Alcampo continúa con su proceso de transformación digital y anuncia el cierre de 16 locales en España
La cadena francesa continúa con su proceso de transformación hacia un nuevo formato con el varios cierres que afectarán a un total de 196 trabajadores
Archivo – Una tienda de Alcampo en Alcorcón
El comercio minorista atraviesa un periodo de profunda transformación, marcado por la digitalización, la evolución de los hábitos de consumo y los nuevos retos logísticos, que han llevado no solo a un gran cambio en lo relativo a la forma en la que los clientes se relacionan con los comercios, sino en el simple hecho de cuáles son las necesidades de unos clientes que se han visto modificadas con el paso del tiempo.
Durante décadas, este sector ha actuado como un auténtico termómetro económico y social en España, pero los cambios de los últimos años han obligado a las grandes cadenas a replantear sus modelos de negocio. En este escenario, en el que una gran cadena como Alcampo ha sido una de las principales afectadas, adaptarse ya no es una opción, sino una necesidad para garantizar la supervivencia.
Alcampo mantiene su apuesta por reducir la presencia física y anuncia nuevos cierres
Guste o no a los actores del mundo del retail, este vive un cambio acelerado y la norma es evolucionar hacia formatos más modernos y digitales, lo que está llevando a muchas marcas a disminuir el número de locales tradicionales. Y este es precisamente el caso de Alcampo, la cadena francesa perteneciente al grupo Auchan, que avanza en su plan de transformación hacia el comercio digital reforzando su apuesta por estructuras más ágiles.
Un proceso se materializa una vez más con el anuncio del cierre de 16 locales en España, una medida que implica además el despido de 196 trabajadores. La compañía enmarca esta decisión dentro de la remodelación global de su modelo operativo, ajustándolo a los nuevos tiempos y a las expectativas actuales del consumidor.
Asimismo lo detalló la empresa, argumentando que los cierres y despidos se justifican por causas organizativas, productivas y económicas, en un contexto en el que la compañía busca optimizar recursos y reorientar su estructura hacia el comercio digital. Hasta este momento, Alcampo operaba 526 establecimientos en España y contaba con una plantilla de 23.300 empleados.
Estos 16 cierres se ejecutarán a lo largo de los próximos meses, con fecha límite fijada para el 30 de noviembre, afectando a tiendas situadas en Comunidad de Madrid, Castilla y León, Galicia, Navarra y País Vasco. La empresa asegura que la medida es necesaria para adaptar su red comercial a las nuevas demandas.
Sin embargo, la realidad es que la cadena francesa no dejará completamente tirados a los trabajadores que, de la mano de estas medidas, han perdido su empleo, ya que Alcampo ha ofrecido a los 196 trabajadores afectados la posibilidad de optar a 35 puestos fijos estructurales, aunque con una reducción de jornada que se compensará con hasta 3.000 euros. Si esta alternativa prospera y es aceptada por parte de los empleados, el número total de despidos podría reducirse a 145.
En caso de no aceptar dichas condiciones, la indemnización acordada será de 35 días por año trabajado con un máximo de 20 mensualidades, según la información trasladada por la empresa. Además, Alcampo ha asegurado que quedarán fuera de la reestructuración los colectivos más vulnerables, como personas con una discapacidad igual o superior al 33% o víctimas de violencia de género, entre otros, quienes conservarán sus empleos.
Por otro lado, la compañía también pondrá a disposición de los despedidos los servicios de una empresa especializada en recolocación, con el objetivo de facilitar la transición laboral tras el cierre de las tiendas afectadas, de la mano de una serie medidas de las que ya ha hecho gala en el pasado, y con las que tratará de minimizar los daños colaterales de todos los actores implicados.
La nueva gran apuesta de Alcampo por una transformación hacia un nuevo formato
Sin embargo, y a pesar de lo que pueda parecer a simple vista, el plan de transformación de Alcampo no se limita a los cierres, sino que incluye un cambio profundo en la forma de operar sus establecimientos físicos. La cadena reconoce que el auge del comercio electrónico, la preferencia del consumidor por tiendas de proximidad y la búsqueda de experiencias más rápidas han modificado radicalmente el panorama del retail tradicional.
Por ello, y con el objetivo de reducir el impacto laboral y al mismo tiempo adaptarse a las nuevas exigencias del mercado, la empresa ha acordado junto a los sindicatos transformar cinco supermercados al formato “7d7”, que implica abrir los siete días de la semana. Esta medida permitirá incrementar las plantillas en 33 trabajadores, reforzando la atención al cliente en los establecimientos que mantendrán su actividad.
Es por esto que la compañía está apostando por tiendas más pequeñas, eficientes y convenientes, al tiempo que impulsa su canal online y moderniza infraestructuras para agilizar los tiempos de compra y entrega. La estrategia se orienta a un cliente que exige inmediatez, personalización y flexibilidad, factores clave en el actual ecosistema del comercio minorista.
Todo ello demuestra que, a pesar de los cierres, Alcampo reafirma su compromiso con el mercado español, aunque con una red física más ajustada y estratégica. El objetivo es consolidar un modelo multicanal que combine la tienda tradicional con el comercio electrónico, apoyándose en una logística optimizada y un enfoque orientado a la eficiencia, con la que busca a adaptarse a los nuevos tiempos en el mundo del retail.