La UE rechaza los argumentos de Apple en contra del cargador único

El Parlamento Europeo sigue adelante para establecer medidas que ayuden a reducir la contaminación, algo que critica Apple

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El Parlamento Europeo ha hecho oídos sordos a las reclamaciones de Apple y sigue adelante en su idea de establecer un cargador único para todos los smartphone. Una medida encaminada hacia la reducción de la denominada basura electrónica y que ha encontrado en la compañía de Cupertino a uno de sus mayores detractores. 

En una contundente votación -582 parlamentarios a favor frente a 40 en contra- la Eurocámara aprobó este jueves continuar con la iniciativa e instó a la Comisión Europea a estipular una normativa para disminuir los desechos de la industria tecnológica para el próximo mes de julio. 

La propuesta tratará de rebajar las 51.000 toneladas anuales de contaminación que se derivan solo de los cargadores para smartphones. Además, permitiría eliminar también los 13 millones de toneladas de gases contaminantes. 

Apple ha criticado esta medida desde su origen, que se remonta a 2014. El motivo es evidente: la compañía que dirige Tim Cook tienen un cargador propio para sus iPhone, el modelo Lightning. Sin embargo, la firma de Cupertino ha intentado arrastrar al resto de fabricantes con sus argumentos, aludiendo que «limita la capacidad innovadora de la industria». 

Apple ha trabajado en todo momento para presionar a la Unión Europea para que estandarice la carga en Micro USB para vender un adaptador a los usuarios de iPhone o de otros de los dispositivos electrónicos de la propia compañía. 

Ante estas presiones, la Unión Europea ya respondió que «revisará periódicamente los avances técnicos» con el objetivo de certificar que no se está «perjudicando la innovación». 

Una cortina de humo de Apple

La insistencia de Apple para no acatar la medida europea tendría detrás otro tipo de intereses. La compañía de Cupertino fue investigada por una posible práctica monopolística en la reparación de los iPhone. También se destapó que la firma señala sus smartphones con baterías reemplazas por terceros como una forma de castigo a sus usuarios por acudir a otros proveedores. 

Es por ello que muchas voces apuntan que la insistencia de Apple en negarse a podría responder a una especie de cortina de humo para tapar otros escándalos, además de los mencionados, uno de los principales que ha salpicado a la empresa de Tim Cook: evitar pagar impuestos en los países en los que opera a través de domiciliar su sede fiscal en regiones con menos presión impositiva. 

 

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