7 razones para reencontrarse con ‘Aida’ en el Teatro Real

En octubre 1998, apenas unos meses después de su complicadísima reapertura (que incluyó enormes sobrecostes, trifulcas políticas, la muerte del arquitecto titular, la dimisión del director artístico o el desplome de una lámpara de 3 toneladas), el Teatro Real estrenaba la grandiosa producción de Aida de Hugo de Ana. Aquellas 8 funciones, dirigidas por Luis Antonio García Navarro, se sumaron a las 353 que acogió el teatro desde su apertura en 1850 y hasta su cierre en 1925, lo que confirma al título de Giuseppe Verdi como el más representado en el Real y el preferido de los madrileños.

Ahora, 25 años después y con algunas novedades, como la renovación de todo el entarimado de su caja escénica, el Teatro Real recupera aquella emblemática producción de Aida de de Ana en lo que supone un ‘autohomenaje’ a su historia pasada y reciente. Y son muchas las razones para no perdérsela.

1. Una gran ópera verdiana

Con el estreno de Aida en El Cairo, en 1871, Giuseppe Verdi, sexagenario y con 25 óperas en su haber, culminaba aparentemente una carrera prolífica -aunque el compositor duraría luego hasta los 80 años-.

En cuatro actos y con libreto en italiano de Antonio Ghislanzoni, la ópera narra la historia de amor entre la princesa etíope que le da nombre, y Radamés, el comandante militar del país donde se cría como esclava, Egipto, y que es a su vez la causa de los desvelos sentimentales de la hija del Faraón, Amneris.

Su partitura, muy efusiva, es también honda e intimista e incluye los temas recurrentes en su obra: el triángulo amoroso, el trasfondo político y social, la prepotencia de los dictadores, la humillación de los oprimidos, los sentimientos paterno-filiales, los celos, los amores prohibidos, la traición, la soledad o la muerte.

Desde el punto de vista compositivo, Aida también refleja la veteranía de Verdi: su dominio de la escritura vocal ─privilegiando los dúos y números de conjunto, en detrimento de las arias─; la genial utilización de la orquestación para obtener efectos dramatúrgicos; la yuxtaposición de momentos de recogimiento y de esplendor; y la pericia en la articulación de grandes números corales y coreográficos con inspiradas melodías solistas, de gran aliento y profundo dramatismo.

Es precisamente esta dualidad entre la espectacularidad de las escenas de masas ─con el imperio egipcio, ejércitos, faraones, esclavos, sacerdotisas, invasores, prisioneros, ritos religiosos, celebraciones, etc.─ y aquellas, recogidas, en las que afloran los conflictos y dramas de los protagonistas, donde radica la dificultad de la puesta en escena de Aida.

2. Reencontrarse con la producción de Hugo de Ana

En su producción, el director de escena, escenógrafo y figurinista Hugo de Ana opta por una producción de fuerte poder simbólico, dominada por una colosal pirámide que sugiere la magnificencia del poder político y religioso ­y también el triángulo amoroso que vertebra el drama.

­La pirámide se contrapone a paisajes desérticos que enfatizan la profunda soledad de los personajes, que se debaten entre sentimientos, dudas y contradicciones.

Para la actual reposición de Aida, Hugo de Ana ha introducido pequeñas modificaciones a la última representación de 2018, actualizando algunos elementos como las proyecciones que se han concebido para trascender la evocación de un Oriente idealizado.

Merecerá la pena contrastar cómo, al igual que el teatro ha madurado en estos 25 años, también lo ha hecho la producción de de Ana.

3. 300 artistas y 3 repartos

Tres repartos se alternarán en la interpretación de los papeles protagonistas de Aida, con las sopranos Krassimira Stoyanova, Maria Agresta, Roberta Mantegna y Anna Netrebko (Aida); las mezzosopranos Jamie Barton, Sonia Ganassi y Ketevan Kemoklidze (Amneris); y los tenores Piotr Beczala, Yusif Eyvazov y Jorge de León (Radamés).

