Puigdemont quiere a Artadi, y no a Borràs, como mujer fuerte en el Govern

Puigdemont da por hecho que Borràs será inhabilitada y que Artadi debe asumir el liderazgo de JxCat en el hipotético Govern independentista

Elsa Artadi (izquierda) y Laura Borràs (derecha) en un acto de la campaña de Junts per Catalunya

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Carles Puigdemont sigue mirando con enormes recelos la campaña de Laura Borràs como candidata de Junts per Catalunya y, sobre todo, el futuro político de la dirigente.

Ni era partidario de que se convirtiera en candidata de JxCat (aunque nada pudo hacer en las primarias), ni tampoco lo es respecto a que se imponga como la dirigente de referencia de su formación en el hipotético gobierno independentista que pueda surgir de las elecciones del 14-F.

El líder huido, según las fuentes consultadas por ED, es partidario de que sea Elsa Artadi, y no Borràs, quien asuma el liderazgo de JxCat dentro de ese supuesto gobierno independentista.

A la espera de unos resultados electorales absolutamente inciertos —las encuestas han abierto como nunca el panorama electoral—, Puigdemont considera, en todo caso, que Laura Borràs tiene poco futuro en primera línea política, puesto que está convencido de que la Justicia la acabará inhabilitando por la adjudicación a dedo de 18 contratos a un amigo en sus tiempos como directora de la Institució de les Lletres Catalanes.

Artadi no quiso ser Torra

Y ahí es donde entrará en juego Artadi, número 4 de las listas de JxCat a las elecciones de este domingo. Artadi, de hecho, ya estaba llamada a ser presidenta de la Generalitat en mayo de 2018, cuando Puigdemont se disponía a apartarse tras el fracaso de su teleinvestidura y buscaba a quién designar para asumir el cargo.

Pensó en ella, pero Artadi rechazó a las primeras de cambio convertirse en la vicaria del líder instalado en Waterloo y optó por asumir otro rol, el de consellera de la Presidencia y portavoz.

La dirigente de Junts per Catalunya no quería que su papel quedara limitado al de una presidenta decorativa y, a los 42 años que contaba entonces, optó por no quedar amortizada en tan poco tiempo. (Lo hizo con buen ojo, tal y como se ha visto con lo sucedido con Quim Torra, apartado por completo).

De hecho, a Artadi siempre se le ha acompañado la idea de no quemarse políticamente, así que cuando vio que el gobierno de coalición de Junts per Catalunya y ERC solo hacía que desgastarse, optó por pedir la salida de la Generalitat y buscar refugio como concejal en el Ayuntamiento de Barcelona. Así al menos interpretaron su salto a la carrera municipal dentro de su propia formación.

El regreso y el apoyo de Jordi Sànchez

Y allí permanece desde hace un año y medio. Pero Artadi ya hace meses que volvió a la primera línea de la política catalana ejerciendo como portavoz de JxCat desde que se consumó la ruptura con el Pdecat.

Lo hace no únicamente con la bendición de Puigdemont, sino también con la de un hombre clave en el espacio postconvergente, el expresidente de la ANC y secretario general de Junts, Jordi Sànchez, en prisión.

“Es una mujer muy capacitada y le auguro un largo recorrido político, sea o no aspirante a la presidencia. Ella sabe que tiene mi apoyo”, decía de ella Sànchez en mayo de 2018, cuando Puigdemont la tentaba para asumir la presidencia de la Generalitat.

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