De las brujas de la Alpujarra granadina a los fantasmas de Caspe: ruta por los pueblos encantados más curiosos

De Soportújar, el pueblo granadino de las brujas, a la fantasmagórica Isla de Pedrosa en Cantabria, pasando por el abandonado Ochate (Burgos), estas son algunas de las localidades más misteriosas de España

Soportújar es uno de los pueblos encantados de España. Foto: OliBac | Flickr.

Aunque de raíces celtas que nos llevan hasta Irlanda y su tradicional festividad de ‘Samhain’ que en gaélico significa literalmente ‘final del verano’, no hay duda de que el actual Halloween es una tradición importada de los Estados Unidos, como también sus celebraciones más comunes: decoración con calabazas, juego de truco o trato y disfraces de Freddy Krueger o máscaras de Scream. Sin embargo, sin salir de España, tenemos un buen puñado de pueblos encantados o incluso malditos donde celebrar la noche de las ánimas de una forma diferente –y mucho más auténtica-.

De Soportújar en la Alpujarra granadina, conocido como el pueblo de las brujas, a la fantasmagórica Isla de Pedrosa en Cantabria, pasando por Ochate, un pueblo abandonado del Condado de Treviño (Burgos) tras ser asolado por diferentes epidemias o la aldea fantasma de La Mussara, en Tarragona, estas son algunas de las localidades más vinculadas al misterio.

También los hay que, como Villar del Olmo, en Madrid, o Caspe, en Zaragoza, se vuelcan estos días para celebrar algunas de las fiestas más singulares relacionadas con los muertos en forma de originales pasajes del terror o ‘fantasmadas’.

Soportújar, Granada

De casas encaladas y calles laberínticas, una extraña energía parece emanar del pueblo de Soportújar, en la Alpujarra granadina.

Si hasta el siglo XVI era una localidad corriente, tras la expulsión de los moriscos ordenada por Felipe II y la repoblación por parte de familias cristianas, comenzaron a aflorar extrañas leyendas de brujería.

Monumento a las brujas de Sooportújar. Foto: Miguel Ossorio | Flickr.

Historias como la de Baba Yaga, una anciana con poderes sobrenaturales que vive en las profundidades de los bosques rusos, en una casa asentada sobre patas de gallina y rodeada de arboledas y cráneos brillantes de humanos y que tiene su propia estatua y su casa en Soportújar, pero también arañas gigantes, enigmáticos gatos y una fuente custodiada por un enorme dragón (sus aguas, dicen, son afrodisíacas y potencian la fertilidad) son algunos de los referentes a la brujería que saludan a cada paso.

Además, miradores como los del Aquelarre y el Embrujo y la Cueva del Ojo de Bruja con una grieta que, según cuenta la leyenda, conduce a otros mundos, son otros de los lugares imprescindibles para visitar este pueblo encantado.

Ochate, Burgos

A unos 20 km de Vitoria-Gasteiz pero en la provincia de Burgos, Ochate es uno de esos lugares que arrastra el título de pueblo maldito, en este caso por la cantidad de oscuras historias y misterios sin resolver.

Ochate, en Burgos. Foto: Wikimedia Commons.

Abandonado desde que, según se cuenta, tres epidemias seguidas sufridas a finales del siglo XIX trajeron la desgrada hasta este lugar, desde entonces han sido muchas las historias de avistamientos de ovnis, psicofonías, extraños fenómenos atmosféricos, desapariciones e incluso muertes sin resolver.

Hoy del pueblo solo sigue en pie la torre de la vieja iglesia, además de los restos de algunas casas y antiguas tumbas antropomorfas datadas en la época medieval.

Belchite, Zaragoza

Por supuesto, no puede faltar en cualquier listado de pueblos embrujados que se precie Belchite, en la provincia de Zaragoza.

Belchite. Foto: Pixabay.

Lugar de una de las batallas más cruentas de la Guerra Civil española, que acabó con la práctica destrucción de la localidad, además de con la vida de unas 5.000 personas en 1937, entre sus ruinas, especialmente las impactantes arcadas desnudas de la iglesia, muchos aseguran haber presenciado psicofonías en las que se escuchaba el fragor de la batalla.

Actualmente se puede visitar con recorridos tanto diurnos como nocturnos.

La Mussara, Tarragona

En la provincia de Tarragona encontramos el pueblo fantasma de La Mussara, un lugar cargado de misterio cuyo próspero pasado quedó enterrado por un buen puñado de historias misteriosas, que incluyen fenómenos paranormales (dicen que cuando la niebla está baja se pueden escuchar las campanas de la iglesia de San Salvador), psicofonías y hasta desapariciones.

Iglesia de San Salvador, La Mussara. Foto: Wikimedia Commons.

Ni siquiera se sabe a ciencia cierta por qué los vecinos abandonaron la localidad mientras circulan rumores que sitúan aquí la puerta de entrada a otros mundos.

Isla de Pedrosa, Cantabria

Uno de los lugares más misteriosos de Cantabria es la Isla de Pedrosa. Ubicada al sur de la bahía de Santander, frente a la localidad de Pontejos, en la boca de la ría de San Salvador, es un enclave de paz y naturaleza que, sin embargo, se ha visto rodeada de misterio, lo que hace de ella un imán para curiosos.

Empleada en el siglo XIX como lugar de aislamiento para posibles viajeros infectados de enfermedades que arribaran al puerto de Santander (lazareto), se construyó un hospital de tres pabellones, así como teatro, iglesia, balneario, la casa del médico y la casa de enfermeros.

Isla de Pedrosa. Foto: Turismo de Cantabria.

Después funcionaría como sanatorio para tuberculosos y personas aquejadas de enfermedades óseas y malformaciones, como las conocidas como ‘niñas pájaro’ de las que se dijo que estaban poseídas por el demonio.

Los rumores de fenómenos paranormales se han sucedido en torno a este lugar, donde han acudido diferentes expertos en este tipo de sucesos que han asegurado ver destellos y formas humanas, escuchar golpes e incluso grabar psicofonías.

Villar del Olmo, Madrid

No se trata en este caso de un pueblo encantado, sino de una de las localidades que más se vuelca con la celebración de Halloween.

Y es que este lugar situado al este de la Comunidad de Madrid, en la Comarca de Las Vegas y con menos de 2.000 vecinos, Villar del Olmo organiza el mayor pasaje de terror al aire libre que puede verse estos días.

Foto: Turismo Villar del Olmo.

Todo comienza la noche del 29 de octubre, cuando el pueblo apaga la iluminación eléctrica y se queda en penumbra para generar un halo de misterio, intriga y miedo. Hasta 150 vecinos participan luego como voluntarios en el original pasaje del terror que llena las calles de decorados y ofrecen un paseo de dos horas a prueba de infarto.

Caspe, Zaragoza

También con este ambiente festivo, un pueblo aragonés se llena de fantasmas para celebrar la noche de Halloween, el 1 de noviembre.

Foto: Fantasmada Caspe.

Organizado por las asociaciones Histórica Vestimentum y La Casa Bosque, en la Fantasmada de Caspe (Zaragoza) más de 100 voluntarios desempeñan su función como actores y actrices, responsables de maquillaje, montaje de escenarios, vestuario y organización de actividades que hay detrás de un evento como este.

¿El objetivo? Llenar de fantasmas la localidad para aterrorizar a cada viandante que se atreva a vagar por sus calles.

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