Galicia: tres días para atrapar la magia de O Ribeiro

El encanto de sus pueblos, sus recuerdos históricos y los impactantes paisajes del curso medio del río Miño se descubren en esta ruta por la comarca gallega de O Ribeiro

Viñedos y cruceiro en Beade. Foto Turismo de Galicia

El agua, siempre el agua. Estamos en el corazón de Galicia, donde este elemento vital está presente en el curso medio del Miño y otros ríos como el Arnoia y el Avia, que crean bonitos remansos y gargantas. El hombre ha creado balnearios y embalses para aprovechar este regalo de la naturaleza, en un valle fluvial tapizado de viñedos y salpicado de pueblos. Esta es la comarca de O Ribeiro.

La naturaleza y la acción humana durante siglos ha creado un paisaje de bosques frondosos y viñedos, donde cada tanto emergen testimonios de épocas pasadas como poblaciones medievales, monasterios, iglesias y puentes.

Vamos a conocer sus atractivos en esta ruta de tres días sugerida por Turismo de Galicia.

La historia de Ribadavia

La primera jornada está dedicada a conocer los atractivos que presenta Ribadavia, la ciudad más importante de la comarca levantada en el cruce de los ríos Avia y Miño.

Plaza mayor de Ribadavia. Foto Turismo de Galicia

El esplendor que vivió en la Edad Media, desde que fue capital del Reino de Galicia y luego Villa Condal, fue en gran parte gracias a la producción de vino, que se probaron tanto en Europa como en las tierras americanas recién conquistadas.

Así se ve en su casco antiguo, declarado Conjunto Histórico-Artístico, y que se puede conocer con una ruta que se inicia en la Praza Maior, frente al barroco Pazo Condal, y desde ahí ir pasando por el Castillo de los Condes de Ribadavia, el Barrio Judío, las murallas, las iglesias de Santo Domingo, de Santiago, de Santa María de Oliveira y de San Xoán, entre otras.

También se puede conocer su historia en el Museo Etnolóxico, pero quizás la forma más divertida es asistir a la Festa da Historia, una celebración del s.XVII recuperada en 1989 donde, entre el último sábado de agosto y el primero de septiembre la gente de Ribadavia se disfraza con trajes medievales, entre bailes y mercados que parecían olvidados.

Festa da Istoria en Ribadavia. Foto Turismo de Galicia

Pueblos, bosques y joyas históricas

En esta segunda etapa vamos a conocer los atractivos que hay en los alrededores de Ribadavia. En el recorrido hacia O Carballiño se pasa por la iglesia de Santa María con su curiosa disposición de 14 cruceros desordenados; y luego se continúa a Berán, donde hay un balneario con aguas de propiedades terapéuticas.

El bien conservado casco antiguo de Ribadavia fue declarado Conjunto Histórico-Artístico en 1947

Sigue la aldea de Berán con su herencia medieval en su iglesia y varias casas de los alrededores, para luego proseguir a Leiro, donde se puede visitar el monasterio de San Clodio, reconvertido en un recomendado Hotel Monumento.

Recuerdos históricos en Ribadavia. Foto Turismo de Galicia

A pocos kilómetros está el Pazos de Arenteiro, uno de los hitos de una población con un abundante número de iglesias, pazos y puentes como el Pozo dos Fumes, que atraviesa el río Arenteiro en un paisaje de gran belleza.

Tras pasar por la iglesia de San Miguel de Lebosende se llega al Balcón do Ribeiro, un sitio que ofrece interesantes panorámicas de esta localidad en el valle.

Le siguen Paredes con sus hórreos y sus molinos, Serantes y su iglesia de Santo André del siglo XII, Lamas y el templo de Santa María de factura románica y la silueta de Pena Corneira, de 600 metros, una de las mayores altitudes de la comarca.

Los cañones del Avia es otro de los puntos destacados del paisaje, donde se encuentra el pueblo de Avión, que entre iglesias románicas llama la atención las grandes residencias de indianos que hicieron fortuna en México.

Puente de San Clodio. Foto Turismo de Galicia

Aquí se puede desviar para ver los chouzos de la sierra de O Suído, edificaciones de la Edad Media que servía de refugio para los pastores.

El paseo culmina con un rodeo por la Pena Corneira, con un paso por el bosque autóctono que se despliega entre As Regadas y Beade; ultimo punto antes de regresar a Ribadavia.

De Ribadavia al sur

La tercera etapa consiste en salir desde Ribadavia hacia el sur. Tras conocer la cercana San Xes de Francelos y su templo se llega tras un desvío a Quins, donde hay varios hórreos y un vía crucis integrado por varios cruceros en el centro, que llama la atención por la inclinación de las cruces laterales. Allí está la iglesia de Santa María, con imágenes en buen estado de conservación.

En Canastros de Negrelle se pueden ver 16 curiosos hórreos de piedra y madera

Si se toma un camino de 11 km se llega a Canastros de Negrelle donde se pueden ver 16 hórreos de piedra y madera, y unos 10 cabaceiros en Vivenzo, curiosas construcciones para guardar el maíz siglos atrás.

Cruceiros y hórreos de Quins en Melón. Foto Turismo de Galicia

La población siguiente es Melón con el monasterio de Santa María, que se añade a un peto de ánimas y un calvario un tanto extraño.

La carretera obliga a regresar a Ribadavia y seguir hacia Arnoia y Cortegada. Al cruzar el río Avia por el puente de San Francisco se divisa el monasterio homónimo, seguido por un desvío a A Arnoia.

En las cercanías hay una Villa Termal y el área recreativa de As Poldras, que en verano se convierte en una playa fluvial.

Sierra de Suído. Foto Turismo de Galicia

El viaje sigue conociendo el pueblo de A Arnoia de Cortegada, junto con Mérens y el santuario de San Bieito de Rabiño, donde está el extraño humilladoiro de la parte superior.

En Cortegada también se puede visitar un palacete modernista convertido en complejo termal, en un paseo que sigue por Castrelo de Miño con su iglesia de Santa María, Astariz y finalmente Ribadavia, el punto final de esta ruta de tres jornadas por los encantos de O Ribeiro.

a.
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