Amazon contra las cuerdas: este comercio electrónico le va ganando terreno

La empresa canadiense Shopify ha crecido a pasos agigantados gracias a los servicios que ofrece a los clientes minoristas

Un centro logístico de Amazon. Foto: Eduardo Parra / Europa Press

Un centro logístico de Amazon. Foto: Eduardo Parra / Europa Press

Amazon lleva más de dos décadas reinando en el comercio electrónico global, consolidando un modelo de negocio que combina una oferta masiva de productos, logística ultrarrápida y una experiencia de compra simplificada, que con el paso de los años ha llegado a consolidarse como una de las empresas más grandes del mundo, además de ser el líder por excelencia del sector online.

Sin embargo, en los últimos años ha surgido un competidor que, aunque mucho más pequeño en volumen de ventas, está captando la atención de miles de minoristas en todo el mundo: Shopify, la plataforma canadiense que propone un enfoque radicalmente distinto. Y precisamente este enfoque es lo que hace que gigantes como Amazon tiemblen al ver que este nuevo competidor pueda quitarles parte de su terreno.

Shopify triunfa gracias a un modelo totalmente opuesto al de Amazon

La realidad es que Shopify nació casi por accidente. Su fundador, Tobias Lütke, buscaba vender patinetes online, pero se encontró con que no existían herramientas sencillas y efectivas para que pequeños negocios pudieran montar su propia tienda en internet. En lugar de seguir adelante con el proyecto original, decidió crear una plataforma que permitiera a cualquier minorista gestionar su negocio de forma independiente y con un alto grado de personalización.

Hoy, Shopify se ha convertido en un ecosistema digital completo que no solo facilita la creación de una tienda online en minutos, sino que también integra funciones de contabilidad, gestión de inventario, procesamiento de pagos y hasta adelantos de capital para mejorar el flujo de caja de los vendedores. Y estas diferencias con las grandes plataformas son precisamente lo que convierte a Shopify en un actor aparte en la escena.

Y es que la gran diferencia entre Shopify y Amazon radica en el control del negocio. En Amazon, el vendedor depende de las políticas, algoritmos y comisiones de la propia plataforma, que actúa como intermediaria directa entre el producto y el cliente final. En cambio, Shopify funciona como un habilitador tecnológico: ofrece las herramientas para que el minorista construya su propio escaparate digital, con su marca, su dominio y su base de clientes.

Esto significa que, a través de Shopify, los comerciantes pueden mantener su identidad, decidir su estrategia de precios, controlar el inventario y conservar la relación directa con el cliente, algo que muchos vendedores echan en falta cuando trabajan con Amazon. Y precisamente este es el punto que ha llevado a miles de minoristas alrededor de todo el mundo a apostar por Shopify en lugar de Amazon durante los últimos meses.

Los aspectos clave por los que muchos minoristas apuestan por Shopify

La facilidad de uso es uno de los mayores atractivos de Shopify. Incluso sin conocimientos técnicos avanzados, un emprendedor puede configurar su tienda, subir productos, activar pasarelas de pago y sincronizar ventas tanto físicas como online. La plataforma también permite integrar ventas a través de redes sociales y marketplaces externos, sin perder el control sobre el negocio.

Además, Shopify ofrece flexibilidad en la gestión del inventario, permitiendo combinar stock en tiendas físicas y en el canal online. Sus servicios de pagos integrados agilizan las transacciones, y los adelantos de efectivo ayudan a los pequeños comercios a invertir en nuevos productos o marketing sin esperar a los plazos habituales de cobro. Por otro lado, Shopify no compite directamente con los vendedores, algo que sí ocurre en Amazon, donde la propia compañía comercializa productos que compiten con los de terceros.

Sin embargo, y aunque sus números todavía están muy lejos de los de Amazon, Shopify ha experimentado un crecimiento vertiginoso. En el último ejercicio superó los 2.680 millones de dólares en ingresos, por encima de las previsiones del mercado. Este impulso se ha visto reforzado por la tendencia global hacia la digitalización del comercio, especialmente tras la pandemia, cuando miles de negocios buscaron soluciones rápidas para vender online.

A pesar de ello, y si bien Amazon sigue siendo el líder indiscutible en ventas y volumen de usuarios, el crecimiento de Shopify representa un desafío silencioso pero significativo. A medida que más minoristas optan por controlar su experiencia de venta y su relación con los clientes, la dependencia de Amazon podría disminuir, erosionando progresivamente su dominio en ciertos segmentos.

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