Un parque natural de Galicia para cada día de la semana
La iniciativa ‘7 días – 7 parques’ impulsa el turismo de naturaleza, descubriendo la bellezas de valles, costas e islas gallegas

El mágico atardecer de Corrubedo. Foto Noel | Feans – CC
No solo playas, pueblos y el Camino de Santiago: Galicia también cuenta con seis parques naturales y uno nacional marítimo-terrestre, que juntos forman parte de la propuesta ‘7 días – 7 parques’.
Se trata de un recorrido de naturaleza que combinan el senderismo, los paseos en bicicleta y embarcaciones, la observación de aves, el descubrir diferentes paisajes de los valles y las costas y el encontrar rincones que solo se ven en la diversa geografía gallega.
Como una gincana de naturaleza
Si alguien se lo quiere tomar como un desafío de gincana verde que sepa que los 20 primeros viajeros que visiten los siete parques antes del 30 de septiembre de este año serán premiados con un fin de semana para dos personas en uno de los hoteles que pertenecen a la Red de Turismo de Galicia.
Las primeras 20 personas que visiten los siete parques naturales antes del 30 de septiembre serán premiadas con un fin de semana para dos personas en los hoteles de la Red de Turismo de Galicia
La mecánica es muy simple: en los centros de visitantes se solicita el pasaporte de parques, y en cada llegada el personal marca la asistencia.
Con el pasaporte completo se puede enviar escaneado a la Consellería de Medio Ambiente para gestionar el premio.
Veamos qué hay para descubrir en cada parque.
Fragas do Eume
En A Coruña el río Eume ha creado un profundo cañón con laderas que caen a los 300 metros, donde en las aguas nadan los salmones y en el macizo rocoso crecen robles, castaños, abedules, alisos, fresnos, tejos, avellanos y árboles frutales, junto con perennes laureles, acebos y madroños.
Los líquenes, musgos y helechos que tapizan el parque dan una estética prehistórica en estas tierras húmedas.
Complejo dunar de Corrubedo y lagunas de Carregal e Vixán
Entre las rías de Arousa y la de Muros e Noia, este parque de 1.000 hectáreas presenta tres elementos diferentes: la playa de Corrubedo, la laguna dulce de Vixán y la de agua salada de Carregal; parajes que concentran unas 3.000 aves acuáticas entre cercetas, zarapitos, patos-cuchara, correlimos y chorlitejos.
El plato fuerte es la gigantesca duna móvil, de un kilómetro de largo, 250 metros de ancho y 20 de alto, que brilla como una ballena blanca a la distancia.
Monte Aloia
Sobre el río Miño, a 700 metros de altura, el Parque Natural Monte Aloia fue el primero de Galicia.
Su bonita vegetación es fruto de una repoblación de especies exóticas de hace 100 años, con cipreses, abetos y cedros del Líbano.
En el lugar, además de las vistas que despliegan los cinco miradores del lugar, se encuentran numerosos restos prehistóricos y de la época romana.
Sierra de Enciña da Lastra
En los valles del río Sil, la sierra de A Lastra se levanta con sus cumbres de roca caliza que se abren paso frente a un paisaje en donde suele predominar el granito.
Las ‘palas’, como se llaman aquí a las cuevas, invitan a aficionados y expertos en la espeleología a descubrir un mundo secreto
En la zona hay numerosas grutas, llamadas palas, como las de Cumbeira, da Zorra, Pereda o Cubelas; que son buscadas por espeleólogos y amantes del turismo aventura.
Cuando se entra en ellas se descubre un bosque pétreo de estalactitas y estalagmitas, donde están algunas de las colonias de murciélagos más grandes de España.
O Invernadeiro
Este parque natural, de 6.000 hectáreas, se encuentra en el macizo central ouresano, donde el paisaje se combina entre laderas rocosas y colinas verdes que llegan hasta los 1.500 metros de altura; y con los cauces de los Ribeira Grande y Ribeira Pequena atravesando la geografía.
El lugar concentra una importante población de fauna autóctona, como ciervos, jabalíes, corzos, cabras, armiños y lobos.
Cabe recordar que para visitarlo hay que gestionar una reserva previa.
Baixa Limia-Serra do Xurés
A los árboles y las sierras no les interesan saber dónde empieza y termina un país. Por ello el Parque Natural Baixa Limia-Serra do Xurés se despliega en la provincia de Ourense y se extiende por Portugal, donde se lo conoce como Parque Peneda-Gerés.
Por aquí los romanos construyeron la Vía Nova para unir Astorga y Braga, en un entorno donde se pueden ver cascadas como la de A Fecha o aldeas como Casolas, construida en una pendiente con sectores que llegan a los 20º de inclinación.
Y atención al ver a las llamativas vacas de la raza cachena, de tamaño pequeño pero con unos cuernos desproporcionados.
Islas Atlánticas
Este parque nacional marítimo-terrestre es una de las mecas del turismo estival, pero la belleza de sus costas se puede descubrir todo el año (bajo ciertas condiciones).
La playa de Rodas, en las Islas Cíes, tiene la fama de ser una de las más bonitas de España (según The Guardian, debería ser del mundo).
La playa de Rodas, con sus arenas blancas y aguas transparentes, es una de las más lindas de España
Además de sus playas de arenas blancas y finas y de sus aguas transparentes, en el parque destaca el faro que despliega impactantes vistas del mar y las islas, con los estridentes llamados de las gaviotas como banda sonora.
Fuera de las Cíes el parque se extiende por las islas de Ons, Sálvor y Cortegada. En el primer punto están las furnas, las cuevas marinas que el tiempo esculpió en el granito.
En estos archipiélagos la biodiversidad se despliega en la gran presencia de aves marinas, extensiones de algas y cetáceos que cada tanto pasan a saludar.
Las visitas a este parque se permiten entre el 15 de mayo y el 15 de septiembre y en Semana Santa, pero el resto del año se puede llegar dentro de grupos organizados y con embarcaciones particulares.