En el papel de Amonasro se turnarán los barítonos Carlos Álvarez, Artur Ruciński y Gevorg Hakobyan; en el de Ramfis los bajos Alexander Vinogradov, Jongmin Park y Simón Orfila, en el de la gran sacerdotisa las sopranos Jaquelina Livieri y Marta Bauzá, mientras que el papel de mensajero estará interpretado por el tenor Fabián Lara.

En total, casi 300 artistas ─entre solistas, coro, bailarines, actores y orquesta─ se suman a una escenografía ya histórica para volver a dar a la obra de Verdi su verdadera dimensión universal.

4. 20 funciones

Aida servirá para inaugurar oficialmente la Temporada lírica 2022-2023 del Teatro Real. La primera de las 19 funciones tendrá lugar el próximo 24 de octubre a las 19.30 horas, y estará precedida por un Preestreno Joven, para menores de 36 años, el 21 de octubre a las 18.00 horas, al término del cual se ofrecerá un After Opera en el Salón de Baile.

Las funciones se extenderán hasta el 14 de noviembre y contarán con la dirección musical de Nicola Luisotti (en 13 de las representaciones), que vuelve al foso del Real con Aida, que ya dirigió con gran éxito en 2018. Será su octava producción verdiana al frente del Coro y Orquesta Titulares del Teatro Real.

Además, Daniel Oren estará al frente de otras 7 funciones y Diego García Rodríguez de una más.

5. La ópera más representada del Real

Más allá de la Arena de Verona, el Real es el teatro que más funciones seguidas ha hecho de Aida. Con estas 20, se convertirá definitivamente en la obra más representada en la historia del Teatro Real, con 398 representaciones, frente a las 387 de Rigoletto, también de Verdi.

En esta ocasión, el estreno de Aida será emitido en MyOperaPlayer, mientras que Radio Clásica de RNE la ofrecerá en diferido.

6. Novedades en el Teatro Real

Si en 1998 la producción de Ana desvelaba al público las enormes dimensiones y las excepcionales capacidades técnicas de su flamante escenario, este 2022 la puesta en escena coincide con otra remodelación, concretamente la sustitución del entarimado del escenario.

También vuelve en un momento dulce para el coliseo, nombrado en Mejor Teatro de Ópera del mundo de 2020 en los International Opera Awards, los considerados ‘Oscars de la lírica’.

7. Actividades paralelas

En paralelo a la representación de Aida, el Teatro Real organiza diferentes actividades paralelas, que incluyen el encuentro entre Nicola Luisotti (director musical), Hugo de Ana (director de escena, escenógrafo y figurinista), Joan Matabosch, director artístico del Teatro Real, la soprano Maribel Ortega, el tenor Eduardo Aladrén y el pianista Riccardo Bini el 19 de otubre en el Teatro Real o la conferencia ‘Aida y Egipto: mucho más que una ópera’ el 20 de octubre en la Biblioteca Regional Joaquín Turina.

También se podrá participar en los cursos ‘La ópera al descubierto: Aida’ que desvela los detalles técnicos y artísticos tras la producción, y ‘La universidad a escena – Aida’ para estudiantes universitarios, así como las conferencias ‘Aida. El contexto histórico y cultura de su composición’ y ‘Aida, Egipto en la ópera’ los días 3 y 7 de noviembre respectivamente.

Coincidiendo con las funciones de Aida (12 y 13 de noviembre) se estrenará en la sala principal del Real la nueva producción del espectáculo familiar A.I.D.A. – Amistad, Igualdad, Diversidad, Amor, una versión reducida de la obra de Verdi con libreto de Antonio Ghislanzoni que se encuentra dentro del proyecto de Opera Estudio del Teatro Real.

Por último, el 2 de diciembre, el Museo Nacional del Romanticismo acogerá el cuentacuentos ‘Las mil y una noches’: la sensual y exótica fantasía de los cuentos orientales.