Joana Vasconcelos: si solo vas a ver una exposición en Madrid, que sea esta

El arte contemporáneo coloniza el madrileño Palacio de Liria, incluidos rincones nunca antes abiertos al público como la capilla, el salón de música o los jardines, con la monumental exposición ‘Flamboyant’ de Joana Vasconcelos

La escultura ‘Marylin’, de Joana Vasconcelos, en el Palacio de Liria. Foto: Juan Rayos.

En el centro de una sala, de techo a suelo, pende un enorme corazón negro realizado con la técnica de filigrana de la localidad portuguesa de Viana que gira sobre sí mismo. De fondo, Amália Rodrigues interpreta un fado. Uno de los versos del tema Estranha Forma de Vida da título a esta hipnótica instalación, Coração Independente Preto (2006), una de las espectaculares piezas que integran la muestra Flamboyant, de Joana Vasconcelos, que puede verse ya en el Palacio de Liria en Madrid.

“Es la sala más bella donde se ha instalado nunca esta pieza”, explica la propia artista. Y es que alrededor de la obra, en el salón Español del palacio del siglo XVIII que es mitad museo y mitad residencia del Duque de Alba, Carlos Fitz-James Stuart y Martínez de Irujo, cuelgan retratos de Velázquez, como el de la Infanta Margarita, pero también obras de El Greco, Ribera y Zurbarán.

‘Coração Independente Preto’, Joana Vasconcelos. Foto: Juan Rayos.

Todos, además, vestidos de negro, el color de la corte española durante el Siglo de Oro, que aquí funciona como hilo que conecta todas las obras de arte expuestas en esta sala en uno de los guiños que, pese al contraste visual y conceptual inicial, permiten integrar perfectamente las más de cuarenta obras que llenan de arte contemporáneo los espacios del palacio, algunos de ellas inaccesibles al público hasta ahora como la capilla, el salón de música y los jardines.

El arte contemporáneo toma el Palacio de Liria

No es la primera exposición artística que acoge histórico Palacio de Liria, que ha organizado muestras en torno a las cartas de Colón, la figura de María Eugenia de Montijo o la moda en la Casa de Alba, pero seguramente sí la más impactante.

Coincidiendo con los 50 años de la constitución de la Fundación Casa de Alba, la institución ha querido celebrarlo con una artista de primer nivel y, de paso, volver a conectar su colección con el arte contemporáneo.

Vasconcelos posa con ‘Flaming Heart’ en la capilla del Palacio de Liria. Foto: Juan Rayos.

Una relación, explican los responsables de la fundación, que dista mucho de ser nueva. Si no, no se explicaría la presencia en la colección de pinturas en su momento muy modernas como las de Goya o Rubens.

No dejan de sorprender, sin embargo, las extraordinarias piezas de Vasconcelos en Flamboyant, que puede verse hasta el 31 de julio y que impactan desde la entrada al palacio, donde se alza Solitario, una pieza creada en 2018 para el exterior del Guggenheim de Bilbao en el marco de la exposición I’m Your Mirror y que reproduce un anillo de compromiso a escala monumental.

110 llantas de coche doradas dispuestas en forma de círculo coronado por una pirámide invertida formada por 1.450 vasos de cristal que simulan un diamante gigante hablan de amor y compromiso entre dos personas tamizado por la sociedad de consumo (y dos de sus símbolos más estereotipados como los coches y los diamantes), que lo transforma en un símbolo de estatus y poder.

‘Solitario’, una de las monumentales obras incluidas en ‘Flamboyant’. Foto Juan Rayos

Un paseo con Joana Vasconcelos

La voz de la reconocida artista portuguesa conduce la visita autoguiada que se inicia en el zaguán del palacio con dos leones: Vigoroso e Poderoso (2006-2024, realizados en cemento y recubiertos con croché que dan paso a la biblioteca donde, entre cartas de Cristóbal Colón y los Reyes Católicos, o la famosa biblia de la Casa de Alba, destaca la obra Carmen (2001), una colosal lámpara de hierro recubierta de terciopelo negro y adornada con pendientes de colores adquiridos en Valencia.

En la exposición en el Palacio de Liria se muestran varias obras inéditas de Vasconcelos como ‘La Théière’ o Lobos Goya y Velázquez

Se da la circunstancia de que también en esta sala se conserva una carta manuscrita a la condesa de Montijo de Prosper Mérimée, autor de la novela Carmen que Georges Bixet adaptó a opera y que inspira esta pieza, que se observa mientras se escucha cantar a María Callas la famosa aria L ‘amour est un oiseau rebelle.

‘Carmen’, de Joana Vasconcelos en la biblioteca del Palacio de Liria. Foto: Juan Rayos.

La capilla familiar, por primera vez abierta al público, acoge otro de los grandes corazones de Vasconcelos, el famoso Flaming Heart (2019-2022), que aquí funciona como “homenaje a María Magdalena”, y que habla del amor a través de un corazón en llamas.

