La Sagrada Familia revela los secretos de sus torres

En diciembre estará terminada la torre Mare de Déu, mientras siguen las obras de la torre de Jesucristo de 172 metros, donde se podrá ascender hasta el interior de su cruz de cuatro brazos

La Sagrada Familia entra en su recta final. Foto Sagrada Familia

Parecía que nunca tendría fin, pero la Sagrada Familia está en su recta final. Su segunda torre más alta, la de Mare de Déu, será inaugurada el 8 de diciembre; en una ceremonia en la que se iluminará la estrella de 12 puntas que coronará la estructura de 138 metros.

Esta estrella recibirá el baño de diferentes focos de luz, y su presentación en sociedad coincidirá con la fiesta de la Inmaculada Concepción.

La Sagrada Familia inaugura la primera torre en 44 años

Esta será la primera torre que el templo verá la luz tras 44 años, la obra magna de Antoni Gaudí iniciada en 1882 y cuya fecha de finalización todavía no se sabe con certeza.

La irrupción de la pandemia alteró el calendario de finalización de la Sagrada Familia, que estaba programado para 2026

La Sagrada Familia se suponía que iba a finalizar en 2026. Pero tras la pandemia no se sabe la fecha con certeza. Foto Toni Albir | EFE

Los cálculos de la Junta Constructora estimaban que en el 2026 el templo de Barcelona iba a estar terminado, pero la irrupción de la pandemia no solo paralizó las obras sino que también cortó abruptamente las visitas y el financiamiento de los trabajos.

Si en 2019 se contaba con unos 100 millones de euros de presupuesto, de los cuales entre 60 y 65 iban destinados a la construcción, en 2021 han contado con 19 millones de euros, 8,2 de los cuales han ido a las obras, se reveló en una conferencia de prensa.

La torre que romperá todos los récords

Si la torre de Mare de Déu está atrayendo las miradas de vecinos y turistas, la estructura central, dedicada a Jesucristo, se convertirá en el nuevo icono de un templo que es el símbolo de la capital catalana.

El director general de la Sagrada Familia Xavier Martínez y el arquitecto director Jordi Faulí presentan la torre de Jesucristo. Foto Toni Albir | EFE

Será una elegante formación de piedra que llegará a los 172,5 metros de altura. Su medida fue un capricho de Gaudí, que la diseñó para que sea unos metros más baja que el peñón de Montjuïc, al considerar con fervor religioso que ninguna obra humana podía ser más alta que lo que Dios había creado en la naturaleza.

La torre de Jesucristo tendrá 172,5 metros de altura, un poco menos que el peñón de Montjuïc. Gaudí consideraba que ninguna obra podía ser más alta que ‘las creaciones de Dios’

El remate de la torre será con una gigantesca cruz de cuatro brazos, de 17 metros de alto, donde cada extensión llegará a los 13,5 metros.

De cada uno por la noche saldrán potentes rayos de luces, tal como lo había concebido Gaudí, y de día reflejarán la luz del sol gracias a su cobertura de vidrio y gestión de residuos porcelánico.

La torre más alta se podrá visitar

Los brazos de las cruces podrán recibir visitas, que al ser la edificación más alta de Barcelona permitirá obtener vistas únicas de la ciudad.

El interior de la torre de Jesucristo contará con una escalera y un ascensor. Foto Sagrada Familia

En el corazón de esta torre se instalará un ascensor de cristal, que llegará hasta el último cuarto de la estructura. A partir de allí una escalera en espiral conducirá a los visitantes hasta el interior de la cruz, según describe la junta constructora en su blog.

El trayecto desde la base hasta la cruz estará cargada de simbolismos, en un viaje donde la religión y la vida de Jesús se combinan con la Vía Láctea y las galaxias.

Las torres que faltan en la Sagrada Familia

Tras la de María y la de Jesucristo, todavía quedan terminar las cuatro torres dedicadas a los evangelistas, que se elevarán hasta los 123 metros; y otras cuatro más de menor altura que simbolizarán a los cuatro apóstoles que faltan, en la fachada de la Gloria.

Rodeando la torre de Jesucristo, en el centro, todavía faltan las cuatro torres de los evangelistas. Foto Sagrada Familia

El problema es que el proyecto de Gaudí contemplaba construir una gran explanada con escalinata que debía pasar por encima de la calle Mallorca y llegar hasta la mitad de la manzana vecina.

Pero allí hay edificios de viviendas y comercios, y obviamente, los vecinos no quieren saber nada de mudanzas ni expropiaciones. Este es un capítulo de la larga historia de la Sagrada Familia que todavía no tiene final.

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