El cerebro: explorando los secretos del órgano más enigmático y fascinante

El Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona presenta ‘Cerebro(s)’, donde analiza cómo el arte, la filosofía y la ciencia estudiaron nuestro órgano más complejo y desconocido

La exposición sobre el cerebro podrá verse hasta diciembre en Barcelona. Foto: Enric Fontcuberta | EFE.

El lenguaje, la memoria, el pensamiento simbólico, la conciencia o la creatividad. Los rasgos que definen la naturaleza humana nacen del cerebro que, sin embargo, es el órgano humano más desconocido. Fascinante y complejo, el cerebro es también protagonista de una exposición en el Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona (CCCB).

Hasta el 11 de diciembre podrá verse en la Sala 2 de este espacio barcelonés (Carrer de Montalegre, 5) una muestra que irrumpe en plena explosión del conocimiento sobre las mentes no humanas y las investigaciones en robótica, neurociencia o biotecnología que, mientras por un lado aportan beneficios sociales y para la salud, por el otro difuminan los límites físicos, biológicos y digitales.

Una mirada poliédrica sobre el cerebro

¿Estamos ante un momento clave de la evolución humana? ¿Es el cerebro el epicentro de esta revolución? La muestra Cerebro(s) del CCCB propone una mirada poliédrica sobre este órgano en el marco, apunta la directora del centro, Judit Carrera, “de unos avances científicos y tecnológicos acelerados que generan tanta admiración como inquietud”.

La muestra ‘Cerebros’ propone un viaje de muchas caras a este fascinante órgano. Foto. Enric Fontcuberta | EFE.

Así, mientras algunos científicos hablan de un “nuevo renacimiento”, otros, más cautos, alertan de “los riesgos de una división de la humanidad entre los superhombres, con capacidades aumentadas, y la población que no tenga acceso a las prótesis tecnológicas”, y advierten también de los peligros derivados de que “gobiernos y grandes tecnológicas puedan jaquear la mente para convertirla en un nuevo espacio de control político o en objeto de consumo”.

Para abordar estos retos, la exposición, una coproducción con la Wellcome Collection de Londres y la Fundación Telefónica, que la llevará a Madrid el próximo diciembre, plantea el debate desde la intersección entre la ciencia y las humanidades explorando cómo el arte, la ciencia y la filosofía han estudiado y representado en la historia este órgano complejo y fascinante.

Del arte a los proyectos científicos

De este modo, la muestra nos adentra tanto en la anatomía del cerebro como en todo aquello que éste genera: la consciencia, el pensamiento abstracto, el lenguaje, la imaginación, los sueños o la memoria. Pero además indaga en otras mentes más allá de la humana: las inteligencias artificiales, animales y colectivas y las de organismos sin cerebro

Lo hace combinando el punto de vista del arte con dibujos originales de Santiago Ramón y Cajal, primeras ediciones de René Descartes, inventos de científicos visionarios como Leonardo Torres Quevedo, cómics y películas, y proyectos de centros científicos.

Foto: Enric Fontcuberta | EFE.

Comisariada por el físico y biólogo Ricard Solé y Emily Sargent (Wellcome Collection), la muestra presente unas 300 piezas, entre las que se incluyen obras de artistas actuales como Tomás Saraceno, Ivana Franke, Patrick Tresset, Joan Fontcuberta, Greg Dunn, Roc Parés, Laramascoto, Shona Illingworth o Xavi Bou.

La muestra presenta unas 300 piezas, entre obras de artistas actuales, inventos de científicos visionarios, cómics, películas y proyectos punteros en ciencia

Junto a la obra plástica, también desfila material histórico, como dibujos originales de Santiago Ramón y Cajal, ediciones de época de Vesalius o Descartes, inventos y maquinarias de científicos visionarios como Torres Quevedo o Lady Ada Lovelace.

La figura de Ramón y Cajal

Para Ricard Solé Cerebro(s) es también una reivindicación de la figura de Ramón y Cajal, a su juicio “maltratado por España, frente a figuras como Pasteur en Francia o Darwin en Reino Unido”.

Un apasionante recorrido por el cerebro. Foto: Enric Fontcuberta | EFE.

El médico y científico español es muy importante, y “no solo por el descubrimiento de la neurona, sino por lo que intuyó”. No es, además, un científico del pasado, recalca el comisario, “pues cada vez que se habla de neurociencia se cita a Cajal”.

Recorrido por ‘Cerebro(s)’

El recorrido expositivo comienza con la sección ‘Materia’, en la que se analiza cómo el estudio de los cráneos fósiles y el arte rupestre desvelan la aparición de la mente simbólica.

Al inicio de este primer apartado, que evoca un gabinete de curiosidades, se presenta parte de la extensa colección de la Wellcome Collection, así como diferentes analogías tecnológicas: el cerebro como telar, calculadora mecánica, red eléctrica o telefónica, o como ordenador.

En las vitrinas se mezclan materiales históricos desde el siglo XVI hasta mediados del siglo XX como ediciones de época de estudiosos como Vesalius, René Descartes o Thomas Willis; dibujos histológicos de Camillo Golgi y Santiago Ramón y Cajal, o instrumentos de cirugía y modelos anatómicos.

Foto: Enric Fontcuberta | EFE.

Mente y mentes

En un segundo apartado, ‘Mente’, se analiza el cerebro como generador del pensamiento, las emociones, los sueños y la conciencia. Este apartado analiza el cerebro y la conciencia como procesos donde la memoria es un elemento fundamental, “probablemente el atributo más importante de nuestro cerebro”, apunta Solé.

La muestra se adentra en el mundo de las inteligencias artificiales alternativas y reflexiona sobre la posibilidad de la existencia de otras inteligencias

También se pone el acento en el estado actual de la neurociencia y en las exploraciones filosóficas y éticas que algunos artistas hacen a partir de este conocimiento, entre ellos los autorretratos del artista William Utermohlen, afectado por Alzheimer, una instalación de Laramascoto basada en el trabajo del antropólogo Roger Bartra y su teoría del Exocerebro o la nueva instalación inmersiva de Alex Guevara que parte de la grabación de su propia actividad neuronal mientras duerme.

La muestra reflexiona también sobre inteligencias alternativas. Foto: Enric Fontcuberta | EFE.

La muestra concluye en una tercera sección, ‘Otras mentes’, que se adentra en el mundo de las inteligencias artificiales alternativas y reflexiona sobre la posibilidad de la existencia de otras inteligencias, como las de las células simples que resuelven problemas matemáticos complejos, las inteligencias colectivas desarrolladas por especies que trabajan conjuntamente como una sola mente, las inteligencias artificiales que imitan los circuitos cerebrales o los robots biológicos sin cerebro que muestran comportamientos básicos.

Para adentrarnos en la inteligencia artificial, este apartado se apoya en material documental de los primeros congresos de IA que dialogan con instalaciones de arte contemporáneo sobre IA y creatividad, como las de Joan Fontcuberta, Patrick Tresset o Roc Parés.

Tras atravesar una instalación de telarañas de Tomás Saraceno que nos invita a reflexionar sobre el concepto de “mente extendida”, descubrimos algunas de las investigaciones más recientes sobre las mentes alternativas de la biosfera cognitiva: la inteligencia del Physarum, un hongo que es capaz de salir de un laberinto para encontrar alimento.

Además, los xenobots de cerebro o formas de vida sintética; la inteligencia de un pulpo convertido en actor principal de una obra de teatro de Stefan Kaegi (Rimini Protokoll) o la inteligencia colectiva de bandadas de pájaros de Xavi Bou.

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