Eslavonia, el tesoro croata aún por descubrir

La región de Eslavonia, antiguo granero y bodega de Croacia, tiene motivo de fiesta todo el año. Recorremos esta joya desconocida en busca de culturas prehistóricas, caballos lipizzanos y mujeres de armas tomar

Catedral de Djakovo. Foto: Ivo Biočina | Turismo de Croacia.

Eslavonia ocupa la zona oriental de Croacia. En tiempos, fue la más rica gracias al regadío de los ríos Sava, Drava y Danubio que la convirtieron en el granero del país y principal productor de cereales, que convivían con las muchas viñas que dan fama al territorio como el más vinícola de Croacia. Salpicada de bosques y amplias llanuras, Eslavonia es una vasta planicie que se formó en lo que hace diez millones de años fue el Mar de Panonia.

Dormir como un niño

La primera visita es Stara Kapela, un lugar encantador perdido del mundo en el condado de Brod-Posavina que, si bien llegó a estar deshabitado, ha vuelto a la vida gracias a su conversión en una aldea turística eco-etno.

Apenas catorce casas se aúnan alrededor de la protagonista, la Casa Rural Tucina Kuca. Sus dueños, simpáticos y hospitalarios, se deshacen en atenciones ofreciendo lo mejor de su cocina, como pueda ser el chorizo típico de la zona llamado kulen, o los pasteles de makovniaca (semilla de amapola). Ambas delicias regadas por el licor autóctono, rakia.

Eco-etno villa Stara-Kapela. Foto: Sasa Pjanic | Turismo de Croacia.

Entre el silencio reinante, las camas mullidas a la antigua y el efecto del licorcillo, en Tucina Kuca se duerme en la auténtica gloria.

De fiesta en fiesta

Vecina de Stara Kapela se sitúa la sexta ciudad de Croacia, Slavonski Brod que, a orillas del río Sava, hace de frontera natural entre Croacia y Bosnia-Herzegovina.

Su fortaleza homónima está considerada la de mayor importancia del país, construida bajo el mandato de Eugenio de Saboya durante el imperio austro-húngaro como defensa contra los otomanos.

Fortaleza de Slavonski Brod. Foto:Igor Šeler | Turismo de Croacia.

Si la región se caracteriza por las muchas fiestas tradicionales y festivales que se celebran a lo largo del año, Slavonski Brod no se queda atrás. En marzo, cuando empieza a remitir el frío, arranca el único festival de acordeón de Croacia, al que siguen en mayo las competiciones de motos y kayak en el río Sava.

La más esperada de todas, sin embargo, llega ya entrado junio: Brodsko Kolo. Tiene lugar en el Korzo, a orillas del río, donde un corro de mujeres encierra a los hombres cantando y bailando alrededor de ellos.

Magnífico y laborioso es el detalle de los trenzados femeninos y los exquisitos vestidos, de bordado Richelieu, decorados con ducates.

Catedral de San Pedro en Djakovo. Foto: Filip Beusan | Turismo de Croacia.

En junio también hay un surrealista festival de literatura de ciencia ficción apelado Marsonikon que, entre cerveza artesana y música, reúne en la fortaleza a los amantes del género. Otro festival de música del verano llena de planes los meses de julio y agosto.

Los caballos más antiguos del mundo

Đakovo, en Eslavonia oriental, es conocido por sus viñas ancestrales. Hoy, sus propietarios apuestan por nuevas uvas más allá de la graševina que siempre les ha caracterizado y con la que se elabora un vino blanco seco.

La catedral de San Pedro en Dakovo fue definida por el papa Juan XXIII como la más bella entre las de Estambul y Venecia

Su catedral de San Pedro es el mayor edificio sacro del historicismo croata. El mismo papa Juan XXIII la catalogó como la más bella entre las de Estambul y Venecia.

Edificios barrocos visten las calles de Đakovo que también cuenta con otra particularidad: su centro hípico State Stud Farm con 200 ejemplares de la raza equina más antigua del mundo, los armónicos y bien plantados lipizzanos.

Los caballos lipizzanos son el orgullo de Djakovo. Foto: Ivo Biočina | Turismo de Croacia.

Son animales que, si bien nacen grises o negros, van perdiendo el color con la edad hasta lucir el blanco más vetusto. Y dicen que es un caballo cariñoso necesitado de afecto o, de lo contrario, se vuelve indomable.

Mujeres de armas tomar

No lejos de Đakovo está Gorjani. Su fiesta primaveral de las reinas ljelje es tan pintoresca que le ha merecido el reconocimiento de la Unesco en 2009 como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.

La fiesta primaveral de las reinas de Gorjani, vestidas de cuento de hadas y sable en mano, es tan bella como inaudita

Un espectáculo insólito y hermoso es el entrar en cualquier casa del pueblo y contemplar una reunión de mujeres ataviadas con prendas que brillan con coloridos bordados y culminan en un sombrero cónico cuajado de flores con espejito en el centro.

Reinas ljelje de Gorjani. Foto: Ivo Biočina | Turismo de Croacia.

Curiosamente, las damas llevan afilados sables en las manos. De esta guisa recorren las calles de Gorjani, en procesión y seguidas por una banda musical de hombres. Entran en cada hogar que les ofrece dulces, licores y galletas de amapola y, en agradecimiento, ellas bailan al son de la tambura o gaita y entonan bellas baladas.

Finalmente forman un arco con los sables, honrando la memoria de aquella batalla que libraron sus antepasadas de Gorjani contra los turcos, cuando disfrazadas de hombres, espada en mano, les derrotaron, mientras que los suyos luchaban en la guerra.

