Un viaje por la historia de la música a través de 900 vinilos

Una exposición a partir de 600.000 vinilos pertenecientes al locutor y productor Julián Ruiz (‘Plásticos y decibelios’) aterriza en el madrileño Centro Conde Duque de Madrid

Los vinilos con portadas diseñadas por Andy Warhol pueden verse en CondeDuque.

En 1961, Julián Ruiz recibió su primer disco de vinilo. Era Let’s Twist Again, de Chubby Checker. Le seguirían muchos otros, desde el sencillo Love Me Do de The Beatles al Sticky Fingers de los Rolling Stones, con la portada censurada que Franco no dejó que se viese en España, pasando por trabajos de Elvis Presley, Little Richard y demás grandes del rock.

La colección de este locutor, productor y cronista musical suma ahora exactamente 623.202 volúmenes, un compendio de la historia de la música que ahora se puede ver en el Centro Conde Duque de Madrid.

No están todos, claro. El mismo Ruiz (Murcia, 1950) reconoce que necesita tres viviendas para albergar esta colección. Para la muestra madrileña, el creador y conductor del mítico espacio Plásticos y Decibelios ha tenido que hacer una selección que le ha llevado meses.

Portadas censuradas e inéditas del archivo personal de Julián Ruiz conforman esta exposición.

Cuando logró reducir el número de vinilos candidatos a la exposición a unos 4.000 cuenta que “los comisarios se echaban las manos a la cabeza”. Así comenzó el regateo, con un métido muy personal, cuenta Ruiz “para elegir cuáles se quedaban utilicé este método: si me pinchaba un poco el corazón, lo apartaba, y solo me quedaba con aquellos que de pensar que no estarían lo sentía como una puñalada”.

La historia de la música en vinilos

Así llegó a los 867 vinilos que integran esta muestra, bautizada como Los vinilos de Plásticos y decibelios, disponible hasta el 19 de septiembre. La idea, después, es que inicie un recorrido itinerante por España.

La exposición está planteada como un recorrido en varias partes, con una sección por ejemplo dedicada a portadas a partir de retratos: con instrumentos, pictóricos, en los que el protagonista mira a cámara… Ruiz destaca ahí piezas tan curiosas como la de Serge Gainsbourg travestido de mujer.

Su pasión por los Beatles y los Stones ocupa otro de los apartados importantes, con piezas “muy representativas como una portada del Sgt. Peppers’s Lonely Hearts Club Band (1967) que no habrá visto nunca el público”, destaca el productor. También cuenta con los EP´S de cuatro canciones de la banda de Liverpool con la marca Odeón, además de otros discos raros y únicos de la formación.

Julián Ruiz en una foto cedida.

También aquí se encuadra la portada censurada por el franquismo del disco Sticky Fingers de los Rolling Stones (la de la entrepierna con un vaquero ceñidísimo) y la versión alternativa que en los años 70 conocieron los españoles, y el single Let´s spend the Night together, que aquí se tradujo en la portada del single como No quiero que me dejes.

También pueden verse las portadas que Andy Warhol hizo para artistas de la Velvet Underground, como los Rolling Stones, Diana Ross, Aretha Franklin, Billy Squier y una especial para Miguel Bosé, la del disco Made in Spain (1983). Así mismo, hay un cuadro de Miró, en los discos de Raimon y María del Mar Bonet.

Las bandas sonoras de películas ocupan otro de los grandes epígrafes, con vinilos que van desde las primeras de Walt Disney a clásicos de Hollywood como Los diez mandamientos, además de portadas diseñadas por Hans Ruedi Giger, como la del Brain Salad Surgery (1973) de Emerson, Lake & Palmer solo unos años antes de que aquel alumbrara al monstruo de la película Alien, el octavo pasajero.

El erotismo en portadas de vinilos como el primer disco de Jimmi Hendrix, Blind Faith y el Two Virgins de John Lennon y Yoko Ono se incluye asimismo en esta exposición en la que no falta la mirada al inicio de la música popular en España, con ejemplares como el del primer trabajo de Miguel Ríos o de Pic-Nic, el grupo del que salió una jovencísima Jeanette.

La obra de H.R. Giger que ilustra el vinilo ‘Brain Salad Surgery’ (1973) de Emerson, Lake & Palmer.

La colección que no tienen las discográficas

Los vinilos que le traía su padre, periodista de profesión, del extranjero y, posteriormente, los numerosos ejemplares que desde 1969 recibió y conservó ya como locutor de radio forman una de las mayores colecciones de discos de España.

Su archivo personal, por ponerlo en contexto, cuenta con más del doble de fondos que el que atesora al Biblioteca Nacional, unos 300.000, frente a los más de 623.000 de Ruiz.

Su trascendencia resulta aún mayor por la dejadez con la que los distintos sellos en España trataron en el pasado su patrimonio documental, con muchos materiales perdidos entre fusiones de empresas, traslados, incendios o inundaciones.

“Me llegaron a pedir el máster de un álbum de Nino Bravo, porque sus dueños, los de Polygram, no tenían ni eso ni la portada”, recuerda. Él puede enorgullecerse de no haber perdido ni dado nada en todo este tiempo en el que ha cuidado este patrimonio con la precisión de un documentalista.

a.
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