El PP de Madrid saca pecho de los diez años de libertad horaria del comercio: «Aumenta el empleo»

La modificación normativa también se ha correspondido con un aumento en la recaudación fiscal de la Comunidad de Madrid

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, junto a sus antecesores Alberto Ruíz Galardón y Esperanza Aguirre.

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Si hay una organización dentro del Partido Popular que lleve la batalla de las ideas como estandarte es el PP de Madrid. Cetro del poder regional de los conservadores, donde llevan gobernando ininterrumpidamente más de veinte años, es el laboratorio habitual de ideas que exportar después al modelo nacional. De hecho, es el mayor ejemplo del liberalismo económico que los populares promulgan. Y, precisamente por ello, ahora que se cumplen 10 años de la puesta en marcha de una de las medidas estrella, la actual presidenta regional, Isabel Díaz Ayuso, no piensa dejar pasar la oportunidad de presumir de ello.

Se trata de la conmemoración del décimo aniversario de la promulgación de la Ley 2/2012, de 12 de junio, de Dinamización de la Actividad Comercial en la Comunidad de Madrid, conocida también como “ley de libertad de horarios comerciales». Según un informe elaborado por el Gobierno madrileño al que ha accedido Economía Digital, todo parte de la «premisa de la libertad, de que ¿quién es el Estado para imponer a un empresario el horario en el que debe prestar sus servicios a la sociedad? ¿Por qué debe el ciudadano modificar sus horarios para acudir a un comercio en función de lo que imponga el Estado, y no en función de su acuerdo libre con el empresario?».

La Comunidad de Madrid ha sido pionera en la eliminación de trabas en el sector del comercio, al establecer la plena libertad de apertura comercial en domingos y festivos, así como al eliminar las autorizaciones autonómicas necesarias para la implantación de establecimientos, contribuyendo de esta manera al crecimiento económico y regional. Pero no sólo se trata de sacar pecho por las decisiones políticas, sino que las cifras han acompañado. «Aumenta el empleo», sostiene el consejero autonómico de Hacienda, Javier Fernández-Lasquetty, en dicho documento.

Madrid, destino comercial

En concreto, el impacto de la modificación normativa no ha sido solo positivo en la creación de empleo en el sector empresarial, sino que también se ha correspondido con un aumento en la recaudación fiscal de la Comunidad de Madrid. Por otro lado, la opinión recogida de la ciudadanía de la región en el estudio confirma también esta adecuación a sus intereses, puesto que, pese al incremento de las compras en línea, se mantiene una estrecha vinculación con el comercio de proximidad, valorando muy positivamente la libertad comercial.

También ha servido como herramienta de impulso a la Comunidad de Madrid para convertirse en uno de los mejores destinos de compras a nivel europeo (sólo por detrás de Londres), «contribuyendo, de esta forma, al fomento del turismo y, con ello, a la dinamización del consumo y al incremento de las ventas de los comercios de toda la Comunidad».

El impacto es medible. En materia de empleo, entre los años 2012 y 2019 ha crecido un 6,7%, con especial incidencia en las empresas de 3 a 99 trabajadores. En lo que supone comercio en línea, en los diez años transcurridos desde la entrada en vigor de la Ley, la compra por internet ha pasado de suponer el 0,7% de las ventas totales al 7,4%, facturando más de 51.600 millones de euros en 2020. Los comercios, además, han adaptado su tecnología.

El empleo en comercio, mayor que en Valencia o País Vasco

Y parece satisfacer a la ciudadanía: la adaptación de los horarios comerciales al ritmo de la vida de los ciudadanos y a su disponibilidad de tiempo es valorada con un 7 sobre 10. Los madrileños valoran con un 8 sobre 10 que los establecimientos estén abiertos cuando pueden ir a comprar. Los madrileños valoran con un 10 que ha sido adecuada la libertad de horarios. Las preferencias de los madrileños concuerdan con el objetivo de la Ley, es decir, el comercio de proximidad, la tienda física y que los establecimientos estén abiertos cuando los usuarios gozan de disponibilidad para ir a comprar. Y cerca del 30% de los establecimientos de la Comunidad de Madrid aplican la libertad de elección de horarios. Sobre todo, los establecimientos de alimentación.

Pero, según ha podido saber este periódico de fuentes de la Consejería de Hacienda madrileña en base a sus propios datos, en Madrid, el comercio ha crecido más y mejor que en otras CCAA mucho más restrictivas. Por ejemplo, el empleo en el sector del comercio de la Comunidad de Madrid creció un 13,4% entre el segundo trimestre de 2012 y el último de 2019, mientras que en España lo hizo en un 5,7%.

Comunidades más restrictivas como Aragón (-15,7%), País Vasco (-1,4%) o Valencia (+11,8%) tuvieron crecimientos menores en el mismo periodo, cuando no experimentaron disminuciones de empleo en el sector.

En cuanto a la evolución de los sueldos y salarios en Madrid, en 2012, eran un 20% superiores a la media nacional y en 2019, ese porcentaje se eleva hasta un 33%. En 2012, el salario bruto de un trabajador del sector comercial en Madrid era de 14.400 euros; en 2019 es de 24.968 euros. En cuanto a las ventas, se ha incrementado un 20% desde mayo de 2012 a septiembre del 22 (último dato disponible), y en España no llega al 5% (4,9%).

Parte de la identidad política e ideológica

Es por ello que la presidenta Isabel Díaz Ayuso pretende continuar con esta estela, según ella misma desvela. «Esta Ley no fue fruto de ningún interés particular, de la conveniencia o del oportunismo para imponer una determinada agenda política. Al contrario: nació bajo un profundo convencimiento de que la libertad, y no la imposición, es el pilar de toda sociedad próspera«, alega ella misma en el informe de balance de esta medida.

«En el terreno político, Esperanza Aguirre fue la impulsora del modelo liberal de la Comunidad de Madrid. Un modelo basado el protagonismo del individuo por encima de cualquier colectivo y la defensa de la libertad para perseguir los planes de vida que cada uno escoja, respetando la de los demás y asumiendo su responsabilidad», explica Ayuso.

No se queda ahí, y zanja que «esta premisa se ha traducido en una apuesta por la libertad económica en todas las facetas (libertad de empresa, de elección, de movimiento, etcétera), los impuestos bajos, la desregulación, la disciplina financiera (eficiencia en el gasto público y equilibrio presupuestario) y la certidumbre institucional. En definitiva, la defensa de la libertad como principio». Precisamente, por ahí desplegará su estrategia política para revalidarse en el cargo en las próximas elecciones autonómicas del mes de mayo.

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