Adiós a este supermercado de Mercadona: cerrará sus puertas próximamente

Mercadona ha anunciado el cierre de uno de sus establecimientos de Llucmajor ante la imposibilidad de adaptarlo al modelo de "tienda eficiente" por el que apuesta la enseña

Una tienda de Mercadona.

Mercadona cuenta con una estrategia para compartir sus beneficios. Foto: Isabel Infantes / Europa Press

Mercadona ha anunciado el cierre definitivo, a finales de 2026, de su supermercado ubicado en el centro comercial Arenal Park, en el municipio mallorquín de Llucmajor, al no poder cumplir los estándares exigidos para transformarlo en su modelo de “tienda eficiente”, implantado progresivamente en toda España desde 2016, de la mano de una decisión que marca la dirección de la cadena.

La decisión, ya comunicada al Ayuntamiento de Llucmajor, se llevará a cabo de manera escalonada y con plena coordinación institucional para garantizar un proceso ordenado, especialmente teniendo en cuenta los derechos laborales de los trabajadores del establecimiento, que serán recolocados en otros establecimientos.

Mercadona echa el cierre en Llucmajor otorgando fuerza a su nuevo modelo

Una decisión que, tal y como recalcan desde Mercadona, ha sido profundamente meditada, pues la compañía ha explicado que el establecimiento “no responde a los estándares necesarios para atender a sus clientes”, requisito fundamental para la adaptación al modelo de nueva generación. Este formato, que Mercadona ha extendido durante los últimos años, requiere condiciones específicas de espacio, distribución interna y eficiencia que el supermercado de Arenal Park no puede ofrecer.

Un requisito que nació en 2016, cuando Mercadona comenzó a desarrollar este concepto pionero de “tienda eficiente”, que combina mejoras en eficiencia energética, incorporación de nuevas tecnologías y una reorganización completa de los espacios para optimizar la experiencia de compra y reducir consumos, algo que se ha convertido en el santo y seña de la compañía.

Un proyecto que, por otro lado, nació con una inversión inicial de 180 millones de euros destinada a renovar más de un centenar de tiendas en todo el país, y sigue vigente como uno de los ejes esenciales de modernización de la compañía. Ahora, debido a la imposibilidad de adecuar el local de Llucmajor a estas exigencias ha llevado a Mercadona a optar por el cierre, una decisión que la empresa calificó como necesaria para mantener la coherencia con su estrategia de transformación global y garantizar la calidad del servicio.

En su comunicado oficial, Mercadona ha destacado la “buena coordinación” con el Ayuntamiento de Llucmajor para planificar un cierre escalonado que minimice el impacto en los usuarios del establecimiento y permita una transición lo más fluida posible, por lo que la reintegración de todo lo relativo a este centro será, según las intenciones de la enseña, lo más veloz posible.

Con ello y aunque la fecha de cierre definitivo se sitúa a finales de 2026, la empresa y el consistorio continuarán trabajando conjuntamente durante los próximos meses para organizar todos los aspectos operativos. En este sentido, la compañía ha recalcado que su salida de Arenal Park no supone, en ningún caso, su retirada del municipio, donde mantiene otros puntos de venta plenamente operativos que seguirán funcionando con normalidad.

Un cierre que va de la mano de la protección de sus trabajadores

No obstante, más allá del cierre en sí, uno de los elementos que Mercadona ha querido subrayar con especial énfasis es la garantía de empleo para todos los trabajadores del supermercado de Arenal Park, que serán reubicados en otros establecimientos próximos. La recolocación se realizará, según expone la empresa, en tiendas cercanas tanto del propio municipio de Llucmajor como del área de Palma.

Un hecho que ha sido simplificado porque la compañía cuenta con una amplia presencia en distintos municipios de Baleares, lo que facilita la movilidad interna y la reubicación de los equipos afectados por cierres o reestructuraciones. Mercadona garantiza así la continuidad laboral de toda la plantilla afectada por este cierre, un compromiso que forma parte de su política interna de recursos humanos.

Una continuidad que no solo se aferra a Mallorca, sino al propio pueblo de Llucmajor, donde Mercadona mantendrá su actividad en el municipio y seguirá atendiendo a los vecinos a través de sus tiendas situadas en el Paseo Jaume III, 36, y en la Calle de la Falsia, 8, en la urbanización Puig de Ros, que continuarán operando con total normalidad.

Dos establecimientos que resultan muy importantes para la enseña en Baleares, pues ambos establecimientos forman parte de la red que la compañía utiliza para consolidar su presencia en la isla y garantizar su servicio en la zona. La salida del centro comercial no representa, por tanto, una reducción significativa de su actividad en Llucmajor, sino una reorganización orientada a la adaptación de su red comercial a los estándares del modelo de tienda eficiente.

Un cierre que, a pesar de lo que podría parecer a simple vista, supone un paso más en la consolidación del plan de modernización y transformación de Mercadona, que continúa avanzando hacia una red de tiendas renovada y adaptada a los requisitos técnicos y operativos del modelo eficiente. Aunque la compañía renuncia a este establecimiento concreto, mantiene intactos sus planes de expansión y renovación en el archipiélago y en el resto del país.

Y es que la decisión reafirma la estrategia global de la empresa: priorizar locales que permitan aplicar mejoras energéticas, tecnológicas y de distribución, y abandonar aquellos que no puedan ajustarse a estos criterios sin comprometer la experiencia de compra del cliente. Algo que, como queda demostrado, se ha convertido en una de las máximas prioridades de Mercadona en la actualidad.

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