Los secretos de la cultura Vučedol

Al triángulo Vukovar-Vinkovci-Ilok le une el vino y la cultura prehistórica Vučedol de finales del neolítico y principios de la edad de bronce, extendido en la cuenca meridional de los Cárpatos.

Calendario de Orion en Vinkovci. Foto Matija Šćulac | Turismo de Croacia.

Vinkovci presume de ser una de las urbes más antiguas de Europa. Así lo testimonia su Museo de la Ciudad lleno de restos arqueológicos, entre ellos, Orion, el calendario indoeuropeo de más de 4.000 años de antigüedad. De hecho, Vinkovci en particular y toda la región en general se levantan sobre una cantidad ingente de yacimientos. Basta con escarbar un poco para que asome un hueso o una vasija de la cultura Vučedol de entre el 3.300 y el 2.500 a.C.

Igual le pasa a la ciudad fronteriza de Vukovar, entre Croacia y Serbia, que cuenta con el Museo de la Cultura de Vučedol, inaugurado en 2015. En un moderno edificio se muestra el máximo apogeo de la civilización Vučedol en el asentamiento de Vukovar y sus alrededores, donde habitaron más de 3.000 personas, lo que le hace posiblemente el más grande de Europa.

Dirigido por el arqueólogo Aleksandar Durman, tanto el interior como la museografía son obra de Radionica Arhitekture y de la arquitecta croata Vanjia Ilic. Sus 19 salas escalonadas cubren 1.200 m2 de superficie, iluminados por una luz tenue que otorga el protagonismo a objetos, ropa o información. Solo una curiosidad: la cultura Vučedol ya distinguía en la forma del zapato el pie izquierdo del derecho.

Museo de la cultura Vucedol. Foto: Filip Beusan.

El Danubio azul de Eslavonia

El Danubio da lo mejor de sí en los bellos pasajes que rodean a Vukovar, escogidos para su monasterio de San Felipe y San Jacob por los franciscanos. No se puede pasar por alto, ya en la ciudad, el Palacio Eltz, una mansión solariega del siglo XVIII que hoy alberga el Museo de la ciudad.

Tampoco el que fuera Grand Hotel, gran ejemplo de arquitectura historicista, reconvertido en Centro del Hombre Trabajador.

Y hablando del Danubio, un lugar ideal para hacer parada y fonda es el Hotel Dunav. A orillas del río, mientras se come una trucha recién pescada, se contempla el navegar de las barcazas-crucero que recorren el Danubio parando en sus enclaves principales (eso sí, cuidado con los mosquitos).

Palacio Eltz en Vukovar. Foto: Ivo Biočina | Turismo de Croacia.

Un importante exponente del vino de la región, de tradición milenaria y también a orillas del musical río, son las bodegas de Iločki podrumi. Construidas bajo el castillo y murallas de la familia Odescalchi en 1450, dicen ser las más antiguas de esa región de Europa. Sus vinos traminac, graševina, pinot blanco, chardonnay o rajinski rizling están en muchas pinacotecas internacionales, por ejemplo, en la de la corte inglesa, ya desde el siglo XIX.

Y siguiendo con el vino…

La capital vitícola de Pozega en la Eslavonia central es Kutjevo, desde que los cistercienses fundaron en el siglo XIII su primera bodega. Lo primero que llama la atención del pueblo son las tres cúpulas rojas y redondeadas del castillo, como también los contenedores de aluminio de las bodegas Kutjevo, las más antiguas de Croacia y entre las más longevas del mundo.

En Kutjevo estan las bodegas mas antiguas de Eslovenia. Foto: Ivo Biočina | Turismo de Croacia.

Convive con otras de menor tamaño, como Wellness B&B Winery Sontacchi, que acoge huéspedes en sus habitaciones y les ofrece su vino hecho en casa tras enseñarle la entrañable bodega que ocupa a los dueños sus días e ilusión.

La hermana pequeña de Zagreb

Así llaman a Osijek, la capital de Eslavonia, por el parecido de sus edificios secesionistas con la capital croata y también por ese amor a los cafés, llenos a cualquier hora en las dos ciudades.

Se aconseja visitar el Museo Arqueológico, el de Eslavonia y las muchas galerías de arte que salpican la ciudad. Curiosas son las discotecas cuyos temas oscilan entre baladas serbias hasta los últimos hits internacionales.

A Osijek se la conoce como la hermana menor de Zagreb. Foto: Matija Šćulac | Turismo de Croacia.

Dada su situación geográfica entre Serbia, Bosnia-Herzegovina y Hungría, Osijek disfruta de un rico mestizaje cultural

De vinos en medio de la naturaleza

No hay que obviar, a las afueras de Osijek, al Parque Natural Kopacki Rit, uno de los humedales mejor conservados de Europa, hogar de más de 300 tipos de aves.

Kopacki también se jacta de ser la puerta de entrada de Baranja, comarca idónea para ir de vinos por las aldeas y, de paso, visitar el monumento de la Batalla de Batina desde donde se contempla la panorámica del Danubio en todo su esplendor a su paso por Serbia, Croacia y Hungría. Desde allí hay que acercarse a la aldea étnica de Baranjia para entender el porqué de su historia.

Parque Natural de Kopacki Rit. Foto: Ivo Biočina | Turismo de Croacia.

Con el paso de los siglos, el quimérico Mar de Panonia dio lugar al frondoso Parque Natural Papuk que integra valles como el de Jancovac, cascadas preciosas como la de Skakavac, riachuelos y cuevas, con hermosas rutas para descubrirlas pausadamente.

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