Le sigue, en la sala de música, Piano Dentelle #3, un piano completamente cubierto de ganchillo realizado en la técnica tradicional de Las Azores, introduciendo como es clásico en la artista materiales y técnicas artesanales pero descontextualizadas. El resultado, explica la artista, “le da al objeto una nueva identidad, un look de lujo, que añade a su funcionalidad tradicional una nueva dimensión: la dimensión de obra de arte”.

La sala de baile acoge la monumental Marylin (2011), una estructura de grandes dimensiones realizada con cacerolas y tapas de acero inoxidable que forman los míticos zapatos de la diva de Hollywood, con la que Vasconcelos cuestiona la condición doméstica de las mujeres, partiendo de un objeto de cocina cotidiano y estableciendo una asociación improbable con el mundo del glamour.

Vista de la exposición. Foto: Juan Rayos.

Joyas a pequeña y gran escala

En un diálogo constante entre pasado y presente, las pinturas de grandes maestros como Goya, Tiziano, Rubens, Zuloaga y Madrazo se entremezclan audazmente con piezas como J’Adore Miss Dior (2013), una gran lazo realizado a partir de frascos del perfume de la firma francesa creada para la exposición del 66º aniversario del emblemático perfume Miss Dior en el Gran Palais de París, o la monumental Valkyrie Thyra (2023), creada partir de tejidos de Dior e instalada ahora en la escalinata del Palacio de Liria.

Entre las piezas creadas ex profeso para la exposición en Madrid, destacan Velázquez y Goya, dos figuras de lobos que en esta ocasión dialogan con los retratos que Zuloaga realizó a varios miembros de la Casa de Alba y que están expuestos en el salón que lleva el nombre del pintor vasco.

‘Valkyrie Thyra’, Joana Vasconcelos. Foto: Juan Rayos.

Del mismo modo, en los jardines del palacio, habitualmente cerrados al público, se puede admirar por primera vez La Théière (2025), una obra hecha con hierro forjado y vegetación ornamental en forma de tetera a gran escala y rodeada de jazmines con la que Vasconcelos homenajea a su admirada Catalina de Braganza -esposa portuguesa de Carlos II y reina consorte de Inglaterra, Escocia e Irlanda entre 1662 y 1685- e invita al espectador a entrar y a interactuar con la obra, realizada a gran escala “para jugar con la perspectiva”.

Además de las obras de grandes dimensiones de Vasconcelos, que ya han visitado otros palacios como los el de Versalles, Uffizi o el de Ajuda en Lisboa, el Palacio de Liria ofrece la oportunidad de descubrir otras facetas del trabajo de la artista portuguesa como joyas, dibujos, maquetas y obras a pequeña escala.

Alojadas en la Sala de Arte Contemporáneo del palacio, estas piezas dejan ver algunos de los materiales predilectos de la artista como el croché o los azulejos en obras como Gestalt (2017), BonBon (202) e Hypercube (2014), pero también descubre otros aspectos de su trabajo como sus piezas de joyería con los sofisticados collares Extravaganza (2022) -en plata de ley, laca cerámica roja y caucho- y Vortex (2013), compuesto de oro y 302 rubíes.

Entre las obras creadas para esta muestra, ‘Lobo Velázquez’. Foto: Juan Rayos.

Además, se exponen la serie de dibujos Tríptico Alfa (2019) o las esculturas de latón bañado en plata A Joanina (2014) y Bouquet (2024), así como maquetas de algunas de sus obras más grandes.

En Flamboyant, el colorido, el barroquismo y hasta la extravagancia de Vasconcelos a la que hace honor el nombre de la exposición consiguen fundirse no solo con el legado de la Casa de Alba, sino con un espacio habitado, el hogar del actual duque Carlos Fitz-James Stuart para quien, “al igual que mis antepasados, que convivieron y apoyaron a los artistas más notables de cada época, como duque de Alba, es para mí casi un deber abrir mi casa al arte contemporáneo con una de las artistas de referencia mundial”.

‘La Théière’, Joana Vasconcelos. Foto: Juan Rayos.

La artista, por su parte, que califica la colección de la Casa de Alba como “una de las más distinguidas del mundo”, valora especialmente esta muestra por cuanto muestra “cómo el arte contemporáneo puede reavivar espacios históricos, acogiendo una apreciación más profunda de su relevancia y vitalidad. Tendiendo puentes entre lo clásico y lo contemporáneo, esta exposición aspira a honrar el doble rol del Palacio de Liria como guardián de la historia y como espacio de reinvención cultural”.

Flamboyant puede verse hasta el 31 de julio de 2025 en el Palacio de Liria (Princesa 20, Madrid) de lunes a domingo con precios desde 18 euros.

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