Cuadros y cartas de amor: otra forma de acercarse a los grandes pintores del Thyssen

Una carta de amor de Napoléon a Joséphine en el catálogo de una subasta prendió la mecha de su coleccionismo. Consciente de que la palabra manuscrita desaparecía, desplazada primero por el fax y el teléfono y después por el correo electrónico y las redes sociales, Anne-Marie Springer se dedicó a adquirir misivas y documentos de personajes históricos hasta reunir la mayor colección del mundo. Por primera vez se podrá ver una parte de ella en España.

Será el Museo Thyssen-Bornemisza el que muestre una selección de sus piezas, en particular aquellas que permiten acercarse a la intimidad de grandes pintores y que se confrontarán con sus cuadros a lo largo de una muestra que lleva por título Cartas de artistas en la colección de Anne-Marie Springer y que se podrá ver del 30 de mayo al 25 de septiembre.

Una colección de cartas de amor

Las escogidas son especialmente cartas de temática amorosa, por ejemplo entre Frida Khalo y Diego Rivera o de Egon Schiele a Edith Harms.

Sin embargo, además de la temática amorosa, en la que está especialmente centrada la colección de Anne-Marie Springer, los pintores comparten en estas misivas otros pensamientos, como las inseguridades acerca de su arte, la celebración de triunfos, detalles de su proceso creativo, en ocasiones ilustrado con algún dibujo, pero también referencias a acontecimientos históricos y una gran variedad de sentimientos que nos acercan a la vida y personalidad de los artistas.

Cartas y postales escritas por Delacroix, Manet, Degas, Monet, Cézanne, Van Gogh, Gauguin, Matisse, Juan Gris o Lucian Freud forman también parte de la muestra, en la que los documentos dialogan con obras de estos y otros artistas de la colección permanente y que, de forma original y, sobre todo, íntima, permite acercarse a los autores de las cartas y a sus creaciones.

La exposición incluye una treintena de cartas que se exponen en diferentes salas junto a las obras de los artistas

Entre la caligrafía y la pintura

Entre la correspondencia reunida destacan las palabras de Frida Khalo en 1948 a su entonces pareja, Diego Rivera: “No estés triste – pinta y vive – Yo te adoro con toda mi vida”.

También pueden leerse las cartas escritas en tiempos de guerra de Egon Schiele a Edith Harms, su futura mujer, a la que dice “Me han destinado al Regimiento 75, al ‘servicio de vigilancia’. (…) Iré a la verja tan a menudo como pueda, allí donde nos dimos la mano por última vez. ¡Qué pena que no estés aquí!”.

O Gala a su primer marido, el poeta Paul Éluard, al que escribía: “No te pasees por los bosques, por ningún lado donde podrían matarte o hacerte prisionero por casualidad. Prométemelo.”

Juan Gris relata en sus cartas a Josette los pormenores de su trabajo para los ballets de Diághilev, que le llevaron a Mónaco en el invierno de 1923-1924, así como detalles de su vida allí.

Vincent van Gogh le dice en cambio a Émile Bernard: “¡Oh! El bello sol de aquí en pleno verano. Te golpea la cabeza y no dudo de que uno acaba volviéndose chiflado. Pero, como ya lo estaba antes, no hago más que disfrutar de él”.

La treintena de cartas se distribuirán por varias salas del museo junto a obras de la colección permanente. El objetivo pasa por sumergirnos en la vida de algunos de los principales artistas de la historia del arte de los dos últimos siglos, propiciando un enriquecedor cruce de ideas, palabras, caligrafía y pintura que invita a mirar sus obras de otra manera.