El MNAC desmonta los tópicos sobre Gaudí

No era un genio aislado ni sus obras eran producto de su ego. En la exposición del MNAC se muestra a un Gaudí que supo interpretar como nadie las tendencias del momento

En la muestra se exponen 600 objetos relacionados con Gaudí. Foto Enric Fontcuberta | EFE

Pocas ciudades tienen un vínculo tan fuerte como Barcelona y Antoni Gaudí. El creador de la Sagrada Familia, el Palau Güell, las casas BatllóMilà, el que lograba conjugar arte y técnica como ninguno tuvo muchos claroscuros de su vida que dieron pie a toda clase de teorías e idealizaciones. Y muchas de ellas equivocadas. 

La muestra Gaudí que organiza el Museo Nacional de Arte de Catalunya (MNAC) desde este viernes 19 al 6 de marzo busca romper con los mitos que se construyeron en torno a su figura, que han reducido su pensamiento y trabajo al llegar a idealizarlo como un visionario encerrado en una torre de marfil, o como una persona aislada de la política y las corrientes sociales de la época.  

Gaudí era un genio, pero para nada aislado

Esta exposición refleja que Gaudí “no era un genio aislado, fuera de su tiempo e incomprendido” y lo sitúa en un contexto internacional donde también brillaban figuras como Auguste Rodin, Geoffroy-Dechaume, Violet-le-Duc, Thomas Jeckyll o William Morris

En la muestra del MNAC se analiza la figura de Gaudí desde otro prisma. “No era un genio aislado, fuera de su tiempo e incomprendido”, indican los organizadores

Retrato de Gaudí. Fuente: Museo de Reus (IMRC)

En las salas de MNAC se exponen 650 objetos entre piezas arquitectónicas, de diseño y mobiliario, obras de arte, documentos, planos y fotografías, que se presentan dos décadas después de los festejos por el Año Gaudí, celebrado en 2002 por el centenario del genial arquitecto. 

Esta muestra, que luego viajará al Musee d’Orsay en París, expone piezas que se creían olvidadas como el espectacular mueble recibidor del piso principal de la Casa Milà, que fue desmontado en los años 1960 y cuyas piezas se dispersaron; el busto de la Fuente de Hércules de los jardines del Palacio de Pedralbes y los yesos que sirvieron para modelar las esculturas de la Sagrada Familia. 

También se pueden ver las fotografías del Park Güell que formaron parte de la exposición de París en 1910 y que no se han vuelto a exponer, o uno de los tapices realizados por Josep Maria Jujol (uno de sus grandes colaboradores) por encargo de Gaudí para los Juegos Florales de 1907. 

Proyecto de la iglesia de la Colonia Güell. Foto Museu Nacional d’Art de Catalunya

Un Gaudí más complejo

“La exposición descubre a un Gaudí de una enorme complejidad, que capta como ningún otro artista las necesidades de la sociedad en la que vive, un tiempo de cambios radicales, y produce las imágenes más potentes, que perduran hasta nuestros días”, indican fuentes del MNAC

En el apartado ‘Gaudí. Una nueva mirada’ se analiza el trabajo del arquitecto y su relacion con la vida social y economica de Barcelona en particular y Cataluña en general. 

“La superioridad de Gaudí sobre su época no proviene, pues, ni de su supuesto aislamiento genial ni de ningún tipo de inexplicable locura, sino, justamente, de la capacidad que tuvo para concentrar esa época en sus edificios, para contraerla entera en su complejísima obra”, detallan. 

“La superioridad de Gaudí sobre su época proviene de la capacidad que tuvo para concentrar esa época en sus edificios, para contraerla entera en su complejísima obra” 

Puertas, ventanas y otras piezas de mobiliario diseñadas por Gaudí. Foto Enric Fontcuberta | EFE

En ‘Las dos caras de Barcelona’ se analiza cómo cambió la ciudad desde que llegó en 1868, con el auge del modernismo, el progreso económico, el ascenso de la burguesía y la escalada de conflictos sociales. 

Los primeros pasos profesionales de Gaudí

Por los ‘Años de formación de Gaudí’ se recorre desde su infancia hasta su brillante desempeño académico en la Escuela de Arquitectura de Barcelona; para luego pasar en ‘Primer proyectos’ a conocer encargos de mobiliario urbano (como las farolas de la Plaza Real), para luego dar el salto gracias a su amigo y mecenas Eusebi Güell con la construcción de los Pabellones Güell. 

A partir de aquí se transita por sus obras más conocidas como las ‘Casas de los pisos en el Ensanche’, como la Calvet, Battló y Milà, donde demostraría estar al corriente de las obras más avanzadas de Europa. 

Diseño de Gaudí del paraninfo. Imagen: Càtedra Gaudí. ETSAB. UPC

En ‘Exposición de París’ se analiza la primera muestra sobre las obras del arquitecto de Reus en la capital francesa, en 1910; y su fuerte vínculo con la iglesia se ve en ‘Arquitectura religiosa y restauracion litúrgica’, con el ejemplo de la decoración de la catedral de Palma. 

La obra cumbre

Así se llega a ‘El templo de la Sagrada Familia’, que fue un taller de sus ideas y que se plasmaría en la obra monumental que todavía sigue en construcción

Taller de Gaudì en la Sagrada Familia. Foot Ferran – Arxiu Històric del COAC

La muestra cierra con ‘La doble fortuna de Gaudí’, en que se recuerda su enorme popularidad en la capital catalana, donde era visto tanto como un excéntrico como ‘el arquitecto de Dios’; pero tambien puntualiza que su legado será recogido por las vanguardias artisticas y que influenciaría a figuras tan distintas como Joan Miró, Salvador Dalói o Antoni Tàpies. Y sin olvidar sus huellas en la arquitectura. 

Además de las visitas guiadas, el MNAC ofrece una experiencia única: realizar el recorrido a través de una audioguía narrada por el actor Josep Maria Pou. Vale la pena. 

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