Bienal de Venecia: una ruta por los 10 pabellones que no te puedes perder

La gran cita del arte contemporáneo pone el acento en la guerra de Ucrania, las minorías y las mujeres artistas, con un 90% del total de obras

Pabellón de Estados Unidos. Foto: Marco Cappelletti | Bienal de Venecia.

Aplazada por la pandemia y marcada por la guerra de Ucrania –que, pese a las dificultades, ha logrado trasladar a la ciudad de los canales su proyecto- la Bienal de Venecia ha abierto las puertas de su 59 edición.

Hasta el próximo 27 de noviembre este gran evento que se desarrolla entre el Pabellón Central, los Jardines venecianos, sede de numerosos pabellones nacionales, y el Arsenale, los antiguos astilleros de la ciudad, mostrará las propuestas de 213 artistas de 58 países.

Más cifras: la Bienal de Venecia cita contará con 180 primeras participaciones, 1.433 obras y objetos expuestos y 80 instalaciones.

Participarán 80 países, entre los que no se cuenta Rusia, vetada por la organización -que sí permitirá, sin embargo, la asistencia de artistas que se opusieran al régimen del presidente ruso, Vladímir Putin- pero sí cinco que lo hacen por primera vez: Camerún, Namibia, Nepal, Omán y Uganda.

‘La leche de los sueños’

Con el título de The Milk of Dreams (La leche de los sueños) en homenaje al volumen de cuentos que la artista británica nacionalizada mexicana Leonora Carrington (1917-2011) escribió para sus hijos y comisariada por Cecilia Alemani, la Bienal de Venecia propone un viaje entre el mundo real y el de los sueños que ha inspirado propuestas muy diversas.

Ucrania ha instalado en los Jardines venecianos sacos terreros para denunciar la invasión rusa. Foto: Laura Serrano-conde | EFE.

El respeto a la diversidad, a las minorías, la defensa de la convivencia, la importancia de los orígenes y el cuidado del medioambiente son algunas de las reivindicaciones de las obras que, además, tiene la mayor representación de mujeres artistas de su historia, con un 90% de las obras y que van de Simone Leigh en el Pabellón de los Estados Unidos a la exposición sobre Angela Su en representación de Hong Kong pasando por Pamela E. Acaye Kerunen en el espacio de Uganda.

De artistas consolidados a firmas que hacen su debut en esta cita y propuestas originales como la de Francia, que ha convertido su pabellón en un estudio cinematográfico, esta es una ruta por algunos de los pabellones nacionales que no te puedes perder de la Bienal de Venecia.

La 59 edición de la Bienal de Venecia tiene la mayor representación de mujeres artistas de su historia, con un 90% de las obras

Todos con Ucrania

En el medio de los hermosos Jardines venecianos, donde se alzan los pabellones de España, que este 2022 celebra su centenario, Brasil, Uruguay, Bélgica, Francia, Estados Unidos, Japón, Egipto o Israel, Ucrania ha instalado una plaza con sacos de arena simulando los que se utilizan en los conflictos para protegerse de las bombas. Rodeada de columnas, en Piazza Ucrania pueden leerse escritos de denuncia sobre los horrores de la guerra, que cumple ya dos meses y sin visos de tregua.

Vista del proyecto del artista ucraniano Pavlo Makov en la 59 Bienal de Venecia. Foto: Laura Serrano-conde | EFE.

Además, los organizadores de la Bienal se han volcado con el país y el artista Pavlo Makov para poner en marcha en el Arsenal (los antiguos astilleros venecianos) su instalación The Fountain of Exhaustion. Acqua alta, con la que el pabellón ucraniano, que está sostenido por el Gobierno nacional, clama contra el declive mundial actual.

El pueblo Sami

Noruega, Finlandia y Suecia han borrado el nombre de su pabellón conjunto en los Jardines venecianos (antes pabellón de los países nórdicos) para transformarlo en el del pueblo sami, una población indígena y nómada durante siglos, de unas 80.000 personas, que vive en las tierras gélidas de Laponia.

Pabellón Sami. Foto: Marco Cappelletti | Bienal de Venecia.

