Lidl busca incrementar las ventas sirviendo de escaparate para otras marcas: «era impensable»
Lidl, enseña caracterizada por la apuesta por su marca propia, ha abierto las puertas a acciones promocionales con una gran variedad de marcas internacionales
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Lidl, la cadena de supermercados de origen alemán que ha destacado durante años por su firme apuesta por la marca propia, está dando un giro relevante en su estrategia comercial. Una estrategia en la que, desde hace años, el aspecto más importante en lo relativo a la distribución de productos eran los productos de marca propia, que durante años han copado los lineales de la marca germana.
Sin embargo, durante los últimos días se ha podido comprobar cómo, de forma gradual, la compañía está abriendo sus espacios de venta a productos de reconocidas firmas internacionales como Sanex, Listerine o Colgate, algo poco habitual hasta ahora en los establecimientos de la enseña, y que es significativo a muchos niveles.
El desarrollo y la importancia de la marca propia de Lidl con el paso de los años
Para entender el alcance de este movimiento es importante recordar que el 82% de las ventas de Lidl corresponde a su marca blanca, cifra que refleja la enorme dependencia de su surtido exclusivo para garantizar su competitividad. Su modelo tradicional se basa en una oferta reducida, con entre 2.000 y 3.000 referencias de alta rotación, lo que permite a la cadena optimizar costes logísticos, simplificar la gestión de inventarios y ofrecer precios muy ajustados a sus clientes.
Durante todos estos años, esta estrategia le ha permitido mantener precios competitivos, optimizar la logística y simplificar la gestión de stock, todo ello sin perder de vista la calidad, un aspecto que Lidl ha reforzado especialmente en los últimos años. Además, este enfoque ha sido uno de los factores clave de su éxito en Europa, donde ha logrado diferenciarse como un operador que ofrece calidad a buen precio sin necesidad de recurrir a marcas de terceros.
Y es que esta apuesta por el producto de marca blanca no solo ha consolidado su imagen de eficiencia, sino que ha generado una fuerte fidelización entre los consumidores. Lidl ha sabido posicionar su propia marca como sinónimo de calidad-precio, convirtiéndola en una referencia sólida dentro del mercado de gran consumo.
El cambio de signo en los lineales de Lidl que refleja el enorme cambio que atraviesa el retail
No obstante, el panorama está cambiando, y Lidl lo sabe. En un entorno cada vez más competitivo y en el que el consumidor demanda más variedad, calidad y experiencias de compra personalizadas, la cadena ha comenzado a abrir espacio a colaboraciones con fabricantes líderes del mercado, lo cual, más allá de representar un cambio de signo para la marca, también lo representa para el mundo del retail en genera.
Alba Labarca, directiva con experiencia en Colgate-Palmolive y actualmente responsable de desarrollo de negocio en Upgrade Pharma, ha puesto de manifiesto esta transformación mediante una imagen en la que se observan acciones promocionales visibles de marcas como Sanex, Listerine y Colgate en las zonas de caja de Lidl.
Estas promociones, acompañadas de materiales publicitarios diseñados por las propias marcas, evidencian que la compañía está dispuesta a dar cabida a iniciativas que hasta hace poco parecían fuera de su alcance estratégico. “Lo que antes era imposible, hoy es estrategia; lo que era innegociable, hoy es oportunidad”, señalaba Labarca en su publicación, destacando cómo el retail evoluciona hacia esquemas de colaboración más abiertos y flexibles.
Una decisión que, por otro lado, no se entiende solo desde la lógica empresarial, sino también desde la necesidad de adaptarse al comportamiento cambiante de los consumidores. En los últimos años, la enseña ha ido introduciendo cada vez más productos sostenibles, premium y saludables, con el objetivo de cubrir de forma más integral el gasto de sus clientes habituales.
Esta tendencia responde a una demanda creciente por parte de los compradores, que buscan marcas reconocibles, propuestas diferenciadas y un mayor valor añadido en su cesta de la compra. Y la clave que brinda a Lidl una gran ventaja en este sentido está en que estas colaboraciones se integran de manera controlada, selectiva y, sobre todo, en puntos estratégicos como las zonas de pago, lo que permite probar nuevas fórmulas sin alterar el equilibrio de su surtido.