fracaso en las andaluzas será el espaldarazo definitivo para que la vicepresidenta avance en su proyecto para las generales. De ahí que Podemos e IU ya estén aprobando un calendario para no dormirse en las próximas elecciones si no aparece Díaz por Andalucía.

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