Gales: un país para caminar de punta a punta
El sendero más largo de Gales, el Wales Coastal Path, recorre los 1.400 km de su litoral marítimo en un paisaje de belleza agreste

El sendero costero de Wales se extiende por 1.400 km. Foto Turismo de Gales
¿Saben cuál fue el primer país en tener un camino que recorra toda su costa? Pues Gales, la pequeña nación británica que desde hace una década cuenta con el Wales Coastal Path, un sendero de 1.400 kilómetros que bordea acantilados, playas y campos, con un mar casi siempre furioso de un lado y la belleza del paisaje galés del otro.
Hay algunos fanáticos del senderismo que se han atrevido a realizarlo en su totalidad en una sola travesía, trayecto que implica caminar unos tres meses, a razón de 25 kilómetros diarios. Algunos duplican esa velocidad y en seis semanas ya está de vuelta en su casa.
Pero la gran mayoría prefiere realizar alguno de sus numerosos tramos, más de 150 según precisan en Turismo de Gales, muchos de ellos adaptados para personas con movilidad reducida o que pueden ser recorridos con carritos de bebé. También hay quien elige hacerlo en bicicleta o a caballo.
En su trazado se pasa por la desembocadura del río Dee y se divisan los castillos que se levantan entre el estrecho de Menai a la isla de Anglesey.
La península de Lyn, el parque nacional de Snowdonia, el parque costero de Pemobrkeshire, los paisajes de Gower, el paseo marítimo de Cardiff y la animada vida de Chepstow son algunos de sus atractivos.
Pero más que emprender caminatas maratonianas, es mejor elegir algunos trayectos breves.
Anglesey
En los acantilados de South Stack, en Holy Island (cerca de Anglesey), miles de aves marinas como alcas y araos crean una cacofonía de graznidos y aleteos; mientras que en la cercana isla de Llanddwyn se puede visitar el antiguo pozo sagrado de San Dwynwen, el patrón de los amantes, donde están las ruinas de una iglesia del siglo XVI.
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En primavera y verano este sitio rocoso suele ser visitado por mariposas, y si hay un poco de paciencia, se pueden contemplar uno de los ocasos más bonitos de la costa galesa.
Entre Morfa Nefyn y Porthdinllaen
El bonito pueblo de Porthdinllaen se salvó de tener una terminal de transbordadores y su magnética belleza quedó intacta, en un rincón que ofrece uno de los paseos más recomendados de la península de Lyn, con el mar de un lado y las montañas del otro. Y para desconectar, se sugiere beber una pinta o un té en posadas como Ty Coach Inn.
En los acantilados de South Island miles de aves marinas crean una ensordecedora cacofonía de graznidos y aleteos
Ceredigion
Si se deja el coche en la localidad de Tresaith es para salir a caminar por los acantilados. A mano izquierda se divisa Cardigan Bay y por delante están las montañas de Snowdonia.
Y a mitad de camino la playa de Penbryn, una solitaria lengua de arena dueña de una belleza melancólica.
Otra playa es la de Llangrannog, abrazada por el pequeño pueblo protegido por los acantilados.
Pembrokeshire
En el paseo costero de Sant David’s Head se concentra una importante fauna silvestre, en un lugar donde hay cámaras funerarias de 4.000 años de antigüedad.
Al pasear por la península de Pembrokeshire uno se encuentra rodeado de paisajes marítimos, con las aves marinas sobrevolando por las cabezas con indiferencia.
Si se quiere ver un paisaje costero diferente, se puede extender la caminata unos 700 metros más y llegar a la playa de Marloes, que según sus lugareños, atrapa los sentidos al atardecer.
Carmarthenshire
Al pasear junto al mar se recuerda la poesía de Dylan Thomas, sobre todo cuando se divisa al castillo normando de Llansteffan.
Los paisajes como los de Carmarthenshire evocan la poesía de Dylan Thomas
El recorrido por el paisaje de acantilados, arenales y campiñas sigue en Wharley Point, y si se bebe en las fuentes de St Anthony’s Well se dice se solucionan todos los males de amores. Habrá que probar.
Cardiff
Alrededor de la bahía que corona la capital galesa hay un camino de 10 kilómetros, donde se combina la historia de la ciudad y su arquitectura como las antiguas iglesias o el Y Senedd (sede del parlamento del país) con la abundante presencia de aves marinas que se concentran en el Cardiff White Water Centre.
Por supuesto que aquí hay que hacer un prolongada pausa para ver el castillo de Cardiff, ver la oferta cultural del Centro del Milenio, vivir como un galés más en el mercado o descubrir la vida activa y más moderna del barrio Morgan.
Gower
Esta es una caminata circular de cuatro kilómetros sencilla, que sintetiza los paisajes de Gales: están las dunas de arena de Penmaen, el castillo de Pennard (que las leyendas dicen que está habitado por hadas), las vistas panorámicas de Three Cliffs Bay y unas playas que culminan en un espolón rocoso que recuerda a la espalda de un dragón.
Sí, como el dragón que ilustra la bandera de ese pequeño país llamado Gales.