El equipo de seguridad de Colau levanta las primeras críticas internas

El teniente de alcalde de seguridad de Barcelona, Albert Batlle, ficha como mano derecha al primero de la lista del PSC que se quedó sin acta de concejal

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El nuevo teniente de alcalde de Seguridad de Barcelona, Albert Batlle, ha incorporado a su equipo a Joan Ramon Riera, que se quedó sin el acta de concejal porque ocupaba el noveno puesto de la lista del PSC y tan solo salieron elegidos ocho.

Todavía no se ha comunicado oficialmente el fichaje de Riera y, por lo tanto, no se ha informado del cargo que ocupará. Sin embargo, fuentes municipales confirman que ya ejerce de “mano derecha” de Batlle. Empezó a trabajar el pasado viernes, precisamente un día después de que la alcaldesa Ada Colau y el socialista Jaume Collboni anunciasen el pacto de gobierno entre Barcelona en Comú y el PSC.

De momento, Batlle solo ha anunciado la incorporación de Maite Casado, procedente de la Consejería de Interior de la Generalitat, como nueva gerente de Prevención y Seguridad. Ambos coincidieron como altos cargos de la Consejería de Interior cuando fueron nombrados por el consejero Ramon Espadaler (2012-2015). Batlle milita en Units per Avançar, el partido de Espadaler, que se integró en la lista del PSC liderada por Collboni.

Se espera que, en las próximas horas, Batlle confirme el nuevo cargo de Riera. Fuentes de los grupos municipales de la oposición indicaron que no se pronunciarán sobre su contratación hasta que no sea oficial. No obstante, resaltan que es el primero de la lista del PSC que se quedó fuera del “corte” de concejales electos. No son las únicas críticas.

Fuentes sindicales de la Guardia Urbana apuntan que Batlle da “una de cal y otra de arena” con la configuración de su equipo. Aplauden el fichaje de Casado, de la  que destacan su “contrastada trayectoria” –ha sido subdirectora general de Seguridad Interior y directora general de Seguridad Privada de la Generalitat–, pero dudan de Riera, pese a que figura como miembro de la sectorial de seguridad del PSC. Estas fuentes policiales indican que, más allá de este dato, no es conocido en el sector de la seguridad.

Este viernes se reunirá la junta local de seguridad con la presencia del consejero de Interior de la Generalitat, Miquel Buch, y del teniente de alcalde Batlle. Este último se presentará con su nuevo equipo. En esta reunión ordinaria se deben adoptar medidas para atajar la creciente inseguridad de Barcelona.

Pleno extraordinario de seguridad

La alcaldesa Colau se comprometió este martes a convocar un pleno extraordinario sobre seguridad antes de las vacaciones de agosto.

El último barómetro de opinión del ayuntamiento de Colau apuntaba que la inseguridad es la principal preocupación de los barceloneses. No se trata solo de una sensación. Los vídeos se actos violentos en Barcelona se multiplican en las redes. Además, los datos oficiales confirman que se han disparado los delitos.

Según datos del Ministerio del Interior, Barcelona lideró el pasado año el aumento de la delincuencia en España. Se registraron 194.212 infracciones penales, un 17,2% más que un año antes. Los robos fueron el principal problema, especialmente los violentos, con una media de 33 al día, un 19,4% más que en 2017. Los hurtos se situaron en una media de 299 diarios, un 16,8% más.

La Generalitat incluso elevó estas cifras. En una respuesta parlamentaria, el consejero Buch indicó que en 2018 se produjeron en Barcelona 205.231 delitos contra el patrimonio, que equivalen a una media de 562 diarios.

La junta de seguridad local del viernes deberá acordar medidas con urgencia. La situación es especialmente grave en el metro de Barcelona. Según datos de los Mossos d’Esquadra, sus agentes actuaron el año pasado en más de 4.300 robos y hurtos en la red del suburbano. De estas, 833 acabaron con detenidos (en el caso de que el botín superase los 400 euros) y en otros 3.470 con denuncias (cuando el valor de lo sustraído es inferior a los 400 euros). En la mayoría de los casos los autores son reincidentes.

La proliferación de robos en el metro ha propiciado la aparición de patrullas de ciudadanos. Incluso ha aparecido un movimiento, Salvalona, para agruparlos. Ni los Mossos ni la Guardia Urbana ven con buenos ojos estas actuaciones. Aconsejan a los ciudadanos que si presencian actos delictivos avisen de inmediato a los agentes, que son los que deben actuar.

Medidas urgentes

La junta de seguridad local del viernes deberá acordar medidas con urgencia. Se espera que el consejo Buch y el teniente de alcalde Batlle abran una nueva etapa de colaboración entre los Mossos y la Guardia Urbana.

El pacto de gobierno que firmaron Colau y Collboni contempla que, durante este mandato, se convoquen 1.000 plazas de agente de la Guardia Urbana. En paralelo, se reclama a la Generalitat que destine 600 mossos adicionales a la ciudad para afrontar sus urgencias en seguridad. El nuevo gobierno municipal apuesta por la “coordinación” y el “diálogo” entre todos los cuerpos de seguridad que operan en Barcelona.

Batlle ha decidido mantener al actual jefe de la Guardia Urbana, Evelio Vázquez, hasta que se jubile en unos meses al cumplir los 65 años. Fue nombrado para el cargo en 2011 por el entonces alcalde Xavier Trias.

 

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