Desde su creación en 1962, es la primera vez que este pabellón está representado íntegramente por pueblos originarios: las artistas samis Pauliina Feodoroff, Máret Ánne Sara y Anders Sunna reivindican así la soberanía indígena.

Estados Unidos y la cultura afroamericana

El pabellón estadounidense corre a cargo en esta edición de la artista Simone Leigh, que alaba la riqueza de la cultura afroamericana con un conjunto de obras escultóricas a gran escala que destacan la superioridad del cuerpo femenino. Destaca, entre sus piezas, la colosal The Brick House (2019), un enorme escultura en bronce que representa la figura de una mujer negra sin ojos.

Pabellón de Estados Unidos. Foto: Marco Cappelletti | Bienal de Venecia.

Precisamente Leigh (Chicago, 1967), primera mujer negra en representar a su país en los 127 años de la Bienal de Venecia, ha sido galardonada con el León de Oro, la máxima distinción que otorga este evento, el más antiguo e importante del mundo del arte,en la categoría de mejor artista de la exposición general.

México y las culturas indígenas

México reflexiona sobre las consecuencias del capitalismo y del colonialismo, y propone, a través de arte conceptual, un mundo alternativo, que prioriza los orígenes.

Para ello apuesta por un formato en el que conviven cuatro artistas: Fernando Palma Rodríguez, Mariana Castillo Deball, Naomi Rincón Gallardo y Santiago Borja.

Entre las piezas más interesantes destaca Tetzahuitl (2019–22) de Fernando Palma Rodríguez, en la que un conjunto de 43 vestidos, cada uno de los cuales representa a uno de los estudiantes desaparecidos en un secuestro que tuvo lugar en 2014 y que provocó protestas a nivel nacional, se mueven en un patrón similar a como lo haría un chamán náhuatl por medio de una maquinaria.

Pabellón de México. Foto: Andrea Avezzù | Bienal de Venecia.

Un suelo de madera grabado con patrones que recuerdan la cartografía colonialista, un video en el que artistas se disfrazan de deidades oaxaqueñas o textiles elaborados en colaboración con tejedores tsotsiles que trasladan una secuencia de ADN humano a abstracciones colgantes son otras de las piezas en exposición.

Francia y el cine de Ettore Scola

El artista francés Zineb Sedira ha sido el encargado de transformar el edificio de Francia en un estudio cinematográfico que rinde homenaje al cineasta italiano Ettore Scola. Y lo hace con un baile en directo, representado por dos actores, que recuerda a la película Le Bal (1983).

Pabellón de Francia. Foto: Marco Cappelletti | Bienal de Venecia.

Esta cinta, que estuvo nominada al Oscar a la Mejor Película de lengua no inglesa representando a Argelia, permite a Sedira abordar temas como la lucha contra la discriminación y el racismo, la descolonización, la libertad, la solidaridad o la familia, a través de vídeos grabados que se emiten por televisión y con revistas y libros repartidos por la sala.

Gran Bretaña

También merecedora del León de Oro en esta Bienal de Venecia, en su en su caso a la mejor participación nacional, la artista Sonia Boyce (Londres, 1962) es la artífice del Pabellón de Gran Bretaña, centrado, a través de fotografías, sonido y vídeo, en reconocer las contribuciones (poco reconocidas) de los músicos negros británicos a la cultura nacional.

Destaca especialmente Feeling Her Way, una instalación visual y sonora que llena el pabellón británico de un coro de voces negras (Jacqui Dankworth, Poppy Ajudha, Sofia Jernberg y Tanita Tikaram) y que, según el jurado que otorgó el premio, “propone otra lectura de las historias a través de lo sonoro”.

Pabellón de Gran Bretaña. Foto: Marco Cappelletti | Bienal de Venecia.

En las otras galerías, Boyce, que es la primera mujer negra en representar a Gran Bretaña en la Bienal de Venecia, presenta videos de cada cantante por separado, junto con todo tipo de recuerdos relacionados con músicos británicos negros.

