Ferrol, la sorprendente meca del modernismo en Galicia

El Modernismo no es patrimonio del Mediterráneo. En Ferrol hay 30 edificios que presumen de este estilo y su transición al Neoecleticismo, todos diseñados por un mismo arquitecto

Casa Romero, una de las 30 obras de Rodolfo Ucha en Ferrol. Foto Eva Martínez Montero

Hay arquitectos que están fuertemente ligados a una ciudad o región, como sucede con Antoni Gaudí con Barcelona o César Manrique con las Islas Canarias.

Y este es el caso de Ferrol con Rodolfo Ucha, arquitecto que durante la primera mitad del siglo XX diseñó una treintena de edificios, entre públicos y grandes residencias burguesas, que convierten a esta ciudad gallega en una meca del Modernismo y el Neoeclecticismo.

Por ello, quizás con poca originalidad, también se lo conoce como el ‘Gaudí gallego’.

Casa Rodríguez Trigo. Foto Eva Martínez Montero

Del Modernismo al Neoeclecticismo

Ucha tomó al Modernismo cuando estaba languideciendo en otros puntos de España, lo que no le impidió en aplicarle un toque personal ya sea como arquitecto oficial del ayuntamiento ferrolano (entre 1909 y 1936) o como contratista privado.

En el centro de Ferrol se puede encontrar una división salomónica de obras de Ucha: 17 modernistas y 11 neoeclécticas

Por ello a partir de 1918 derivó su estilo al Neoecleticismo, con una interesante transición con el Secesión vienés y el Art-Nouveau. Es cierto que tras la Guerra Civil se decantaría por el Art-Déco y el Racionalismo, pero más nos interesa esos dos primeros estilos.

Una división salomónica

La división entre edificios modernistas y racionalistas es casi salomónica en el centro de la ciudad: 17 del primer estilo, construidos entre 1909 y 1916, y 11 del segundo, realizados entre 1918 y 1927.

Estos se encuentran en esa cuadrícula perfecta que es el centro ferrolano, desde el Parque Reina Sofía a la Plaza de Callao, y desde la calle Irmandiños y la Alameda de Suanzes hasta los Jardines de González Collado.

Antiguo Hotel Suizo. Foto Eva Martínez Montero

Pero el epicentro es la céntrica Plaza de Amboaxe, donde basta girar la cabeza y encontrarse con la Capilla de la Merced, de aires neogóticos, y del otro lado, mirar al Banco de A Coruña en una de las esquinas, donde la rehabilitación del 2000 recuperó el esplendor beaux-arts.

Un edificio emblemático al lado del otro

Basta caminar unos pasos hacia Sánchez Barcaiztegui que se podrán ver una residencia modernista al lado de la otra, como las dos casas Pereira, la Fonda Suiza, el Hotel Suizo, la Casa Rodríguez Trigo y la sede de El Correo Gallego.

Interior del Correo Gallego. Foto Eva Martínez Montero

En el centro de Ferrol hay numerosas grandes casas burguesas que dialogan hace un siglo entre el Modernismo, el Secesión, el Art-Nouveau y el Neoecleticismo

Si se pasa al lado del Banco de A Coruña unos metros enseguida uno se topa con la larga fachada roja y beige de la Casa Granda, y con mover un poco la cabeza ahí nomás está la estructura Neoecléctica de la Casa Borrás.

En la manzana siguiente, a lo largo de la Rua Magdalena, dialoga la Casa Romero Rodríguez del Villar y su remate con piñones y ventana semicircular con la Casa López y su fachada donde deja que el Art-Nouveau seduzca con los juegos geométricos de las galerías; estilo que replica con la vecina Casa Casteleiro, sobre todo con los detalles florales del frente.

Interior del Casino Ferrolano. Foto Eva Martínez Montero

Más maravillas de la arquitectura para descubrir

Vale la pena seguir un poco más y llegar a la Casa Antón, actual colegio Jesús Maestro, que es una muestra de la transición del Modernismo al Neoelecticismo.

Al dar la vuelta y pasar por la Pescadería del Mercado Central, una interesante muestra del estilo Secesión aplicado a la arquitectura industrial, se llega a la Plaza de Armas.

Previamente hay que detenerse en dos edificios Neoeclécticos: uno es el Casino Ferrolano, una de las obras más cuidadas de Ucha y donde no se escatimaron gastos para decorar sus interiores; y la fachada del Teatro Jofre con sus divertidas alegorías decorativas que remiten a la tragedia y la comedia.

Vecinas están la Casa Brañas, la Casa Romero y el Hotel Ideal Room, otros tres ejemplos del Modernismo en la ciudad coruñesa.

Un minuto más a pie y esperan otros edificios de ese estilo: las casas de Alberto Munduate, la Bruquetas, la Vázques y la Gil Azcona, ubicadas en un par de manzanas vecinas.

Galería de la Casa Romero. Foto Eva Martínez Montero

Las residencias más alejadas

Si se da un giro más amplio hacia el norte se puede llegar a conocer la más austera sede de la Cocina Económica, la Casa Rodríguez Fernández y sus dos fachadas y la Casa Díaz, una de las construcciones más desconocidas de Ucha.

Chalé de Antón. Foto Eva Martínez Montero

Este recorrido finaliza en el Chalet de Sisto, frente a los Jardines de González Collado, una monumental casa de indianos de tres pisos que impone su presencia con su deriva victoriana.

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