Sánchez e Iglesias contradicen a Borrell en torno a Guaidó y Venezuela

Borrell se reúne con Guaidó en la UE; Sánchez rechaza entrevistarse con el líder venezolano; y, en silencio, Ábalos se ve con un ministro chavista

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El cambio de actitud de Pedro Sánchez en torno a Juan Guaidó y la crisis venezolana coincide en el tiempo con su alianza con Unidas Podemos para formar el primer gobierno de coalición en España. De reconocerle como «presidente encargado» de Venezuela y exigir a Nicolás Maduro la convocatoria urgente de elecciones en febrero de 2019, el presidente del Ejecutivo ha pasado a evitar reunirse con Guaidó, líder de la Asamblea Nacional de Venezuela, un puesto en disputa tras otro episodio político caótico que ha sembrado de dudas el cargo en las últimas semanas.

Las contradicciones ya no solo se ponen de manifiesto a nivel interno del Gobierno sino en el seno del propio PSOE y de la Unión Europea (UE). Después de la reunión del miércoles por la tarde entre el exministro de Exteriores y actual jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, y Guaidó, este jueves Pablo Iglesias –el socio de Sánchez en el nuevo Gobierno– ha insistido en que el político –que se encuentra en gira europea para recabar apoyos para derrocar a Maduro– no es más que «un dirigente político muy importante de la oposición en Venezuela», según dijo en una entrevista de Telecinco.

Desde antes de formarse el Ejecutivo de coalición, Iglesias ya mostraba una posición contraria a la del Gobierno y a la de Borrell, que como ministro de Exteriores externó siempre su apoyo a Guaidó. El líder de Podemos ha puesto en cuestión en múltiples ocasiones las críticas a Maduro. Pero este jueves también ha trascendido que el ministro de Transportes (antes Fomento), el socialista José Luis Ábalos, una de las personas de máxima confianza de Sánchez, se reunió con un ministro chavista este pasado lunes en Madrid sin informar de ello a los medios de comunicación ni a la ciudadanía española.

Mientras la sucesora de Borrell en la cartera de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya, piensa recibir a Guaidó en los próximos días en Madrid –ante la negativa de Sánchez de reunirse con él–, Ábalos se vio en silencio con el ministro de Turismo de Maduro, Félix Plasencia. Fuentes del departamento de Ábalos confirmaron la reunión, que versó sobre «transporte aéreo», según dijeron a Europa Press. También han matizado que Ábalos se ha entrevistado hasta en seis ocasiones con representantes de Guaidó y que conversó dos veces por teléfono con el «presidente interino» venezolano.

Pero las contradicciones afloran. Es cierto que, cuando era ministro, Borrell combinó los contactos con el entorno de Guaidó con mantener la relación con el régimen de Maduro, y que se reunió al menos en dos ocasiones con el ministro de Exteriores chavista, Jorge Arreaza. Pero su posición sobre Venezuela sigue siendo la de apoyar a Guaidó como presidente «legítimo» de la Asamblea Nacional de Venezuela, denunciando este miércoles «los continuos actos contra el funcionamiento democrático de la Asamblea Nacional y sus miembros llevados a cabo por el Gobierno».

Pero el vicepresidente segundo Iglesias ha asegurado este jueves que «la propia oposición» venezolana le ha quitado «del cargo de presidente de la Asamblea Nacional», aludiendo a la votación del 5 de enero en la que se nombró a Luis Parra como presidente de la misma, previas acusaciones de Guaidó de fraude porque no le dejaron entrar al sitio a emitir su voto, unas declaraciones que se han puesto en duda tras la divulgación de vídeos que muestran que la policía chavista sí que le permitió el ingreso pero no el de uno de sus compañeros, un diputado presuntamente inhabilitado.

Iglesias: la crisis venezolana no se soluciona con «golpes de Estado»

La crisis venezolana ya es confusa por sí sola, y la actitud ambigua de los socialistas puede tener visos de enlodar aún más los posibles aportes de la comunidad internacional a su resolución. Todos los focos miran a Pedro Sánchez, que, pese a casi coincidir con Juan Guaidó en el foro de Davos, se ha rehusado a reunirse con el político venezolano. Tras ofrecer un encuentro con Exteriores, la Moncloa se ha limitado a pedir «la celebración de las elecciones en Venezuela para que el pueblo tome la palabra y se salga de situación de provisionalidad y la democracia se abra camino».

Pero, por otra parte, Pablo Iglesias le defiende en su decisión de no buscar un hueco en su agenda para verse con Guaidó, negando que desde Unidas Podemos le hayan exigido tal cosa. «De Guaidó solo podemos respetar su decisión de venir o no venir. Si viene, será recibido por la ministra de Exteriores. Es el Gobierno quien ha decidido quién le recibe, y le recibe nada más y nada menos que la ministra de Exteriores», ha afirmado el vicepresidente segundo, que apuesta por «la negociación entre los diferentes actores para lograr una solución política».

«La postura del Gobierno, de todos nosotros, es trabajar por unas relaciones sensatas con América Latina», ha añadido Iglesias. La crisis venezolana, ha apostillado, «no se va a solucionar con golpes de Estado ni tirando cócteles molotov a la Policía ni desde la crispación. Lo importante es que haya diálogo entre todos los actores políticos». Sobre Guaidó, ha asegurado: «Yo creo que es un actor político importante y que está bien que la ministra de Exteriores le reciba y le transmita que la voluntad de España es contribuir al diálogo entre venezolanos para solucionar por vías democráticas un conflicto».

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