España

Entre las apuestas más interesantes se encuentran también la del pabellón de España, donde el arquitecto Ignasi Aballí ha “girado” el interior, con paredes temporales que conviven con las reales, para presentar el espacio tal y como sería si estuviera alineado correctamente con los edificios vecinos de Bélgica y Países Bajos.

Con el nombre de Corrección, la apuesta de España para esta Bienal celebra además el centenario como espacio expositivo del pabellón nacional y puede verse muy próximo a la entrada principal a los Jardines venecianos, por lo que es uno de los primeros que el visitante encuentra al acceder a la exposición.

Pabellón de España en la Bienal de Venecia. Foto: Laura Serrano Conde | EFE.

Ideado originalmente por el arquitecto asturiano Vaquero Palacios, muestra un edificio ligeramente torcido respecto a los de Países Bajos y Bélgica, una anomalía con la que juega el artista catalán, que gira el interior diez grados y crea paredes nuevas y provisionales, que se mezclan con las originales, y que aprovecha para reflexionar sobre la idea de las correcciones o las comparaciones con los demás.

Una segunda parte habla de la necesidad de “corregir” el turismo de masas de Venecia para lo que se ofrecen seis guías gratuitas, distribuidas en diferentes puntos de la Bienal y en la propia ciudad, que invitan a descubrir esta joya de los canales con otra perspectiva, la de un turismo más concienciado y menos rápido.

Las turberas de la Patagonia (Chile)

Chile ha optado por hacer protagonistas de su espacio en Venecia las turberas de la Patagonia, unos humedales especiales –y bastante desconocidos- pese a ser uno de los ecosistemas más valiosos del planeta para reivindicar su valor como tesoro natural y su papel contra la crisis climática y para alertar sobre la necesidad de su conservación.

Turberas de la Patagonia en el pabellón de Chile. Foto: Andrea Avezzù | Bienal de Venecia.

Así, bajo el nombre Turba Tol Hol-Hol Tol -construido a partir de la palabra “Tol” (corazón en Selk’nam) y “Hol-Hol” (turbera)-, los creadores e investigadores Carla Machiavello, Ariel Bustamente, Alfredo Thiermann y Dominga Sotomayor, y el gestor Juan Pablo Vergara, han plantado en Venecia un “pedacito” de esta joya natural.

Además, una chilena, la poeta, cineasta y activista chilena Cecilia Vicuña, ha recibido el premio León de Oro a la Trayectoria, un galardón que dedicó “al mundo indígena y mestizo de América del que vengo, cuya potencia creativa está aún por desplegarse para ser todo lo que puede llegar a ser”.

Canadá y el hartazgo social

El artista Stan Douglas denuncia la indignación del ser humano ante las injusticias con una serie de fotografías sobre la ola de disturbios populares que recorrió el mundo en 2011, desde las protestas de la Primavera Árabe, hasta los altercados en Londres y los movimientos de ocupación en diferentes partes del mundo.

Pabellón de Canadá. Foto: Marco Cappelletti | Bienal de Venecia.

Así, se puede ver por ejemplo a los miles de manifestantes que salieron a las calles de Túnez para iniciar una revolución que se extendió por numerosos países del mundo árabe, pero también la marcha de indignados en el Puente de Brooklyn de Nueva York en octubre de 2011.

Nueva Zelanda y el género no binario

La artista Yuki Kihara reflexiona en Paradise Camp sobre problemas globales desde el punto de vista del «fa’afafine», palabra que significa «como una mujer» y que se utiliza en Samoa para referirse a las personas de género no binario.

Pabellón de Nueva Zelanda. Foto: Andrea Avezzù | Bienal de Venecia.

Con esta premisa, el pabellón de Nueva Zelanda en la Bienal de Venecia está ocupado por 12 cuadros fotográficos, con colores vivos, que recrean las pinturas que el maestro posimpresionista francés Paul Gauguin realizó durante su estancia en Tahití y en las Islas Marquesas entre 1891 y 1903.

Una invitación a reflexionar sobre la colonización, la identidad de las personas y sobre las transformaciones del medio ambiente derivadas de la crisis climática.

a.
Ahora en portada