Tokaj: viaje la cuna del vino de los reyes

Al noreste de Hungría la región de Tokaj guarda uno de los vinos más famosos de Europa, en un entorno de pequeñas iglesias, castillos y aguas termales

Cuando Luis XV de Francia levantó su copa y degustó el vino de variedad aszú de Tokaj, lo bautizó como el ‘rey de los vinos y el vino de reyes’. La tradición vitivinícola de la región de Tokaj-Hegyalja tiene siglos de historia, en unos paisajes boscosos donde las ruinas de grandes castillos conviven con una cantidad incontable de pequeñas iglesias y ermitas, además de numerosos balnearios de aguas termales.

Una de las primeras DO del mundo

Tokaj fue el primer destino productor de vino cerrado del mundo, una innovación que data desde 1737, y que abrió el camino en crear una de las primeras denominación de origen que se conozca.

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Su suelo de base volcánica, el agua de los ríos Bodrog y Tisza y un microclima privilegiado entre sus colinas le permiten a las uvas de las variedades Furmint y Hárslevelű elaborar vinos blancos de fama mundial.

Tokaj tiene una de las DO más antiguas de mundo. Foto György Darabos.

Tokaj tiene una de las DO más antiguas de mundo. Foto György Darabos.

La experiencia de un vino exclusivo

En los alrededores hay 27 bodegas, de las que muchas se pueden visitar, en donde los mismos bodegueros abren las puertas y explican el proceso de producción.

Para tener una comprensión global de este vino y su influencia se recomienda visitar el Museo del Vino – Herencia del Mundo, establecido en una antigua residencia del siglo XVIII de Tokaj.

En Tokaj se despliegan unas 27 bodegas, que se pueden visitar para conocer los secretos del vino que creó una de las primeras DO del mundo

La experiencia se combina con degustaciones gastronómicas que oscilan entre preparaciones tradicionales y toques vanguardistas, que llevaron a una nueva generación de chefs húngaros a abrir restaurantes en las localidades de Mád, Tarcal, Tállya y Encs.
 

Sus platos se preparan con ingredientes de la región, muchos de los cuales se pueden encontrar en el mercado de Tokaj-Hegyalja.

Para después de la comida, en la región es tradición beber una copa de pálinka, un potente licor de 37,5º de graduación alcohólica, elaborado con cerezas, de las que las más valiosas son las de Újfehértó.

Villas y castillos

La región cuenta con una interesante oferta de hoteles boutique y cinco estrellas, pero hay viajeros que prefieren una vivencia más auténtica al pasar un par de noches en casas rurales que todavía conservan sus estufas de cerámica.

El castillo de Füzér es uno de los más recomendados de Tokaj. Foto: RGY23-Pixabay.

El castillo de Füzér es uno de los más recomendados de Tokaj. Foto: RGY23-Pixabay.

Para descubrir el patrimonio histórico de la región se creó un camino de 150 kilómetros que atraviesa pequeños pueblos y una serie de castillos como los de Regéc, Füzér y Füzérradvány; algunos todavía con su aire de fortaleza militar y otros con una estética neo-clásica o renacentista que parecen extraídos de historias infantiles.

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Uno de los más interesantes es el castillo de Rákóczi, originario del renacimiento tardío cuya visita se puede añadir a los paseos en barco por los ríos Bodrog y Tisza.

Turismo religioso

El turismo religioso suele poner rumbo a la ciudad de Máriapócs, centro de peregrinación tanto para católicos como para ortodoxos orientales, donde la tradición marca que desde el siglo XVII se producen curaciones de problemas físicos y mentales.

En Tokaj se concentran más de 60 iglesias ricamente decoradas. Foto: Turismo de HungriÌa

En Tokaj se concentran más de 60 iglesias ricamente decoradas. Foto: Turismo de HungriÌa

Pero más allá de la fe vale la pena descubrir las iglesias medievales que salpican las márgenes del curso superior del río Tisza. Se trata de unos 60 templos de un tamaño mínimo, con techos artesonados de madera decorados con antiguos símbolos magiares, con campanarios de madera y púlpitos ricamente decorados.

Si es por recomendar alguna de ellas, se sugiere descubrir las de Lónya, Csaroda, Tákos, Gyügye, Szamosújlak y Nagyszekeres.

Maravillas de la naturaleza

Una de las maravillas naturales de la región es el lago minero del monte Megyer, formado en el hueco que dejó una antigua mina cerrada a principios del siglo XX, donde en un paisaje boscoso sorprende por sus acantilados cortados al ras que llegan hasta una altura de 70 metros.

Hungría cuenta con una gran cantidad de fuentes termales, pero una de las más famosas son las cercanas a Nyiregyháza-Sóstó

La naturaleza también regaló a Hungría las aguas termales. Se calcula que el 80% de su territorio tiene alguna presencia de ellas.

Cada pueblo de Tokaj tiene secretos para descubrir. Foto: Turismo de Hungría

Cada pueblo de Tokaj tiene secretos para descubrir. Foto: Turismo de Hungría

Uno de los enclaves más populares para disfrutar de sus propiedades curativas es la ciudad de Nyiregyháza-Sóstó, donde las fuentes de aguas termales se encuentran a cinco kilómetros, en medio de un bosque de robles, cerca de un lago donde los días de clima suave son ideales para remar.

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