Carlos Cruz-Diez: la armonía entre el diseño y el color

El Museo Reina Sofía presenta una exposición del artista Carlos Cruz-Diez, donde se recorre su faceta como diseñador y su magistral uso de colores y formas

Libro Poema Transverbales. Foto Rafael Guillén

El artista venezolano Carlos Cruz-Diez, uno de los grandes talentos del arte abstracto-geométrico del siglo XX, tuvo una intensa carrera como diseñador gráfico que fue tan importante como sus estudios sobre el color y sus obras cinéticas.

Esta faceta de su carrera se puede descubrir en la muestra ‘El peso de la forma. El diseño gráfico de Carlos Cruz-Diez’, que el Museo Reina Sofía presenta desde el 12 de marzo hasta el 11 de junio.

‘Movimiento alterno’, de 1959. Foto Cruz-Diez Foundation, Houston

Un centenar de obras centradas en el diseño gráfico

Allí se presentarán más de 100 obras realizadas entre 1930, cuando todavía no había entrado en la adolescencia, hasta el 2015.

Cruz-Diez creó una agencia de diseño gráfico para atender a la gran demanda de trabajo de diseño que provenían de las empresas venezolanas

Entre ellas se encuentran cuadernos, tiras cómicas, catálogos, libros, videos y carteles surgidos de su imaginación.

En su carrera como diseñador buscó soluciones sencillas y eficaces basadas en la armonía entre la forma, el color y el contenido.

Trabajos de Fisiocromía, de 1959. Foto Atelier Cruz-Diez Paris

Un sector que cambió rápidamente

Su aportación a la industria editorial fue fundamental para que un sector que estaba dominado por técnicos como diagramadores, impresores y tipógrafos, recibiera una valiosa aportación de creatividad desde las artes plásticas.

La expansión económica de Venezuela a mediados del siglo XX, impulsado por la industria del petróleo, exigía a las empresas editoriales diversificarse a la comunicación visual pero sin tener talentos capacitados para ello.

Se necesitan artistas plásticos

Recordemos que por ese entonces el diseño gráfico no existía como profesión independiente, y las compañías recurrieron a artistas plásticos como Cruz-Diez, ejemplo que también se repitió en otros países de Latinoamérica como Brasil con Hércules Barsotti y en Argentina con Tomás Maldonado.

La cantidad de trabajo que recibía Cruz-Diez llevó a crear su agencia en 1946. Entre el arte plástico y el diseño renovó el lenguaje y uso del color.

Carlos Cruz-Diez en su estudio. Foto Estate of Carlos Cruz-Diez

Cruz-Diez perteneció a una generación de artistas plásticos que diversificaron su creatividad al campo del diseño gráfico

De hecho, recursos como la yuxtaposición y superposición de tramas coloreadas fue una idea que surgió de las técnicas de impresión.

Las obras que cambian

Así creó su primera Fisicromía en 1959, estructuras que revelan diferentes comportamientos y otras condiciones del color a medida que el espectador se desplaza y que la luz cambia de ángulo.

Al año siguiente se trasladó a París, donde siguió su dualidad entre arte y diseño. Entre otros trabajos, concibió la estética de la revista Rohbo y los afiches y catálogos del Centre Noroit, en un lenguaje gráfico que fue depurando con el correr de los años.

En su faceta artística, también siguió adelante con su estudio del color y sus creaciones cinéticas.

La muestra en el Reina Sofía recorre la faceta de diseñador gráfico de Cruz-Diez

El espectador es protagonista

Su idea era que el espectador pase a ser una figura activa, que cuando contemple un cuadro se integre a él.

Así pasaba con sus obras abundante en trazas geométricas, líneas de colores que se entrecruzan y que dan un sentido que a otro espectador le será diferente.

Sus obras forman parte de colecciones permanentes del Museo de Arte Moderno (MoMA) de Nueva York; la Tate Modern de Londres; el Centro Pompidou de París y el Museo de Bellas Artes de Houston.

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