De la familia Telerín a Tadeo Jones: la animación española se reivindica en Madrid
Una exposición recorre los hitos de este arte desde el lápiz al digital a través de material inédito de personajes e historias que han marcado a generaciones

De la familia Telerín a Tadeo Jones, la animación española tiene una gran historia que reivindicar. Desde los primeros dibujos a lápiz que dieron forma a algunos entrañables personajes de mediados de siglo XX a las más modernas técnicas digitales, creadores y estudios han moldeado las historias que han acompañado a generaciones de españoles, desde la familia Telerín a Pocoyó y Tadeo Jones, pasando por la calabaza Ruperta, David el gnomo, Willy Fog, D’Artacán y los tres mosqueperros, Los Fruittis, los personajes de Planet 51 y, más recientemente, Klaus y el cartero Jesper.
Ahora una muestra recupera y pone en valor ese legado a través de material inédito como bocetos, dibujos y storyboards además de fotogramas originales y material de promoción como juguetes, carteles o cromos que a muchos arrancará una sonrisa un buen puñado de recuerdos.
Animación.es: Una historia en una exposición es el nombre de esta muestra, instalada en el Museo de la Imprenta de Madrid (Concepción Jerónima, 15) que podrá verse hasta el próximo 11 de abril.
Animación hecha en España
Organizado como un viaje en dos caminos paralelos, uno histórico y otro técnico, la muestra gira en torno a los autores y películas más significativas que a lo largo de más de 100 años de vida. Así, se inicia con un prólogo con los 15 hitos de esta disciplina, como su aparición antes de la invención del cine y el papel de Segundo de Chomón, la formación del grupo SEDA, formado en su mayor parte por dibujantes-caricaturistas del diario ABC -que coorganiza esta exposición junto al Ayuntamiento madrileño-, los primeros largometrajes animados en la década de los años 40 o la irrupción de la televisión. Es en este momento cuando la animación encuentra un aliado en la publicidad y alumbra éxitos que forman ya parte del imaginario colectivo como la canción del Cola Cao.
A partir de los años 50, surgen largometrajes como Garbancito de la Mancha (primero en España y primero en color en Europa), El mago de los sueños y la serie Chicho y Coca. Destaca aquí el papel de Estudios Moro en Madrid donde se realizaron las series Familia Telerín y Cantinflas, dirigido por los hermanos José Luis y Santiago Moro, y de los Estudios Macián en Barcelona, de Francisco Macián, que abrieron las puertas a nuevas técnicas que serían clave en las décadas siguientes.
Dibujos animados para adultos
El itinerario por la historia de la animación en España pasa también por la Transición y la llegada del destape a esta técnica cinematográfica. Es entonces cuando se realiza el primer largometraje animado español para adultos, Historias de amor y masacre (1979), resultado de un trabajo en equipo capitaneado por Jordi Amorós y del que formaron parte caricaturistas de la talla de El Perich, Óscar, Ivá, Gila y Chumy Chúmez, entre otros.
En estos años surgen también series infantiles míticas de la televisión de los 80, como D’Artacán y los tres mosqueperros (1982), La vuelta al mundo de Willy Fog (1983), David, el gnomo (1985) o Los cuatro músicos de Bremen (1988).
Del papel al ordenador
Cuando el siglo XX llega a su fin, la animación española emprende una nueva etapa, la llamada ‘Era Digital’, que arrancó en 1990 y se prolonga hasta la actualidad. Algunos de los títulos más populares de la producción en estos años recogidos en esta exposición son Los Fruittis (1990) y Pocoyó y Tadeo Jones (2012).
La aparición del cine digital da lugar a una técnica nueva, el 3D, y España produce los primeros dos largometrajes europeos: Los Megasónicos (1997) y El bosque animado (2001).
Comisariada por José Antonio Rodríguez Díaz y Samuel Viñolo Locubiche, esta muestra explica también los diferentes procedimientos que, de forma individual o combinados, se emplean para la creación de contenidos: qué es y cómo funciona el stop motion (animación fotograma a fotograma), el cut out (animación con recortes), la animación tradicional 2D, el 3D –que se desarrolla por ordenador–, la animación con marionetas, con arena y otras técnicas de animación experimental.